Este viernes, el juez Álvaro Meynet anunció la pena impuesta al doctor Leandro Rodríguez Lastra, ginecólogo argentino condenado en mayo por un delito de obstrucción de un aborto supuestamente legal en la ciudad de Cipolletti (Río Negro). El médico ha sido condenado a un año y dos meses de prisión y dos años y cuatro meses de inhabilitación, por lo que durante ese tiempo no podrá ejercer como médico de la sanidad pública. La pena de cárcel se ha suspendido, al no alcanzar el mínimo necesario para su cumplimiento efectivo, pero tendrá que dar cuenta mensualmente de sus movimientos.
La sanción se impone por la acusación de "incumplimiento de los deberes de funcionario público", que en este caso supuestamente habrían consistido en matar a un bebé de 23 semanas, habiendo alegado la madre la causal de violación. La defensa ha anunciado que recurrirá este fallo, que ha indignado a buena parte de la sociedad argentina y sumido en la indefensión a miles de profesionales de la salud a quienes repugna verse forzados a participar en la muerte de un niño en el vientre de su madre.
El doctor Rodríguez Lastra, apoyado por grupos provida, delante del hospital donde salvó la vida de la madre y de su hijo, lo que ahora le cuesta una pena de prisión.
Los hechos se desencadenaron el 2 de abril de 2017 cuando una joven de 19 años llegó al servicio de guardia del hospital Pedro Moguillansky de Cipolletti con 39 grados de fiebre. La calentura era producto de una infección generalizada tras un intento fallido de aborto con una dosis excesiva de pastillas abortivas que le había facilitado ilegalmente un grupo abortista.
El aborto, sin embargo, no se había producido ni estaba produciéndose. Ante el peligro de una sepsis mortal, el doctor Rodríguez Lastra, jefe del servicio de Ginecología, estabilizó a la paciente para controlar y curar la infección. Cuando la madre estuvo fuera de riesgo, se le propuso continuar el embarazo hasta la 35ª semana. Ella aceptó, y llegado el momento el niño nació sano y hoy tiene dos años.
El médico había puesto en práctica el lema Salvemos las dos vidas con el que el movimiento provida argentino intenta evitar la legalización del aborto libre en el país. En su alegato final ante el juez, ya en el juicio, el doctor Rodríguez Lasta dejó clara su postura personal y profesional: "Señor juez, yo soy un médico. Y mi trabajo consiste en curar, a veces; aliviar, a menudo; acompañar, siempre. Pero matar, nunca".
No hay comentarios:
Publicar un comentario