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miércoles, 27 de abril de 2011

La muerte en Cristo significa el ingreso en la vida eterna



La vida provoca sempre admiración, estupor, sobre todo cuando se trata de una vida humana, que es una vida superior a cualquier forma de vida visibile. Y si la vida provoca admiración y estupor por sí misma, por su misma excelencia y perfección –no es lo mismo una vida de una persona humana a la vida de una planta-, la desaparición de esa vida, es decir, la muerte, también provoca admiración, y lleva a preguntarse sobre porqué existe la muerte, qué sentido tiene, qué hay más allá.

Frente al fenómeno de la muerte, surgen interrogantes, y aún más cuando la persona que muere es un joven. La muerte es en sí misma el destino natural del hombre,[1] ser compuesto de cuerpo y alma; naturalmente, en algún momento, el alma deja de comunicar su fuerza vital, deja de transmitir su energía y su vida al cuerpo, y el cuerpo muere, queda sin vida. La muerte es el destino natural del hombre. Pero la muerte fue también impuesta al hombre, como castigo después del pecado[2]. Voluntariamente, el hombre se apartó de Dios, que es la fuente de la vida, y, apartado de la fuente de vida y de la Vida misma, al hombre no le queda otra cosa que morir. La muerte es entonces castigo del pecado.

Pero eso es la muerte sin Cristo, antes de Cristo. La muerte para nosotros, los cristianos, los católicos, que recibimos la vida de Cristo en germen en los sacramentos, principalmente en la confesión y en la Eucaristía, ya no es más ni destino natural ni castigo. Para nosotros, los cristianos, que hemos sido bautizados, y que por eso hemos sido incorporados a Cristo, que es el Dios de la vida, la muerte tiene un significado completamente distinto. Tan distinto, que la muerte llega a ser lo opuesto de lo que es: en Cristo, muerto y resucitado, la muerte se transforma en vida.

La muerte en Cristo es vida, porque en Él fue destruida nuestra propia muerte. En la muerte de Cristo en cruz está contenida la muerte de cada uno de los hombres, y por eso está contenida mi muerte. Y como Cristo destruyó a la muerte, porque resucitó, así mi muerte está destruida en Él, y así como mi muerte muere en su muerte en cruz, así mi vida resucitará con su resurrección. La muerte para los católicos, gracias a la Pasión de Cristo, no es ya ni necesidad natural ni castigo, y aún más, adquiere un significado impensable sin Cristo. No sólo ya no es más ni destino natural ni castigo, sino que en Cristo, la muerte del bautizado adquiere las mismas características de la muerte de Cristo: la muerte de Cristo en cruz fue un sacrificio libre por honor de Dios, y en eso se convierte la muerte del cristiano, del bautizado, en Cristo: un sacrificio libre por honor de Dios[3]. Y así como a la muerte de Cristo le siguió la resurrección de su Cuerpo y su glorificación, así al cristiano, que por el bautismo es hecho parte real de Cuerpo de Cristo, a su muerte le sigue la resurrección, la vida eterna y feliz en la amistad de Dios Uno y Trino. Por eso la Pasión de Cristo es fuente de vida, y de vida eterna[4].

La muerte en Cristo es un paso, de esta vida a la vida eterna, a la alegría infinita y eterna, en la compañía y amistad de Dios Trino y de todos los ángeles buenos y los santos. Sin embargo, no necesariamente debemos esperar a morir para gozar de esa felicidad eterna. Ya en esta vida poseemos, como en germen, como una semilla, la vida eterna, la resurrección. Nuestra resurrección está contenida en la Eucaristía, porque en la Eucaristía está Cristo, glorioso y resucitado, que me comunica de su vida divina.


[1] Cfr. Matthias Joseph Scheeben, Los misterios del cristianismo, Ediciones Herder, Barcelona 1964, 713.

[2] Cfr. Scheeben, ibidem, 232.

[3] Cfr. Scheeben, ibidem, 463.

[4] Cfr. Scheeben, ibidem, 480.

miércoles, 20 de abril de 2011

La ciencia sin conciencia lleva al hombre a su ruina


EL PROGRESO NEGATIVO : LA CIENCIA SIN CONCIENCIA


Cuando se habla de progreso esta palabra generalmente es interpretada como algo constructivo. Sin embargo no siempre es así: a veces el progreso puede tener un sentido totalmente opuesto, y esto es quizás lo que le está sucediendo a la humanidad con el progreso material exento de otro orden de valores.


Cuando al hombre se le prohibió comer del árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis cap.2 vers.17) quizás estaba implícito en este mandamiento la condición de una madurez moral y espiritual superior que permitiera dar al conocimiento un sentido adecuado de acuerdo a los propósitos Divinos. No ocurrió así, y en consecuencia, impulsado por la ambición, el conocimiento llegó al hombre prematuramente, antes que la madurez requerida para usarlo sin riesgos, convirtiéndose a causa de ello en un poderoso factor de decadencia.


Hace algún tiempo 91 sabios y científicos estadounidenses, entre ellos según la información varios premios Nobel, se pusieron de acuerdo para llamar la atención de la humanidad sobre los graves peligros que la amenazan generados por la civilización, advirtiendo que si no se revertía rápidamente el proceso, la vida sobre el planeta estaría seriamente amenazada. Fue un llamado dramático que no obstante pocos parecen estar dispuestos a escuchar.

Esta voz de alerta dada por quienes tienen mayor posibilidad de ser atendidos en este aspecto, ha venido siendo formulada desde hace mucho tiempo por quienes, entre los cuales me encuentro, hemos venido observando el deterioro que a instancias de los intereses inmediatos, se ha venido causando al ecosistema. Ahora sólo cabe esperar que la palabra autorizada y atendible no llegue demasiado tarde, cuando el mal sea irreversible, y tenga la debida recepción y acatamiento por quienes tienen en sus manos el timón del barco, aunque cabe preguntar: ¿quién o qué que no sea un poder superior puede detener a esta altura de los acontecimientos la monstruosa maquinaria que es la civilización materialista la cual, en esencia, no deja de ser una barbarie tecnificada? ¿Quién está dispuesto a renunciar a los interés creados aún a sabiendas de que al no hacerlo está labrando su propia destrucción? Por otra parte, un cambio de sentido implicaría la necesidad de modificar las cuatro o cinco características constantes del ser humano que han determinado su accionar y que aún cuando varíen los elementos de que se sirven, provistos precisamente por el conocimiento técnico y científico, son las que han determinado el sentido de este proceso.


Ya en el siglo pasado Federico Nietzche, apelando a una extraordinaria síntesis, planteo el siguiente contrasentido. Dijo: “pero al hombre no le es dado ser cangrejo, es necesario que avance en la decadencia”. Los admiradores de la actual civilización se niegan a aceptar esta realidad. Tienen la convicción de que el hombre es la medida de todas las cosas y que todo lo que hace está bien, no aceptan otros parámetros que pondrían en evidencia los errores y desaciertos. Tienen concentrada la mirada en los bienes materiales y las maravillas de la técnica y a causa de ello están ciegos para la Luz que pone de manifiesto la finalidad de la vida y delatan los peligros que en la actualidad acechan a la humanidad.


En el caso de que, tomada conciencia colectiva del peligro a que el propio accionar humano nos ha enfrentado y si se decidiera retroceder en el proceso, unos de los escollos más difíciles de sortear sería quizás la dependencia de los sistemas implementados a que ha sido sometido el hombre, los cuales, por otra parte, cada vez lo alejan más del orden superior de la vida y el universo. Es necesario tener en cuenta que el proceso material en que estamos inmersos no está al servicio de los intereses superiores de la humanidad sino que es una consecuencia de determinados intereses los cuales no tienen para nada en cuenta las consecuencias que pueden generar en aspectos más profundos y vitales de la existencia.


Un ejemplo de ello son las consecuencias nefastas que puede tener a determinado plazo la proliferación de los generadores atómicos de energía y los desechos radioactivos que los mismos producen.


Tampoco, como consecuencia de su aplicación especulativa, nuestros conocimientos han seguido el mejor camino: se sabe mucho de lo material pero se ignora o se desestima en gran medida lo espiritual siendo que en este campo hay potencias muy superiores a las físicas; se conocen los más grandes secretos del cuerpo pero se desconoce lo más elemental del alma: se da más valor a los medios que a las finalidades y se confunden los primeros con los objetivos. De este modo se ha conformado una civilización falsa y lo peor es que parece no advertirse: partimos de una premisa falsa y a través de un desarrollo lógico inexorablemente, a causa de ello, llegaremos a un desenlace erróneo ¿será el significado de la manzana del paraíso? El hombre se dejó tentar y la mordió y una vez que lo hizo no pudo evitar comerla. Si es así junto con la manzana el hombre se está devorando así mismo. Pese a ello debemos mantener encendida la fe en la promesa bíblica del triunfo de la verdad sobre el error.


E. A. P.

Revelaciones Marianas


(Tomado de Revelaciones Marianas: revelacionesmarianas.com)

sábado, 16 de abril de 2011

La abominación de la desolación: un sacerdote pro-aborto

Un moderno Judas Iscariote.
Felicitaciones al Arzobispo que prohíbe
las actividades de este propagador de la muerte


DENUNCIADO REITERADAMENTE POR LIFESITENEWS

Sacerdote mexicano proaborto no puede dar conferencias aquí, dice el Arzobispo de Ottawa

Mons.Terrence Prendergast ha cancelado las actividades que el sacerdote mexicano Luis Arriaga, iba a realizar durante el fin de semana en el centro diocesano y en parroquias católicas de Ottawa. Objeta que ha comprobado que las acciones del grupo asociado son «incompatibles con la defensa que hace la Iglesia del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural».

16/04/11 10:47 AM

(Matthew Cullinan Hoffman y John-Henry Westen/ Notifam) El arzobispo de Ottawa, Terrence Prendergast, ha cancelado las actividades de conferencias de un sacerdote mexicano quien lidera un grupo “de derechos humanos”, proaborto luego de investigar personalmente y encontrar que las acciones del grupo asociado son “incompatibles con la defensa que hace la Iglesia del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural”.

El arzobispo canceló las presentaciones programadas del Padre Luis Arriaga, director del Centro para los Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (PRODH), quien iba a presentarse el sábado en el centro diocesano y en parroquias católicas en la arquidiócesis y hasta el fin de semana.

Una noticia en la página web de la arquidiócesis anunció que el arzobispo se había reunido con el Padre Arriaga luego de su llegada a Ottawa, y “discutió con él y con representantes de Desarrollo y Paz, el Centro que apoya a grupos que defienden el aborto”.

“Dado que el apoyo a grupos del Centro que están a favor del derecho al aborto en México es incompatible con la defensa que hace la Iglesia del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural y es incompatible con la misión de Desarrollo y Paz, y en orden a remover cualquier duda sobre este compromiso, las actividades de exposición del Padre Arriaga han sido canceladas”, dijo la declaración.

Como LifeSiteNews ha documentado en informes anteriores, el Padre. Arriaga y el Centro Miguel Agustín Pro Juárez [Prodh] han participado en la defensa del aborto por lo menos desde 2005, firmando numerosas declaraciones a favor del aborto y oponiéndose a una enmienda pro-vida a la Constitución del Estado de Jalisco. Sin embargo, esta agencia de noticias ha sabido recientemente que tanto el Centro como el Padre Arriaga también apoyan personalmente a la organización pro-aborto “Católicas por el Derecho a Decidir”, un grupo condenado por la Iglesia Católica para la promoción de la legalización del aborto y afirmando falsamente que matar a los no nacidos es compatible con la doctrina católica.

En noviembre de 2010, después de llamar “obscena” a LifeSiteNews.com por exponer las actividades de su organización a favor del aborto, el Padre Arriaga compartió el escenario en una ceremonia de entrega de premios con Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, y la pro-abortista Marisa Belausteguigoitia, del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), aplaudiendo a las dos por su trabajo. El premio, que lleva el nombre de la fallecida feminista anti-católica Hermila Galindo, fue otorgado por la Comisión de Derechos Humanos del gobierno de Ciudad de México, que al mismo tiempo otorgó a Arriaga un certificado de “mención especial” certificado por su propio trabajo.

El Padre Luis Arriaga, del Centro (derecha) con Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir (centro), y Marisa Belausteguigoitia, del Programa Universitario para Estudios de Género (a la izquierda)

El evento está anunciado en la misma página web del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, donde la organización dice que “el Centro Prodh se congratula por esta decisión que avala la trayectoria destacada de Consuelo Mejía y del PUEG en la defensa de los derechos de

las mujeres y el impulso a la equidad de género”. Una foto de un sonriente Arriaga recibiendo el premio con Mejía se muestra en el sitio web (NOTA: luego de la publicación de este artículo, el Centro retiró la página de su sitio web. Pero LSN había grabado la página en un PDF, que puede verse aquí)

En un artículo sobre el evento, publicado por el servicio de noticias pro-aborto CIMAC, también se lo cita a Arriaga, diciendo que en la lucha por los derechos de la mujer “reconocemos el apoyo de la actividad llevada a cabo por Consuelo Mejía y el Programa Universitario para Estudios de Género, que nos han enseñado lecciones sobre los nuevos tipos de relaciones humanas, para la consolidación de una sociedad igualitaria”.

En el mismo artículo, Mejía comenta que el premio es importante porque pone de relieve la difícil situación de las mujeres “que se atreven a ejercer su derecho a decidir sobre sus cuerpos”, mientras que la representante del Programa Universitario, Marisa Belausteguigoitia, se queja que “en 17 Estados de la República, las mujeres son obligadas a dar a luz en todas las circunstancias”.

Este evento no fue la primera vez que Arriaga y el Centro de Derechos Humanos participaron en la promoción de “Católicas por el Derecho a Decidir”. Como LifeSiteNews informó en el 2010, Arriaga fue un expositor del panel para la celebración del 15º aniversario de la organización, según la emisora de radio mexicana Radio Bemba (ver artículo en español aquí). Los paneles se organizaron “para reflexionar acerca de la contribución de esta organización [Católicas por el Derecho a Decidir] a la defensa de los derechos humanos de mujeres y jóvenes y los retos que tienen las iglesias en el tema de los derechos sexuales y reproductivos”, según la emisora de radio.

Una historia de activismo pro-aborto

Como LifeSiteNews (LSN) ha informado anteriormente, la organización del Padre Arriaga ha firmado con su nombre numerosas declaraciones a favor del aborto. En el 2008, el Centro firmó una declaración pública, publicada en el diario “Público”, de Guadalajara, que específicamente denunció una propuesta de enmienda constitucional pro-vida, porque con ella “pretende reconocerle titularidad de derechos al concebido no nacido, contra lo que establece nuestro sistema constitucional”, y “eliminaría el derecho de las mujeres de Jalisco a interrumpir un embarazo”.

Se puede encontrar aquí la declaración en español.

La organización también firmó un cierto número de otras declaraciones de “derechos humanos” entre los años 2005 y 2009, las que incluían declaraciones abogando por la despenalización del aborto y la disponibilidad del aborto en hospitales públicos. También es miembro de la abortista “Red de Todos los Derechos para Todos”, que respalda abiertamente la ley de Ciudad de México que legaliza y subsidia el aborto a petición durante las primeras 14 semanas de embarazo. La “Red de Todos los Derechos para Todos” incluye el nombre del Centro Miguel Agustín Pro Juárez en sus pronunciamientos a favor del aborto.

Negaciones no-negadas

Después que LSN expuso por primera vez la firma del Centro de Derechos Humanos en dos declaraciones sobre “derechos humanos” que incluían declaraciones pro-aborto en marzo de 2009, la organización respondió con un breve comunicado afirmando que había firmado los documentos “con la intención de apoyar la causa general de los derechos humanos en México, no para apoyar específicamente la legalización del aborto”. Sin embargo, el Centro no confirmó ni negó que apoya el aborto legalizado.

El Padre Arriaga ofreció luego una entrevista al Catholic Register, el periódico oficial de la diócesis de Toronto, en la que denunció como “obscena” la cobertura de LSN, y dijo simplemente que su grupo no está “concentrado en los derechos sexuales o reproductivos. Ésta no es nuestra especialidad. Nuestra atención se centra en la defensa y promoción de los derechos civiles y políticos”.

Como LSN reveló en una serie de artículos durante los años 2009 y 2010, D&P ha asignado millones de dólares a grupos pro-aborto en varias naciones como parte de su plan 2006-2011. Según D&P, el Centro mismo del Padre Arriaga recibió 24.000 dólares canadienses en los años 2007-2008, y sigue siendo un receptor de financiación, a pesar de la revelación de sus actividades pro-aborto.

Aunque en los últimos meses la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos ha afirmado que los grupos pro-aborto han sido despojados de financiación, la invitación a la exposición de Arriaga y el apoyo permanente de D&P para el Centro Miguel Agustín Pro Juárez indican que Desarrollo y Paz continúa con su política de apoyo a organizaciones pro-aborto.

Un paso importante

La confirmación, por parte del arzobispo Prendergast, de las actividades pro-aborto del PRODH es extremadamente significativa para LSN y para los que han seguido de cerca el escándalo financiero de Desarrollo y Paz durante los dos últimos años.

El Centro Miguel Agustín Pro Juárez es uno de los primeros cinco grupos que LSN identificó como pro-aborto en nuestro informe inaugural sobre el escándalo, presentado en el 2009. Éste fue uno de los cinco grupos investigados – y absueltos de toda malicia – por una delegación de obispos canadienses (conducidos por el personal de Desarrollo y Paz) que fue a México para tratar de determinar la veracidad de los informes de LSN.

El informe sobre la conclusión de la investigación, firmado por los dos obispos que investigaron y rubricado por James Weisgerber, en ese entonces presidente de la Conferencia de Obispos Canadienses, afirmó que “creemos que los alegatos presentados por Lifesite News… no están fundamentados en hechos concretos”.

El informe, nunca desmentido o corregido a pesar de los hallazgos posteriores de otros numerosos grupos pro-aborto financiados por Desarrollo y Paz, más evidencia adicional y altamente incriminatoria sobre los grupos originales, golpeó a LSN calificándolo como un “anti-testimonio del Evangelio”.

El arzobispo Prendergast es el primer Obispo canadiense en haber afirmado públicamente que un grupo asociado a Desarrollo y Paz está actuando en forma incompatible con el derecho a la vida.

Anteriormente, un arzobispo peruano emprendió también una investigación independiente sobre grupos en su país financiados por Desarrollo y Paz, el brazo de la caridad de la Conferencia Episcopal canadiense.

En una carta fechada el 28 de mayo de 2009, el arzobispo peruano Antonio Eguren solicitó “formalmente” que los obispos de Canadá dejaran de financiar grupos pro-aborto en su país: “es muy perturbador tener grupos que trabajan contra los Obispos de Perú mediante el intento de socavar la protección legal del derecho a la vida de los niños concebidos no nacidos, financiados por nuestros hermanos obispos de Canadá” (texto completo de la carta, en inglés, en http://www.lifesitenews.com/ldn/2009_docs/Perubishopsletter.pdf).

Versión original en inglés en http://www.lifesitenews.com/news/ottawa-archbishop-dp-partner-acts-against-right-to-life-speaker-cancelled

(Artículo extraído de InfoCatólica: infocatolica.com)

martes, 5 de abril de 2011

Hace una promesa a Dios y salva 70 niños


El vietnamita Tong Phuoc Phuc

La historia de un hombre que, por tener fe y hacer un voto a Dios en un momento trágico, ha salvado la vida de decenas de niños y cambiado la vida de sus madres.

Rafaela de Frullone/La bussola quotidiana

¿Cuántas veces, sobre todo en momentos de necesidad, rezamos al Señor con ardor pidiéndole una gracia y haciendo un voto? “Señor, si me concedes esta gracia, te prometo que de hoy en adelante me comprometo a …”, “Señor, si me concedes lo que te pido, te prometo que renuncio a …” ¿Y cuántas veces después el voto ha quedado incumplido y de nuestras promesas no han quedado más que palabras vacías?

Hoy os contamos la historia de un hombre que, por tener fe y hacer un voto a Dios en un momento trágico, ha salvado la vida de 70 niños y cambiado para siempre la vida de sus madres.

Tong Phuoc Phuc es un vietnamita de 44 años. En 2001 vivía en la ciudad costera de Nha Trang con la mujer que esperaba a su primogénito. El embarazo, sin embargo, presentaba complicaciones tales que ponían en serio peligro la vida de la madre y del niño. He aquí que entonces Phuc empieza a rezar, e incesantemente pide al Señor que el hijo nazca sano y que su mujer sobreviva al parto: “Si me concedes esta gracia, Señor, - suplicaba – te prometo que me comprometo a ayudar a los demás”.

No sabía entonces cuánto cambiaría aquella promesa su vida y muchas otras vidas. El parto se desarrolló sin problemas y el niño nació sanísimo, mientras que para recuperarse la mujer de Phuc tuvo necesidad de una larga estancia en el hospital por las complicaciones de su embarazo. Fue en aquella etapa cuando Phuc notó algo extraño: “Veía a muchas mujeres entrar en el hospital con su barriga y salir sin su niño. Cuando comprobé que todas aquellas mujeres habían abortado, quedé conmovido y decidí que definitivamente debía hacer algo.

Desde aquel día Phuc, que trabajaba como albañil, empieza a ahorrar para conseguir comprar un pequeño trozo de terreno fuera de la ciudad. Después comienza a recuperar los fetos abortados en los hospitales y en las clínicas para darles sepultura en el terreno y poder rezar por ellos. Al principio los médicos y enfermeros pensaban que estaría loco; también la esposa estaba perpleja, sobre todo por la idea de construir un cementerio para fetos. Pero Phuc estaba seriamente convencido y con constancia y determinación llamaba a las puertas de los hospitales y se llevaba los pequeños cuerpos abortados, hasta el punto que hoy son 9.000 los niños no nacidos sepultados en su cementerio. “Estos niños tienen un alma, - dice – y no quiero que su alma vague en la nada sin que nadie rece por ellos”.

Pero la parte más extraordinaria del voto de Phuc estaba todavía por llegar. En Vietnam el aborto está muy difundido. El país asiático en 2010 ha entrado en la clasificación de los diez estados con la más alta difusión de la interrupción de embarazos, fenómeno que interesa, sobre todo, a las jóvenes de menos de 19 años. En 2006, solamente en el hospital Ho Chi Minh City, han sido practicados 114.000 abortos, número muy superior al de nacimientos. Desgraciadamente muchas mujeres vietnamitas ven el aborto como una elección obligada desde el momento que viven una situación de extrema pobreza; las menores de edad además temen no lograr el desarrollo del niño, dado que a las relaciones prematrimoniales siempre sigue un alejamiento de la joven por parte de la familia. No solamente eso, sino que también influye el número de abortos de las hijas, práctica a la cual los maridos obligan a las mujeres que no llevan en su seno un heredero masculino.

He aquí que entonces Puch decide abrir la puerta de su casa a las madres en dificultad, acogiéndolas al mismo tiempo que a sus pequeños. El albañil les garantiza un techo y la comida hasta el nacimiento del niño y se compromete a acoger y educar al niño hasta el momento en el cual la madre pueda cuidar del mismo. Del 2001 hasta hoy son 70 niños a los cuales ha salvado la vida, 70 las mujeres a las cuales ha conseguido evitarles el drama del aborto, solamente hablando con ellas cuando se acercaban al hospital con la intención de interrumpir su embarazo. Al menos la mitad de estas mujeres han pasado su embarazo y los primeros meses del niño en uno de los dos apartamentos que Puch ha preparado en el transcurso de los años, gracias también a los numerosos ofrecimientos recibidos de quienes han llegado a tener conocimiento de su historia.

“A veces llego a tener entre 10 y 13 mamás que viven aquí con sus niños naturalmente. Cuando las camas de que dispongo están ocupadas, duermen sobre el pavimento. Es difícil también para ellas, pero en cuanto se dan cuenta de la alegría de la que se verían privadas renunciando a un hijo y del drama que les tocaría vivir, afrontan todo con un espíritu optimista. Busco solamente dar a los otros la misma alegría que el Señor me ha dado a mi”.

Le resta importancia Tong Phuoc Puch, recita nanas a un niño mientras acaricia a otro, tranquiliza a sus madres y las hace sentirse parte de una única y gran familia. Todas las mañanas cuida losa detalles del cementerio que acoge los fetos como si fuese un maravilloso jardín, se para delante de la estatua de la Virgen María y reza, después trabaja, vuelve a casa y cuida de todas las vidas que ha salvado o cambiado. Una historia extraordinaria, todavía más extraordinaria si se piensa cómo ha comenzado, con una súplica al Señor, con una gracia obtenida, con una promesa mantenida.

[Traducción José Martín]

(Tomado de religionenlibertad.com)