Parece que la vacuna contra el virus de la marca AstraZeneca tiene los días contados y el sacrificio del peón va a dejar vía libre para que la reina, Pfizer, avance sin interrupciones en el tablero de ajedrez.
A pesar de que el gobierno noruego cree que todavía es demasiado pronto para eliminar la vacuna por completo, tal y como informa el digital Verdens Gang, el Instituto Noruego de Salud Pública recomienda eliminar la vacuna AstraZeneca porque provoca mayores riesgos que la enfermedad.
En su informe, el Instituto Noruego de Salud Pública dice, entre otras cosas que “ahora hay mucho más conocimiento sobre la conexión entre la vacuna AstraZeneca y los eventos raros y graves con plaquetas bajas, coágulos sanguíneos y sangrado, que cuando Noruega decidió poner en pausa el uso continuo de la vacuna AstraZeneca en marzo”.
Los puntos en los que se basa para hacer esta recomendación son los siguientes:
Noruega tiene el control de la epidemia, con bajas tasas de infección.
Noruega ha avanzado mucho en la vacunación de los ancianos y por lo tanto, se ha reducido el riesgo de muerte en los más vulnerables.
En Noruega, en la práctica será relevante utilizar la vacuna en los grupos de edad más jóvenes, porque los de mayor edad han sido vacunados o lo serán en un futuro próximo.
En los grupos de edad que quedan por vacunar, las consecuencias de posponer la vacunación de varias a muchas semanas aún resultarán en una tasa de mortalidad más baja que la vacunación con la vacuna AstraZeneca.
Parece que, aunque son completamente favorables a la vacunación, en Noruega, al contrario de lo que sucede en otros lugares del mundo, como España, impera más la prudencia y hablan mucho más claro. Repetimos, no es que las autoridades sanitarias de Noruega rechacen directamente las vacunas, al menos parecen más preocupados por la salud de su población.
Mientras tanto, en España los médicos televisivos dicen cosas como éstas:
