El bloque demócrata de los EE.UU. votó casi por unanimidad contra prohibir el aborto cuando el no nacido podría sentir dolor. (FotoMontaje de PanAmPost)
El día lunes, 29 de diciembre, el Senado de los EE.UU. votó por una ley que prohibiría al aborto luego de la semana 20 de gestación, semana en la cual se desarrolla el sistema nervioso y, por tanto, sería capaz de sentir dolor el no nacido, según estudios científicos.
Con 51 votos a favor y 46 en contra, no se lograron los 60 votos necesarios para aprobar la medida. Dos Republicanas—Susan Collins de Maine y Lisa Murkowski de Alaska—votaron en contra y tres Domocratas—Joe Manchin de West Virginia, Bob Casey de Pennsylvania, y Joe Donnelly de Indianna—votaron a favor.
Por ende, seguirá siendo posible terminar un embarazo a esa altura en los EE. UU.
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En América Latina, este tema es relevante en cuanto avanzan las propuestas para la legalización del aborto. Ya que, una vez que se regula cualquier actividad, se exige una serie de normas. Una de estas sería el plazo de tolerancia, hasta cuándo se puede hacerlo por pedido de la gestante y, por último, es que sea con fines médicos (cuando hay riesgo para la madre).
Por ejemplo, en Alemania, Austria, Dinamarca, Francia, Grecia, Italia y Noruega, una mujer se puede practicar un aborto “por pedido” hasta la semana 12 de gestación, en España hasta la 14 y Suecia hasta la 18. En Polonia e Irlanda es ilegal, al igual que en Corea del Sur.
Sin embargo, en su vecino del Norte, un régimen totalitario que no respeta la vida, propiedad y libertad de sus ciudadanos, no hay restricciones. La falta de protección hacia el no nacido de gobiernos autoritarios como el norcoreano despertó fuertes réplicas por parte de senadores que avalaban la medida de protección, al igual que el presidente de la nación.
Sobre la ley que no fue aprobada, Donald Trump dijo:
“Los estudios científicos han demostrado que los bebés en el útero sienten dolor a las veinte semanas. El voto del Senado rechaza el hecho científico y coloca a los Estados Unidos fuera de la corriente principal en la familia de las naciones, en la cual solo 7 de las 198 naciones, incluidas China y Corea del Norte, permiten abortos electivos después de las 20 semanas de embarazo”
En la página oficial de la Casa Blanca aparece su declaración completa.
Hace apenas días, Trump fue el primer presidente de los EE. UU. que asistió a la Marcha por la Vida, la mayor manifestación desde hace 45 años—desde la legalización—en contra del aborto. Ahí solicitó al Senado aprobar la Ley de Protección del Niño no Nacido con Capacidad de Sentir Dolor. Consideraba fundamental esta legislación en defensa de la vida de sus ciudadanos, comenzando por los más vulnerables. Luego de la desaprobación de la ley, declaró estar decepcionado.
Sostiene que debemos defender a aquellos que no pueden defenderse e insta al Senado a reconsiderar su decisión para aprobar una legislación que “celebre, valore y proteja la vida”.
En contraste, durante los dos primeros debates presidenciales de los candidatos demócratas, previo a las elecciones, la candidata Hillary Clinton dijo:
“Todos y cada uno de nuestros hijos merecen la oportunidad de vivir a la altura de su potencial dado por Dios”.
A lo cual, la secretaria de prensa del fiscal general del estado de Texas respondió vía Twitter luego del primer debate:”Ayudaría si tuvieran la oportunidad de nacer”. Luego del segundo debate dijo: “Más bebés negros son abortados en Nueva York que nacidos”, seguido por el hashtag #blacklivesmatter (las vidas negras importan). Se basó en estudios del 2012 y 2013, en vista que la candidata presidencial, acorde los lineamientos de su partido, respalda la legalidad del aborto incluso en embarazos avanzados.
Racismo y vínculo político
Clinton cita como su ídolo y referente a Margaret Sanger, fundadora de Planned Parenthood, la red de clínicas que más abortos produce en EE.UU. Sanger fue eugenésica, es decir, promovía el aborto y la esterilización en comunidades vulnerables—donde aun hoy hay mayor densidad de estas clínicas—para obtener lo que consideraba una raza ideal, esto implicaba controles migratorios y aislamiento de las personas con algún grado de retraso mental. Puede leer su manifiesto aquí.
Cabe mencionar que en países donde el aborto es legal, como Islandia, nacen pocos niños con Síndrome de Down, en el Reino Unido el 90% de las embarazadas eligen abortar cuando saben que existe la posibilidad que su hijo tenga este síndrome.
Esta elección es la que afirma la posición demócrata, que sea la mujer quien decida. Mientras que la postura republicana defiende los derechos individuales garantizados en la constitución y como tal el derecho a vivir del no nacido.
Lo cierto es que de acuerdo a los datos del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, donde nació Planned Parenthood, en 2012, hubo casi 74,000 abortos, lo de los cuales el 42.4 % fueron de niños negros y los niños hispanos el 31 %, en un total de casi 23,000. Sumando entre ambos el 73 % del total. Esto varía de acuerdo a la composición demográfica de cada ciudad, Nueva York sirve de ejemplo como ciudad cosmopolita.
Casi de modo publicitario, la comunidad negra de Planned Parenthood indica que para una mujer negra es más seguro abortar que parir. Sostiene que, mientras 16,1 millones de mujeres abortaron y 108 murieron, entre 1998 y 2015, 43,5 murieron por parir entre 2011 y 2013.
Imaginemos por un momento si Trump dijera lo mismo. Se le acusaría de racista y promotor de un genocidio. Pues solo en ese rango de tiempo murieron millones de bebés negros e hispanos por medio del aborto. Pero, como lo hace una organización denominada “progresista”, no hay conflicto.
Cuándo sienten dolor
Ahora el debate se centra en la capacidad de sentir dolor y cómo esto puede determinar hasta cuándo puede ser legal el aborto.
Al respecto, frente al Subcomité de Constitución y Justicia Civil, Comisión de la Judicatura, de la Cámara de Representantes de EE. UU., expuso su testimonio la Dra. Maureen Condic, Profesora Asociada de Neurobiología y Anatomía y experta en embriología (el estudio de embriones). Detalló la explicación de lo que es científicamente el dolor, de acuerdo a las definiciones médicas.
“Para experimentar dolor, se debe detectar un estímulo nocivo. Las estructuras neurales necesarias para detectar estímulos nocivos están en su lugar a las 8-10 semanas de desarrollo humano”.
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Sin embargo, con la derogación de esta ley, la ciencia tampoco ha demostrado ser un factor influyente. Prima la ideología. Todo el bloque democrático, salvo tres legisladores, votó en contra de la medida. Todo el bloque republicano, salvo dos legisladoras, votó a favor.
Entonces persisten en reformar la regulación. Como vienen haciendo hace décadas. Por ejemplo, en el 2007, luego de 15 años de debates, la Corte Suprema prohibió los “abortos parciales” que implican inducir el parto antes de poner fin a esa vida, de modo que sale del cuerpo de la madre pero queda la una parte del bebé dentro durante el proceso—así se considera aborto y no infanticidio.
Sobre esto, la Dra. Condic nos dice:
“Imponer dolor a cualquier criatura viviente capaz de soportar el dolor es crueldad. E ignorar el dolor experimentado por otro ser humano por cualquier razón es bárbaro. No necesitamos saber si un feto humano es autorreflexivo o incluso autoconsciente para brindarle la misma consideración que actualmente brindamos a otras especies capaces de padecer dolor. Simplemente tenemos que decidir si elegiremos ignorar el dolor del feto o no”.
(https://es.panampost.com/mamela-fiallo/2018/01/31/senado-eeuu-desaprobo-ley-impediria-aborto-senado/)
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