Tras la declaración oficial de la pandemia de COVID-19 por parte de la Organización Mundial de la Salud, los gobiernos de todo el mundo ordenaron rápidamente el uso de mascarillas en los espacios públicos.
Esto provocó un choque de demanda masivo, lo que hizo que las fábricas comenzaran a producir mascarillas desechables a plena capacidad. La mayoría de estas máscaras se produjeron en China, y en abril de 2020, el país informó de una asombrosa cifra de producción diaria de 450 millones de máscaras.
Contaminación por plástico: Un efecto secundario menos conocido
En el informe de Ocean Asia de 2020, Masks on the Beach, los investigadores desarrollaron una fórmula para proporcionar estimaciones razonables del número de mascarillas desechables que entran en el medio ambiente.
Teniendo en cuenta una cifra de producción anual de 52.000 millones de máscaras desechables y un índice de pérdida del 3% (el porcentaje de máscaras que se escapan de los sistemas de gestión del agua), Marcus Lu, de Visual Capitalist, señala que el equipo llegó a la conclusión de que casi 1.600 millones de máscaras acabaron en nuestros océanos en 2020. Esto equivale a unas 5.500 toneladas de contaminación por plástico.
Estas mascarillas suelen estar hechas de polipropileno, que se descompone fácilmente en microplásticos. Aunque los efectos de los microplásticos en la salud humana aún no están determinados, estos fragmentos son increíblemente comunes en nuestro suministro de agua; por ejemplo, se considera que el 94% del agua del grifo de Estados Unidos está contaminada.
Una reciente revelación salió en las noticias que muestra que la ciencia citada por el CDC, publicada en Nature, que llevó a los mandatos de la máscara, falló en la revisión por pares.
Lo desechable no significa que desaparezca
A pesar de su naturaleza de un solo uso, se espera que las máscaras desechables tarden más de cuatro siglos en descomponerse en el mar. Esto es lo que ocurre con otros artículos que utilizamos a diario.
La pandemia se ha extendido hasta bien entrado el año 2021, y es probable que el número de mascarillas desechables que contaminan nuestros océanos siga creciendo.
Teniendo esto en cuenta, varias empresas y organizaciones están empezando a buscar una solución. Un ejemplo destacado es Plaxtil, que está desarrollando un método para reciclar mascarillas quirúrgicas de modo que las materias primas puedan utilizarse para otros productos.
https://www.zerohedge.com/geopolitical/16-billion-disposable-masks-entered-our-oceans-2020
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