| 12 diciembre, 2019
El arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia Pontificia para la Vida, ha asegurado que un sacerdote puede permanecer legítimamente al lado de alguien que sufre suicidio asistido para “sostener su mano” y “acompañarlos”.
Paglia hizo estas desconcertantes declaraciones en la presentación de un Simposio internacional de varias religiones sobre Religión y Ética Médica: Cuidados paliativos y salud mental para ancianos en Roma. El simposio, copatrocinado por la Academia Pontificia para la Vida y la Cumbre Mundial de la Innovación para la Salud (WISH), una iniciativa de la Fundación Qatar, se centra principalmente en las perspectivas cristianas y musulmanas sobre los problemas del final de la vida.
Se produjeron después de que un periodista inquiriera su opinión sobre una declaración del 5 de diciembre emitida por los Obispos de Suiza, que requería que los sacerdotes y los cuidadores pastorales católicos salieran de la sala antes de una inyección letal o se administraran medios de suicidio.
El documento de 30 páginas de los obispos suizos, titulado “Comportamiento pastoral con respecto a la práctica del suicidio asistido”, responde a las crecientes tasas de suicidio asistido en Suiza. Afirma que el suicidio asistido “está radicalmente en contra del mensaje del Evangelio” y su práctica “es un ataque serio a la preservación de la vida de la persona humana que debe protegerse desde la concepción hasta la muerte natural”.
El arzobispo Paglia, canciller del nuevo Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y las Ciencias de la Familia en Roma -y responsable de la destrucción del instituto original-, dijo que no ha leído la declaración emitida por los obispos suizos “en detalle”, pero que no creía que debiera “abandonarse a nadie”.
“Estamos en contra del suicidio asistido porque no queremos hacer el trabajo sucio de la muerte y porque todos somos conscientes de que, para los creyentes, la vida continúa”, continuó. “Acompañar y tomar la mano de los que están muriendo” es, por lo tanto, la “gran tarea” de cada creyente, dijo, ya que también luchamos contra la cultura del suicidio asistido, que representa “una gran derrota para la sociedad”.
El arzobispo Paglia luego aclaró: “Siempre celebro los funerales para aquellos que se suicidan, porque el suicidio es siempre una cuestión de amor no cumplido. También debemos recordar que, para la Iglesia Católica, si alguien dice que Judas está en el infierno, él es un hereje”.
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