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lunes, 19 de mayo de 2014

Así destruye a la gente la ideología de género: la realidad estremecedora de su inventor, John Money


Así destruye a la gente la ideología de género: la realidad estremecedora de su inventor, John Money
El doctor John Money, padre de la ideología de género que adoptaron luego feministas y lobbies gay, experimentó y dañó a los niños de la familia Rainer, y más
La Editorial San Pablo en Italia, catorce años despúes de su publicación en inglés en el año 2000, ha traducido y publicado As Nature Made Him. The Boy Who Was Raised as a Girl (“Como la naturaleza lo hizo. El niño que creció como una niña”). 

El título, en italiano, reza así: Bruce Brenda e David. Il ragazzo che fu cresciuto come una ragazza(“Bruce Brenda y David. El chico que creció como una chica”).

En las primeras tres palabras se recoge el sentido de este caso: tres nombres, una única persona. 

El autor es un periodista estadounidense, John Colapinto, que transformó en libro sucélebre investigación, publicada por primera vez en diciembre de 1997 en Rolling Stone


El caso, que en Estados Unidos fue muy sonado, es desconocido en Italia [y en España, nota de ReL], pero merece que hagamos un recorrido por el mismo, porque es la base de la denominada teoría de género. 

Nacen dos gemelos, a uno lo operan mal
El 22 de agosto de 1965 nacieron en el hospital St. Boniface de Winnipeg (Canadá) dos gemelos idénticos, Bruce y Brian Reimer. Ambos tenían un problema de fimosis en el pene, por lo que fue necesaria una circuncisión, operación sencilla y de rutina, a la que los padres, Ron y Janet, dieron su consentimiento sin problemas. 

El 27 de abril de 1966, el día de la operación, una insólita tormenta de nieve se abatió sobre Winnipeg, presagio shakespeariano de lo que habría de suceder, pues enmarca el accidente que afectó al pequeño Bruce. Por un error increíble, quemaron su pene. «Se separó en trocitos» y «desapareció completamente».

El dotor Money, inventor de la ideología de género
Los padres, desesperados, tras una serie de consultas médicas se pusieron en manos de John Money, un médico del que habían oído hablar en la televisión por sus milagros de «reasignación sexual» que llevaba a cabo en el Johns Hopkins Hospital de Baltimore. 

Money era ya entonces uno de los investigadores en sexología más respetados del mundo. 

Con un discurso brillante y una inteligencia sofisticada, era el creador de la ideología de género, basada en la idea de que la identidad de una persona no está fundada en los datos biológicos del nacimiento, sino en las influencias culturales y el ambiente en el que crece.

Money, que guiaba la clínica pionera en cirugía transexual de Baltimore, estuvo encantado de ocuparse del pequeño. 

El bebé, cobaya para el científico ideólogo
Bruce era la cobaya que él estaba esperando para demostrar la bondad de sus teorías, un pequeño varón sin pene al que podía transformar en una niña.

Ya entonces, el doctor era un asiduo de los platós televisivos, desde los que argumentaba a favor del «matrimonio abierto, del nudismo y de otras formas de cultura sexualmente desinhibida». 

Definido por el New York Times como un «agente provocador de la revolución sexual»,defendió la película porno Garganta profunda y firmó editoriales sobre la «nueva ética del sexo lúdico»

Animaba a sus pacientes a experimentar con todo tipo de deseo sexual, incluida la «lluvia dorada» (orinarse encima durante la relación sexual), la coprofilia, las amputaciones y el autoestrangulamiento. Para Money no eran perversiones, sino «parafilias». 

Cuando la pedofilia no se veía tan mal...
En abril de 1980 explicó en la publicación Time que una experiencia de pedofilia «no tenía necesariamente una influencia negativa sobre el niño».

Durante toda su carrera este hombre fue reverenciado, recibiendo homenajes, numerosos reconocimientos y premios, además de sabrosas subvenciones. 

Creó la primera clínica para la identidad de género, celebrada por las mayores y más importantes revistas estadounidenses e internacionales. 

Hoy sus estudiantes y protegidos, cuenta Colapinto, «ocupan posiciones preeminentes en algunas de las universidades, instituciones de investigación y revistas científicas más estimadas de los Estados Unidos».

El doctor "me parecía un dios", dice la madre
Hasta conocer a Bruce, el campo de acción de Money se había limitado a los hermafroditas. El niño fue para él su ocasión dorada. 

Cuando Ron y Janet, que entonces tenían sólo 20 y 21 años, le conocieron, se quedaron fascinados por el personaje. «Me parecía un dios», dice ella. 

El médico les explicó que le podía dar al niño una vagina que funcionara perfectamente, pero que necesitaba su colaboración para que Bruce se convirtiese en niña

Era importante que la vistieran como una niña, que no le cortaran el pelo, que hicieran lo posible para que ella se sintiera “una ella” y no “un él”. Así tendría una vida feliz.

Primer paso: castrar al niño
El 3 de julio de 1967 Bruce fue castrado por el Dr. Howard Jones, un colaborador de Money que seguidamente lo abandonó para emprender una profesión más remunerativa:abrió en Virginia la primera clínica para la fecundación in vitro

De este modo, Bruce se convirtió en Brenda. Durante los primeros años, Ron y Janet se lanzaron de cabeza en esta empresa. 


El niño que fue llamado Bruce al nacer, 
reconvertido por el doctor Money en la niña Brenda

Pero algo no iba bien. La pequeña Brenda ignoraba las muñecas que le regalaban, adoraba pelear con sus amiguitos, construía fuertes en lugar de peinarse delante del espejo.En el baño, hacía pipí de pie.

Los primeros años de colegio empeoraron muchísimo la situación. Brenda empezó a ser especialmente violenta y la suspendieron. 

Vendiendo el "éxito"
Mientras tanto, en 1972, Money publicó su libro Man & Woman, Boy & Girl(Hombre y Mujer, Niño y Niña), en el que puso al mundo al corriente del extraordinario «caso de los dos gemelos». 

El volumen describía el experimento como un «rotundo éxito». Era la «prueba concluyente» de que «no se nace varones o hembras, sino que uno se convierte en varón o en hembra».

El caso tuvo resonancia mundial. Adoptada por el movimiento feminista, la obra fue alabada en las primeras páginas del Time y del New York Times Book Review, lo que dio a su autor la indiscutible celebridad de un gurú. 

Sus tesis, se escribió entonces, tendrían sobre la historia de la humanidad una influencia comparable a la «teoría de la evolución de Darwin».


El mundo adoptó la nueva ideología
Sólo un desconocido investigador llamado Milton Diamond se atrevió a expresar su perplejidad ante el caso. Pero fue ignorado. Al contrario, «el caso de los gemelos de Money fue decisivo para que se aceptara universalmente no sólo la teoría según la cual los seres humanos son, cuando nacen, psicosexualmente modelables, sino también la cirugía de reasignación sexual como tratamiento para los niños con genitales ambiguos o dañados. El método, que antes se realizaba sólo en el Johns Hopkins, se difundió rápidamente y hoy se lleva a cabo en casi todos los principales hospitales del país».

Sin embargo, la realidad iba en otra dirección muy distinta. 

Brenda seguía comportándose «como un marimacho», defendía a su hermano en las peleas y le costaba estar con sus amigas. 

Los experimentos de Money
Periódicamente, los dos hermanos iban a la clínica de Money para ser sometidos a unos estresantes test psicológicos. 

Durante estas sesiones, a los dos gemelos de seis años se les mostraban imágenes de sexo explícitas «para reforzar su identidad/rol de género». 

Los dos hermanos estaban obligados a simular actos sexuales entre ellos

En una ocasión, el Dr. Money «les hizo una foto con una Polaroid».

Para Brenda, estas sesiones, a las que se tenía que someter también sola, eran una tortura. 

En sus sueños imaginaba que era un veinteañero «con bigotes», pero tenía miedo de decírselo a sus padres por temor a desilusionarlos. 

De hecho, Ron y Janet, frustrados por el comportamiento de la niña, intentaban por todos los medios aplicar los consejos de Money: se paseaban desnudos por la casa, iban acampamentos de nudistas, presionaban a la pequeña para que asumiera actitudes femeninas. 

El precio de la ideología
Todo ello les llevó a un agotamiento nervioso: Janet intentó suicidarse, Ron empezó a beber

Money, mientras tanto, publicó un nuevo libro de éxito (Sexual Signatures, "Características sexuales") en el que volvió a hablar de Brenda, que «estabaatravesando felizmente su infancia como una verdadera chica».

La realidad es que Brenda, con once años, empezó a tener instintos suicidas. 

Los asistentes sociales y los médicos de su ciudad entendieron que algo no iba bien, pero la fama de Money era demasiado grande para poder ensombrecerla. 

Brenda transcurrió su infancia pasando de un psicólogo a otro. 

A los doce años empezó el tratamiento con estrógenos para hacer crecer el pecho.  

En la última visita que tuvo en el estudio del Dr. Money tuvo un encuentro con un transexual que le magnificó las ventajas de la operación quirúrgica de cambio de sexo.Brenda huyó y les dijo a sus padres que si la obligaban a volver «se suicidaría».

Ser una "chica" sin el doctor Money
Aunque ya alejada del médico, Brenda siguió teniendo una vida difícil. En el colegio la llamaban «gorila» y algunos periodistas empezaron a interesarse en ella. En 1977, un equipo de la BBC fue a Winnipeg para hablar con sus médicos. Todos confirmaron la misma impresión: Brenda no era la «chica feliz» de la que hablaban los best-sellers de Money. 

El mismo doctor, contactado por la BBC, se negó a ver a los periodistas, cerrándoles la puerta en las narices. El documental, titulado The First Question (La primera pregunta), emitido el 19 de marzo de 1980, pasó inadvertido.

Algunos días antes, el 14 de marzo, Ron le había revelado a su hija su historia. Como relata Colapinto, Brenda «se sintió aliviada» porque por fin entendió que «no estaba loca». La primera pregunta que le hizo a su padre fue: «¿Cuál es mi nombre?».

Volver a ser varón
Brenda decidió volver a su sexo biológico. Eligió llamarse David porque este es el nombre «del rey asesino de gigantes de la Biblia», el niño que combate y vence al poderoso Goliat. 

Empezó a inyectarse testosterona, le crecieron los primeros pelos en el rostro, a los dieciséis años se sometió a la primera operación para la creación del pene. Mientras esperaba la mayoría de edad, permaneció escondido dos años en el sótanode su casa. 

A los dieciocho años pudo entrar en posesión del dinero que el St. Boniface Hospital le había concedido como indemnización y adquirió una furgoneta equipada con todas las comodidades, a la que bautizó según el fin que tenía que tener: «Furgoneta para copular».

La cosa no fue así. David no tenía capacidad de erección y la cosa se supo entre sus amigos.

Intentó de nuevo el suicidio dos veces. 

A los veintidós años se sometió a una faloplastia y, dos años después, tuvo su primera relación sexual. Pero aún era profundamente infeliz.


David Raimer, después de rechazar su feminización

Algo novedoso: orar
Colapinto relata que en el verano de 1988 David hizo «algo que no había hecho antes: acabé rezando. Dije: “Tú sabes que he tenido una vida terrible. No tengo intención de quejarme contigo porque Tú debes saber porque me estás haciendo pasar por todo esto.Podría ser un buen marido, si se me diera la posibilidad”».

Dos meses después conoció a Jane, una madre soltera que había tenido tres hijos de tres hombres distintos. Se enamoraron. David vendió la inutilizada furgoneta para copular y compró un anillo de brillantes. Se casaron el 22 de septiembre de 1990.

Una ideología que traía financiación
Milton Diamond, el primer investigador que contestó las tesis de Money, asestó un duro golpe a su credibilidad. Money, aunque ya no hablaba del caso de los gemelos, seguía sosteniendo las tesis de género que continuaron facilitándole grandes financiaciones, también públicas. 

Pero en 1994, Diamond, después de haber conocido a David, escribió un artículo para desvelar la realidad sobre el “caso de los dos gemelos”

La tesis del texto era que, aunque la educación tenía un papel importante al plasmar la identidad, ésta es fruto del dato biológico concedido por la naturaleza. Diamond tardó dos años en encontrar una revista que aceptara el texto y cuando apareció fue una bomba.

David concedió algunas entrevistas en la televisión con el rostro escondido. Después acepto la petición de reunirse con Colapinto por el simple motivo que éste trabajaba para Rolling Stone y a David le gustaba el rock’ n’ roll.

Se destapa la verdad
Para Money – «Hot Love Doctor» (Doctor Amor Caliente, ndr), como lo llamaban los periódicos – empezó el declive. 

En el Johns Hopkins se nombró como director de psiquiatría a Paul McHugh, un católico orgulloso de serlo, que puso en marcha una investigación sobre cincuenta transexuales tratados en la clínica para la identidad sexual del Hopkins desde su fundación en 1966. Ninguno de ellos había sentido ningún beneficio. 

Se cerró la clínica, a pesar de las inútiles protestas de la comunidad transgender. 

Sin embargo, en 1997 Money obtuvo un reconocimiento como «uno de los más grandes investigadores del siglo en el campo de la sexualidad». Falleció el 7 de julio del 2006 en Towson.

La familia Reimer nunca sanó
Los demonios no dejaron de perseguir a la familia Reimer. Solo Ron, después de un periodo dificil vinculado al alcohol, consiguió retomar las riendas de su vida. 

Janet siguió sufriendo profundas crisis depresivas. 

Brian tuvo varios fracasos matrimoniales y pasó por las drogas y el alcohol. Se suicidó en 2002. 

David, después de la muerte de su hermano, no fue el mismo. La empresa en la que trabajaba cerró, peleó con su mujer. El 4 de mayo de 2004 condujo hasta un parking aislado y se disparó en la cabeza. Tenía 38 años.

El Doctor Money y los mártires de la locura de la ideología de género




Un libro cuenta la tragedia de los hermanos Reimer

Qué alegría en la familia Reimer cuando el 22 de agosto de 1965 nacieron los dos gemelos homocigóticos Bruce y Brian, dos hermosos varones que, como todos los bebés, nacieron con ese aire inocente de quien no puede imaginar qué aventuras, qué alegrías y qué dolores afrontarían en esta vida.
 
Nadie, en aquel momento, habría sido mínimamente capaz de sospechar las terribles y atroces vicisitudes que les esperaban a los dos pequeños recién nacidos de Winnipeg (Canadá).
 
Los ingredientes que estropearon la existencia de las dos criaturas fueron un torpe error quirúrgico digno de los peores casos de malsanidad junto con la intervención de un loco doctor, más interesado en confirmar sus teorías supuestamente científicas que en el bienestar de sus pacientes: el psicólogo y sexólogo neozelandés John William Money.
 
Un trágico error. Cuando tenían cerca de siete meses de vida, a los gemelos se les diagnosticó un problema de fimosis fácilmente soluble con una pequeña operación. Lo que tenía que ser una simple operación quirúrgica de circuncisión se convirtió en una tragedia cuando, debido a un error del médico o al mal funcionamiento del cauterizador eléctrico, el órgano sexual del pequeño Bruce se quemó y quedó irremediablemente comprometido. Fue así como el pequeño Bruce perdió el uso del pene, abrasado por error, y emprendió su doloroso “calvario”.
 
El encuentro con el “Doctor Dinero”
 
Fue en ese momento cuando los padres, desesperados por la situación del pequeño Bruce se encontraron con el fundador de la “teoría del género”, el doctor John William Money (que en español podríamos traducir como “el doctor Dinero”).
 
En febrero de 1967 lo vieron en un programa de televisión: el psicólogo se presentaba como una lumbrera, un pionero en el campo del cambio de sexo; fue uno de los primeros en oponer el “género” al sexo biológico y en afirmar, con pretensión de rigor científico, que la cultura y la educación pueden imprimir en el individuo un proyecto distinto del que la naturaleza ha previsto. En otros términos: si es la naturaleza la que establece el sexo biológico, el género es decidido por la persona, “creado” y reforzado desde el exterior (prescindiendo del patrimonio sexual genético) a través de operaciones quirúrgicas, tratamientos hormonales y – sobretodo –  una educación social y cultural hacia el “género” escogido.
 
Después de haber tratado a personas afectadas por hermafroditismo, Money empezó a experimentar sus teorías realizando verdaderos cambios de sexo, convirtiéndose en el experto numero uno en el campo de la reasignación sexual y dirigiendo la administración de la primera clínica, a nivel mundial, destinada a estas intervenciones.
 
Una pésima idea. Los padres desesperados por el futuro de Bruce e impactados por la seguridad con la que se presentaba el doctor Money, decidieron encontrarse con él y encomendar a su experiencia el caso de los dos gemelos.
 
La desesperada necesidad de ayuda de Ron y Janet coincidió con la exigencia de experimentos y de afirmación profesional por parte del doctor Money, que no quiso perder esa apetecible ocasión de poner en práctica sus teorías con el pobre Bruce.
 
Money les aconsejó una reasignación de sexo y comenzó a intervenir sobre el pequeño (de dos años) cambiando primero su nombre por Brenda, empezando una terapia hormonal y finalmente imponiéndole una vida de niña a través de vestidos, juegos, maneras y actitudes femeninas.
 
En julio de 1967 Bruce fue operado: le implantaron mediante cirugía una vagina rudimentaria. De esta forma, el pequeño cuerpo de Bruce (¡de dos años!) fue transformado en un cuerpo femenino.
Además, el doctor decidió encontrarse con los dos gemelos una vez al año para evaluar el estado de su experimento. Después de algunos años fue el mismo joven quien afirmó: “Fue una especie de lavado de cerebro”.
 
Los aplausos del mundo y el drama interior
 
En 1972, en un libro llamado Man&Woman, Boy&Girl, el doctor Money expuso con orgullo y triunfalismo sus resultados: había sido capaz de crear con éxito una identidad femenina en un niño que había nacido varón a todos los efectos.
 
Con esto, Money ofrecía la “prueba conclusiva” de que “no nacemos varones o mujeres, sino que nos convertimos en tales”. Sus estudios y sus experimentos llamaron la atención y la aprobación del mundo académico y de la prensa no especializada: el mundo entero admiraba los descubrimientos sensacionales del doctor Money; muchos sectores progresistas, como el movimiento feminista y los círculos homosexuales creyeron encontrar una base científica para sus batallas hacia la liberación del esquema tradicional varón-mujer establecido por la naturaleza.
 
Sin embargo, detrás de este aparente éxito, el drama vivido por Bruce-Brenda desmentía los resultados planteados por el doctor Money. Brenda actuaba como varón, se sentía incómodo en la ropa femenina, quería jugar con los juegos de su hermano, tenía voz masculina y orinaba de pie.
 
Con el paso de los años, empezó a entender que era distinto a los demás, algo estaba mal en él, algo que nadie le había contado. El hermano Brian recordando a Brenda afirmó: “Si digo que no había nada de femenino en Brenda... es que no había nada de nada”.
 
La situación se cae a pedazos y surge la verdad 
 
De nada sirvieron los consejos de Money, la situación de Bruce-Brenda siguió degenerando. Los encuentros entre el doctor Money y el pequeño paciente se volvieron siempre más íntimos e invasivos: lenguaje explícito, visión de imágenes y películas pornográficas, simulación de relaciones sexuales, los gemelos eran obligados a desnudarse para comparar sus cuerpos...
 
El doctor propuso a los padres unas visitas psiquiátricas, le diagnosticó una depresión a Brenda, afirmó que tenía tendencias bisexuales u homosexuales porque sentía atracción hacia las mujeres, les aconsejó andar desnudos por casa y participar en círculos nudistas.
 
A la edad de 12 años empezó el bombardeo hormonal para desarrollar en Brenda los rasgos femeninos, pero el niño, además de rechazar los medicamentos, comenzó a comer sin medida para disimular las caderas y los pechos que empezaban a crecer.
 
En 1978 después que el doctor Money le organizó a Brenda un encuentro con un transexual, el niño – que ya sufría ataques de pánico, ansiedad y síntomas relacionados con el suicidio – decidió poner fin a las sesiones de terapia, amenazando con quitarse la vida si le hubieran obligado a ver nuevamente al doctor.
 
“¡Quiero volver a ser varón!”
 
Al fin los padres le desvelaron a Brenda su secreto; al conocer la verdad sobre su historia Brenda decidió volver a ser tal como la naturaleza le había hecho: un varón.
 
Muchas operaciones quirúrgicas restablecieron sus órganos sexuales, eliminó los pechos y cambió nuevamente de nombre: en 1980 inició una nueva vida con el nombre de David.
 
Después mucho sufrimiento interior y de distintas cirugías faloplastias (operaciones de reconstrucción del pene y de los testículos), David se casó con Jane, madre de tres hijos, pero dentro de sí albergó durante toda la vida los conflictos y las heridas atroces que esa triste infancia le había causado.
 
Mártires de la ideología de género 
 
El 5 de mayo de 2004, a sus 38 años, David se quitó la vida disparándose en su coche en el aparcamiento de un supermercado. Lo que hizo precipitar la situación fue la imprevista muerte de su hermano Brian, quien fue encontrado muerto en su apartamento en la primavera de 2002 después de haber asumido un mix letal de antidepresivos y alcohol.
La depresión llevó a Brian a perder el trabajo, a separarse de su mujer y a refugiarse en el alcoholismo.
 
Un trágico epílogo para la vida de los dos gemelitos de Winnipeg inmolados sobre el altar de la teoría de género, utilizados como cobayas para los horribles experimentos del doctor Money y su batalla socio-política, víctimas inocentes de una ideología que hoy, en 2014, vuelve a estar de moda y es elevada como modelo por los políticos, profesores, maestros y médicos de nuestra sociedad.
 
El libro incómodo 
 
Fue gracias al interés del periodista canadiense John Colapinto (Toronto, 1958) como la verdadera historia de los gemelos Reimer se hizo pública sin tergiversaciones ni vicios ideológicos, por primera vez en un artículo en la revista Rolling Stones en 1998, después de 30 años del suceso.
 
Tal artículo causó mucho ruido en todo el mundo porque presentaba una versión de la historia diferente de la que había sido contada por el mismo Money; pero ya el doctor Milton Diamond había demostrado el fracaso del experimento sobre Bruce, en un artículo especializado publicado en la revista Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine. 
 
Todos los detalles de la historia fueron reunidos y presentados a un público más amplio con el libro As Nature made him (“Como la naturaleza lo hizo”) publicado por Colapinto en el año 2000.
 
Finalmente hoy, gracias a la editorial San Pablo, el libro ha sido traducido y publicado en italiano con el título de Bruce, Brenda e David (San Paolo 2014): un documento imprescindible para el debate sobre la ideología de género que en este tiempo se ha encendido vivamente en Europa y en nuestro país, un documento che valdría la pena traducir también en español.
 
Por Miguel Cuartero Samperi - Aleteia Italia
Traducción: María Cuartero Samperi
 
Bibliografia esencial:
Geoff Rolls, Casi classici della psicologia, Springer Verlag 2011.
Colapinto John, Bruce, Brenda e David. Il ragazzo che fu cresciuto come una ragazza, San Paolo 2014.
Nature or nurture? Natura o educazione? La storia di Bruce, il bambino cresciuto come Brenda.
Así destruye a la gente la ideología de género: la realidad estremecedora de su inventor John Money.







miércoles, 7 de mayo de 2014

La comunista Claudia Pascal, ministra de Mujer en Chile, anuncia la legalización del aborto


La comunista Claudia Pascal, ministra de Mujer en Chile, anuncia la legalización del aborto

Chile, el país que más molesta a los abortistas porque demuestra con sus estadísticas durante años que es compatible prohibir todo aborto y tener casi la mejor salud maternal del continente americano (sólo por detrás de Canadá), volverá a tener aborto legal, volviendo así a su pasado abortista de los años 30 del siglo pasado,mientras que el aborto ha estado prohibido en todo supuesto desde 1989.

El caso de Chile durante estos 25 años ha demostrado que cuando un país con medicina moderna y estadísticas fiables prohíbe el aborto, no hay ningún crecimiento de abortos "inseguros" camuflados como "naturales", o "sangrados" o "urgencias ginecológicas" o "muertes maternales". 

Chile es el país que desmonta por la vía de los hechos médicos la propaganda abortista de todo el mundo.

Ahora, el Gobierno chileno deja caer sus "globos sonda" para preparar a la población y anunciar su intención de legalizar (o al menos "despenalizar") la eliminación de seres humanos antes del parto. 

La comunista Claudia Pascual, ministra directora del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), ha recordado que la despenalización del aborto estaba contemplada en el programa electoral con el que Michelle Bachelet ganó los comiciospresidenciales de diciembre pasado. 

Era la primera vez que se votaba en elecciones presidenciales con voto voluntario: sólo acudieron a votar 5,7 millones sobre casi 13,6 millones de inscritos; Bachelet consiguió el 62% de los votos, por lo que la llamada "Zapatero chilena" gobierna un país de 17,5 millones de habitantes por decisión de sólo 3,5 millones de electores.  

La ministra Pascual es la primera militante comunista en un Gobierno desde 1973, cuando el presidente era Salvador Allende en plena Guerra Fría.

La titular del Sernam aseguró que "el programa de gobierno contempla avanzar en los ámbitos de una ley de derechos sexuales y reproductivos y también la posibilidad de despenalizar la interrupción legal del embarazo en tres causales".

martes, 6 de mayo de 2014

Lamentable: fue abortado bebé de seis meses por la presión de organizaciones abortistas

Entregaron fármacos abortivos a la niña en su casa. Pretenden que existe un "derecho" al aborto no punible. 
(ArgentinosAlerta.org) Organizaciones de mujeres abortistas informaron que brindaron asesoramiento farmacológico en la casa de la niña para inducir el aborto que fue terminado "en un hospital privado, fuera del ámbito de la provincia de Buenos Aires". No dieron el nombre del nosocomio.
El 28 de abril pasado el hospital provincial Mariano y Luciano de la Vega de Moreno (Buenos Aires) había decidido no aplicar el "Protocolo de Aborto No Punible" a la niña de 13 años que ingresó con un embarazo de seis meses producto de la violación del padrastro, ante el riesgo de muerte para la paciente. Recomendaban en cambio una cesárea programada y la adopción. Esto provocó la furia de organizaciones sociales abortistas que solicitaban el aborto a toda costa.
En un tono agresivo, la ex diputada María José Lubertino expresó a La Nación que demandarán a las autoridades del hospital por "incumplimiento de los deberes de funcionario".
Igualmente, en un comunicado de la "Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito", y las organizaciones de Moreno, Mujeres al Pie del Cañón, Mujeres Conurbanas, Confluencia Política 29 de Mayo, Las Rojas, Campaña contra las Violencias regional Oeste, y FOL-La Brecha, anunciaron que "acompañarán a la familia en las acciones legales correspondientes para llevar adelante el juicio penal y la sanción que le quepa a las autoridades que han vulnerado los derechos".
El comunicado de la "Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito" está titulado "el aborto no punible es un derecho: no se puede negar" y concluye que "El Código Penal de la Nación establece que los abortos no punibles son un derecho innegable!". En ningún lugar dice el Código Penal que el "aborto no punible" sea un derecho.
¿El aborto no punible es un "derecho"?
Así, tanto los medios como las organizaciones sociales abortistas festejan que con la muerte del bebé se ha hecho efectivo el "derecho al aborto no punible" supuestamente avalado por el fallo de la Corte Suprema de 2012 ("F.A.L s/Medida Autosatisfactiva") en el que hace una interpretación amplia de los incisos 1º y 2º del artículo 86 del Código Penal sobre aborto no punible. Pero dichos artículos han quedado derogados en virtud de distintos Tratados internacionales que protegen la vida humana desde la concepción y que tienen jerarquía constitucional al haber sido incorporados en la Constitución Nacional de 1994.
Por ejemplo, el Pacto de San José de Costa Rica en su artículo 4° establece que “toda persona tiene derecho a que se respete su vida y, en general, a partir del momento de su concepción”.
Además, el Código Penal no otorga una autorización para abortar en los casos de los incisos del artículo 86 ni, menos aún, confiere un "derecho" a hacerlo; sólo se limita a disponer que en esos casos no habrá sanción penal. No porque el legislador nacional haya dispuesto que, en ciertas condiciones, no es punible el aborto, éste deja de ser la privación de la vida de un niño. Existe una inmensa distancia entre desincriminar penalmente una conducta y reconocer el derecho a ejecutarla.
Sin embargo, las organizaciones de "derechos humanos" festejan el aborto y se empecinan en no reconocer que el feto es una persona humana que tiene derechos y en primer lugar, el derecho a la vida, independientemente de cuáles hayan sido las condiciones en las que fue concebido.
Aún en este caso de embarazo por violación, no se puede castigar al niño por nacer por el terrible delito de violación. Hacer esto implica someter a la mujer a un doble sufrimiento, el de una violación y el de un aborto. Se perpetúa así un ciclo de violencia sobre la mujer. En cambio, no tenemos noticias todavía sobre el paradero del violador.
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