El Papa Francisco presidió, en 2007, la redacción de lo que se conoce como Documento de Aparecida, informe conclusivo de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe que se celebró en el santuario de Nuestra Señora Aparecida, Patrona de Brasil. En este documento se declara, en el punto 436, lo siguiente:
«Esperamos que los legisladores, gobernantes y profesionales de la salud, conscientes de la dignidad de la vida humana y del arraigo de la familia en nuestros pueblos, la defiendan y protejan de los crímenes abominables del aborto y de la eutanasia; ésta es su responsabilidad.
Por ello, ante leyes y disposiciones gubernamentales que son injustas a la luz de la fe y la razón, se debe favorecer la objeción de conciencia.
Debemos atenernos a la “coherencia eucarística”, es decir, ser conscientes de que no pueden recibir la sagrada comunión y al mismo tiempo actuar con hechos o palabras contra los mandamientos, en particular cuando se propician el aborto, la eutanasia y otros delitos graves contra la vida y la familia. Esta responsabilidad pesa de manera particular sobre los legisladores, gobernantes, y los profesionales de la salud»".
(extraído de: http:eligelavidanet.blogspot.com.ar)
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