El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

jueves, 29 de diciembre de 2011

Valiente y enérgica declaración de la Iglesia en el NOA a favor de los niños por nacer


La Iglesia en el NOA se expresó de modo rotundo y enérgico 
en contra del aborto y de la eutanasia.
Favorable saldo pro-vida en el balance del año 2011

En momentos en que, desde la “cultura de la muerte” arrecian los ataques contra la vida humana, en todas sus fases y estadios, desde el momento mismo de la concepción, es necesaria una urgente respuesta por parte de quienes están llamados a defender la “cultura de la vida”.
El Santo Padre Benedicto XVI se ha pronunciado en repetidas oportunidades en este sentido, y es así como la Iglesia que peregrina en el Norte Argentino, demostrando una vez más fidelidad al Magisterio pontificio, organizó dos importantes eventos en las ciudades de Salta y Tucumán, para salir en defensa de aquellos que no tienen voz, como los niños por nacer y los pacientes desahuciados, candidatos a la eutanasia.
            En la ciudad de Salta, entre los días 23 y 24 de septiembre pasados, se desarrolló el I Congreso Internacional por la Vida y la Familia, el cual contó con la participación de obispos del NOA, además de la presencia del Secretario del Pontifico Consejo para la Familia, S.E.R. Mons. Jean Laffitte.
            Por otra parte, al día siguiente, Domingo 25 de septiembre, en Tucumán, en la Casa Histórica, se llevó a cabo el Encuentro de Parlamentarios por la Vida, el cual contó con la presencia de la senadora nacional por San Luis, Liliana Negre de Alonso, la diputada por Buenos Aires, Cynthia Hotton, el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, el obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, los enviados del Estado del Vaticano, Jean Laffitte y Carlos Simón Vázquez, secretario y subsecretario Pontificios del Consejo de Familia, respectivamente.
También estuvieron presentes diputados nacionales por Tucumán, legisladores, concejales, empresarios y titulares de organizaciones intermedias de la provincia.
En el encuentro, realizado en el Salón de la Jura de la Independencia, los asistentes firmaron un documento denominado “Protocolo por la Vida y la Familia”, por el que se comprometieron a reconocer el derecho a la vida desde la fecundación hasta la muerte natural. Además, rechazaron cualquier propuesta que “busque despenalizar o promueva el aborto y la eutanasia”.
En el inicio del acto, fue el Sr. Arzobispo de Tucumán quien anticipó el rechazo al aborto, llamándolo “crimen” y advirtiendo que “algunos pretenden legitimarlo como si fuera un derecho”. Al mismo tiempo, sostuvo que “la eliminación del niño por nacer no es el camino para solucionar los problemas”, sino “una apuesta por salvar las dos vidas desde una concertada y amplia acción política y social materno-infantil”.
Fundamenta la posición del Sr. Arzobispo la convicción profunda e inamovible de la Iglesia Católica de que el embrión no es ni un “órgano de la mujer”, ni un “tejido biológico organizado”, tal como lo sostiene el Santo Padre Benedicto XVI: “(el embrión) “no es una acumulación de materia biológica sino un ser vivo, dinámico, maravillosamente ordenado, un nuevo individuo de la especie humana” (27 de noviembre de 2010).
El hecho de haber firmado el Protocolo por la Vida en el Salón de la Jura de la Independencia, no es una mera anécdota, sino que posee un fuerte simbolismo, ya que desde la cuna misma de la Patria, desde el lugar en donde se originó el ser nacional, la Iglesia, respondiendo al pedido del Santo Padre, rechaza rotundamente las amenazas mortales que se ciernen sobre la vida humana, principalmente el aborto y la eutanasia.
Además, los actos mencionados sientan las bases para una ulterior profundización en la defensa de la vida, llamando a la reflexión y a la toma de conciencia, por parte de la población en general, de los inicuos proyectos de leyes anti-vida que han sido presentadas para su tratamiento en ámbitos legislativos.
De esta manera, la Iglesia en el NOA se hace eco de las palabras del Santo Padre, que pide a los “responsables”, hombres y mujeres de buena voluntad, “hacer todo lo posible” para “defender la vida”: “Exhorto a los protagonistas de la política, de la economía y de las comunicaciones sociales (medios) a hacer todo lo posible” por defender la vida y “crear las condiciones favorables y de redes de apoyo para la acogida (de la vida) y su desarrollo”.  

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Irracional sentencia de muerte a niños en gestación con riesgo de Sida


Europa, caracterizada por ser en durante varios siglos cuna de grandes pensadores, filósofos y humanistas, ha demostrado, desde un tiempo a esta parte, haber retrocedido a pasos agigantados en todo aquello que hizo de este continente un faro espiritual y moral para la humanidad.
Hace unos días el Parlamento Europeo aprobó una resolución para combatir el SIDA que propone el aborto de los niños no nacidos que estén en riesgo de contraer la enfermedad. ¿Puede concebirse tamaño despropósito? ¿En qué se fundamenta esta injusta ley que condena a muerte a un niño en gestación por el solo hecho de "estar en riesgo de contraer el Sida?
¿Qué clase de médico es aquél que, para disminuir la incidencia de una enfermedad -en este caso, el Sida-, acude a la muerte de una persona humana, de un niño indefenso? ¿Qué clase de legislador es el que aprueba semejante ley?
Por otra parte, si quieren combatir el Sida, ¿cómo pretenden hacerlo legalizando el asesinato de niños en riesgo de padecer el síndrome -ni siquiera lo han contraído- al mismo tiempo que favorecen la propagación del Sida promoviendo el uso del preservativo?
¿Cómo puede ser que alguien piense que las tasas de infección por Sida disminuirán asesinando niños en riesgo de contraer el síndrome?
¿Puede caber tamaña incongruencia en la mente de médicos, legisladores, políticos, industriales, estadistas?
Lamentablemente, sí puede caber tamaña incongruencia. El Parlamento Europeo es una muestra cabal de que la estupidez humana es infinita.
En el día de los Santos Mártires Inocentes, tristemente, el genocidio continúa a manos de los modernos Herodes...
(Fuente: http://eligelavidanet.blogspot.com/)