Richard Masterson, una vida por la que implorar misericordia.
Equipo Aleteia.
Roba a una mujer, que muere, y por su delito, cometido hace más de 13 años, la Justicia (humana, la de los Estados Unidos) le condena a la pena capital.Se llama Richard Masterson, tiene 42 años, es de Texas. Su historia es la de tantos chicos que crecen en la calle en un barrio pobre, con una familia muy desestructurada, que un día llegan demasiado lejos.
Pero en estos últimos años, en la cárcel Richard ha encontrado a Jesús y, acompañado por personas católicas, ha hecho un camino de conversión que ha pasado por el bautismo, la Comunión, la confesión y la Confirmación.
“Richard es ahora un hombre nuevo”, asegura la asociación defensora de los derechos humanos ForoCultura21, que ha impulsado una campaña para pedir clemencia al gobernador de Texas, Greg Abbott, el único que podría conmutar la pena tras la denegación de las apelaciones por vía judicial.
La comunidad que está acompañando a Richard –y que si se cumple la condena mañana estará presente en su ejecución- ha pedido oraciones por él, por los que lo acompañarán y por el Gobernador.
Aunque la abolición de la pena de muerte en EEUU va avanzando (el último estado en hacerlo ha sido Nebraska), en la mayoría del país se sigue aplicando.
En el Jubileo de la Misericordia que la Iglesia católica está celebrando en todo el mundo, el papa Francisco ha lanzado un “llamamiento a las autoridades estatales para abolir la pena demuerte allí donde está todavía en vigor, y considerar la posibilidad de una amnistía”.
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