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domingo, 11 de enero de 2015

Gregg Cunningham argumenta por qué el aborto es un genocidio frente a políticos y activistas

Gregg Cunningham es un destacado e influyente líder de opinión en Estados Unidos. Licenciado en Leyes, fue miembro durante dos mandatos de la Cámara de Representantes de Pennsylvania, asesor de Asuntos Legislativos y Fiscal Federal durante el primer gobierno de Reagan y hoy director ejecutivo de la organización «Centro para reformas en Bio-Etica» (CBR).
11/01/15 7:07 AM | Imprimir | Enviar
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(Portaluz/InfoCatólica) Con un descarnado análisis el protagonista expone argumentos que permiten suponer incluso responsabilidades que serán juzgadas en el futuro, por el holocausto y genocidio que está ocurriendo con millones asesinados mediante aborto.
El desafío de su labor es establecer una adecuada justicia prenatal que defienda el derecho a la vida de los no nacidos, los discapacitados, los enfermos, los ancianos y todos los pueblos vulnerables a través también de la educación y el desarrollo de recursos educativos.
Entre los principales logros que CBR difunde desde el portal web www.abortionno.org está el desarrollo de una conciencia social que comprende y reacciona al conocer la relación que existe entre genocidio y aborto.

Tomando conciencia del Genocidio

Una de las herramientas que el CBR utiliza para difundir su Proyecto Conciencia de Genocidio, es exhibir un mural de fotografías que retratan a niños abortados, destrozados, comparándolos con las víctimas del Holocausto Judío, las víctimas Afro-Americanas de los linchamientos racista o con los Indios Americanos que fueron exterminados por el ejército Estadounidense. «Buscamos traer a la luz, las similitudes conceptuales que existen entre el aborto y otras formas ampliamente reconocidas de genocidio. Esto es muy importante, porque los culpables de genocidio tienden a llamarle de otra manera, por lo tanto, la palabra «aborto» ha perdido, en su mayoría, el verdadero significado», denuncia Gregg Cunningham.

El Genocidio es un mal indescriptible

Desde CBR defienden las representaciones visuales del aborto por considerarlas imprescindibles para restaurar el verdadero significado de tal acto. «Las fotografías -señalan desde abortionno.org- hacen imposible que cualquier persona con un mínimo de honestidad intelectual, mantenga la pretensión de que eso no es un niño ó que el aborto no es un acto de violencia». Las fotografías, dicen, ponen en perspectiva, frente a la conciencia de la gente, que el aborto es un mal tan dañino, que su magnitud se compara con la de cualquier crimen en contra de la humanidad».

Profundizando en el Genocidio

Según Webster’s New World Encyclopedia, Prentice Hall General Reference, 1992, comenta Gregg, «genocidio» se define como «la destrucción premeditada y sistematizada de una nacionalidad, raza, religión, política, cultura, origen étnico, u otro grupo definido por los exterminadores como no deseado.» Dicha definición se aplica perfectamente al aborto, puntualiza el líder de CBR. La «nacionalidad» del grupo exterminado es Americana, el grupo de los «no deseados» son los niños no nacidos, y ellos están siendo destruidos a un índice de casi 1 por cada 3 niños concebidos. «Ellos están siendo asesinados dentro de una red de centros de matanza bien elaborada y desarrollada», denuncia Gregg.
Para más abundamiento del aspecto sistemático de la matanza, señala, basta acceder a las estadísticas oficiales del Instituto Guttmacher ( www.guttmacher.org ) que reporta la concertación entre privados, el estado y en particular quienes se benefician con esta actividad.
Bajo el argumento de «es mi cuerpo» –continúa el líder de CBR- las feministas, deshumanizan al no nacido, «pero los racistas las han precedido deshumanizando esclavos bajo el refrán de es mi propiedad» -sentencia-.

El concepto «opción» busca ocultar que es un genocidio

El concepto «opción», señalan desde CBR, «niega que el aborto sea un genocidio insistiendo que el Holocausto y los linchamientos eran asesinatos y esto lo dicen porque creen que los judíos y los negros son personas pero no lo consideran proporcional a los por nacer». Pero quienes asesinaron a judíos y negros, dice Gregg, negaron la humanidad de sus víctimas de manera vehemente «como los médicos del aborto niegan la humanidad de los por nacer».

Haciendo a las víctimas de violación parte del genocidio

Para ilustrar la afirmación de que a las víctimas de violación se las hace parte del genocidio del aborto, CBR cita a la revista Time que el 18 de enero de 1999, publicó un artículo inimaginable y nunca antes visto de una violación en Jordania, el artículo se llamó «El precio del honor».
El artículo presentaba a Sirhan, un asesino de 35 años de edad, quien estaba muy relajado y de hecho feliz por contar su historia. El se sentía especialmente orgulloso de describir la eficiencia con la que le disparó a su hermana menor, Suzanne, en la cabeza cuatro veces. «Ella regresó a la casa como a las 8:15» relata el asesino, «y para las 8:20 ya estaba muerta». Tres días antes, la muchacha de 16 años había reportado a la policía que ella había sido violada. «Ella cometió un gran error, aunque fue en contra de su voluntad», dice Sirhan, «de cualquier manera es mejor que muera una persona que toda la familia muera de vergüenza». Su forma de pensar no es una lógica extraña dentro del mundo Árabe, señalaba el artículo de revista Time.
Esta es precisamente, denuncian desde CBR, la «lógica» que motiva a matar a un niño no nacido quien es igualmente inocente que las víctimas de una violación: «Para quienes abortan es mejor que un niño no nacido sea asesinado que su familia entera tenga que aguantar la vergüenza, el trauma emocional, etc., de una violación», puntualizan.

El asesinato como «terapia sanadora»

Respecto de la situación antes descrita el equipo de CBR finaliza y desafía a los pro aborto con un conjunto de interrogantes: «¿Acaso asesinar a un bebe concebido en violación hace a su madre menos violada? ¿Acaso la muerte del bebe milagrosamente sanará la herida de la madre? ¿Olvidará ella el horror de su violación si asesina al bebé? ¿Acaso todo el dolor y la culpabilidad que siente como producto de la violación, será disminuido por el dolor, la culpa y el daño del aborto? ¿Cómo puede ser correcto matar a los niños que son igualmente inocentes; cuya vida se toma por las mismas razones sin fundamento? ¿No deberíamos amarlos a ambos? Los padres que quieren adoptar a niños definitivamente lo harían».
(artículo extraído de: http://infocatolica.com/?t=noticia&cod=22985)

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