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martes, 17 de agosto de 2021

Fetos humanos en alimentos procesados

 agosto 16, 2021

Productos PepsiCo


Con base en reportes cada vez más veraces, van ganando fuerza las denuncias que indican que una gran parte de las familias más poderosas del mundo, conocidas como la élite, viene ejerciendo su asfixiante influencia con el velado propósito de orientar a la humanidad, paulatinamente, hacia el canibalismo.

De hecho, causa estupor la información que está saliendo a la luz sobre el uso creciente de miembros y órganos de fetos abortados en los procesos de elaboración de alimentos, incluyendo la incorporación de tejidos como ingredientes, es decir generando canibalismo sin el conocimiento de la población.

Se trata de un perverso adoctrinamiento inconsciente que va insensibilizando a la sociedad de modo que cada vez se hagan más comunes las tendencias hacia la antropofagia.

A continuación exploraremos algunos de los distintos usos que se les da a los tejidos de embriones, fetos y bebés nacidos muertos, y que exponen las características de este plan macabro.


El uso de tejidos fetales en saborizantes

Una de las empresas acusadas de realizar esta escalofriante acción es Senomyx, la cual se dedica a crear saborizantes y aromatizantes para productos alimenticios.


Entre los clientes de Senomyx se encuentran compañías renombradas como PepsiCo, Nestlé (sopas Maggi), el fabricante de chicles Cadbury Adams LLC (Trident, Dentyne, Freshen Up, Bublicious y pastillas Halls), una división de Kraft Foods, Sopas Campbell y otras empresas, generalmente comercializadoras internacionales.


Las investigaciones señalan que, como parte de sus procesos, esta compañía estadounidense usa células tomadas de riñones de fetos para utilizarlas como indicadores del efecto que los sabores tendrán en el paladar de los consumidores. (…) En una escalofriante aplicación de la ciencia al más puro estilo Frankenstein, esta empresa usaría las células de origen fetal a modo de sensores, específicamente las de la línea conocida como HEK 293, sigla que identifica a las células de riñón del embrión humano.

En este marco, la organización Children of God for Life llamó a “boicotear los productos de las principales compañías de alimentos que se asocian con Senomyx, (…)  


Bebés triturados en píldoras

Si bien las inocentes personas no pretenden consumir bebés muertos o cadáveres de fetos, al parecer los pueden comer sin saberlo, tal como ocurrió en Corea del Sur en 2011

Un documental de la cadena surcoreana SBS TV relató el hallazgo de pastillas vigorizantes con un contenido del 99.7 por ciento de carne humana. A través de estudios, se pudo determinar hasta el sexo del bebé que había sido procesado para obtenerlas. 

“También encontramos súper bacterias en las pastillas y otros ingredientes peligrosos”, dijo Shin Eul-Ki, científico del laboratorio del aeropuerto internacional de Incheon, quien las detectó, en un video presentado por el periódico británico Daily Mail en mayo de 2012.

El equipo de documentales expuso a compañías farmacéuticas chinas que compraban cadáveres de bebés nacidos muertos o de bebés abortados en clínicas dedicadas a practicar abortos.


Cápsulas de carne de fetos molidos, incautadas en aeropuerto de Corea del Sur. 

Más terrible aún, en el film se denuncian los “salones de la muerte” en los cuales se dejaba morir intencionalmente a los bebés cuyos padres no podían pagar una cuota o habían infringido la ley de un hijo único en China. Se calcula que los hospitales dentro de la órbita del régimen comunista chino realizaban unos 13 millones de abortos al año en esa época.

Los restos de los bebés eran conservados en neveras, de particulares, para evitar que recaigan sospechas sobre las compañías, y después eran deshidratados en hornos de microondas para molerlos y convertirlos en las cápsulas vigorizantes. Según un informe de Daily Mail, solo en 2011 se detuvieron al menos 35 intentos de contrabandear 17.000 dosis a Corea.


Y… también en sopa

También desde China se reportó que en un pueblo de la provincia de Guangdong se prepara y vende una sopa de verduras con fetos humanos, que creen incrementa el vigor, de acuerdo con una publicación del diario coreano The Seoul Times, que incluye fotos explicitas tanto de la preparación en la cocina como del plato servido.

El costo del terrorífico plato es de US$4.000.

Según el mismo reporte, el administrador de una fábrica atestiguaba la efectividad del “alimento” y llevó al reportero del citado medio al restaurante para mostrarle el plato que es llamado en código “sopa de costillas”.

Por otro lado, un artículo publicado en Electronic Telegraph el 13 de abril de 1995, firmado por Yojana Sharma de Hong Kong y Graham Hutchings de Beijing, cita el reporte de un periodista del medio hongkonés The Eastern Express (fuera de circulación desde 1996).

Este periodista señala que fue al hospital estatal de Shenzhen, una moderna metrópolis ubicada al sureste de China que cuenta con más de 12 millones de habitantes, y pidió fetos a una médica. Al día siguiente le fueron entregados 10 fetos –del tamaño de un pulgar- en una botella.

“Hay 10 fetos ahí, no tienen costo porque este es un hospital de estado, nosotros los médicos generalmente nos los llevamos a la casa para comer, gratis, mientras no mires demasiado se pueden comer”, le habría dicho una doctora al reportero.

A continuación, como si fuera lo más natural, el redactor sigue relatando que una médica llamada Zou Qin, de la clínica Luo Hu de la misma ciudad, dijo que los fetos eran “nutritivos” y que ella misma habría comido alrededor de 100 en los últimos meses.

El abominable relato continúa argumentando que los fetos más codiciados son los que llevan en su vientre las mujeres jóvenes. “No practicamos los abortos para comernos los fetos, pero sería un desperdicio no hacerlo”, habría añadido la doctora.

Asimismo, en el mismo artículo se cita a la médica Wan de la clínica Sin Hua diciendo que los fetos son mejores que la placenta en cuanto a valor nutricional y que “suavizan la piel, fortalecen tu cuerpo y son buenos para los riñones”.


Otros usos de los tejidos fetales

Además hay otros tantos polémicos usos de restos de fetos. A continuación se detallan brevemente dos de ellos: en vacunas y en el maquillaje.

En vacunas

Los fetos abortados también se utilizan en la obtención de vacunas, mediante sus tejidos celulares.

De hecho, las vacunas que en décadas anteriores fueran utilizadas con confianza, últimamente han despertado sospechas ante los efectos secundarios que han afectado la salud de quienes se las han aplicado.

A estos “sistemas de protección de la salud” se les achacan el autismo, la esterilización y hasta la muerte, tal como en el caso de algunas de las víctimas de la epidemia de gripe presentada a principios de este año en Estados Unidos. 

En ese sentido la científica farmacéutica Helen Ratajczak señala que el ADN de células de feto humano abortado, que contienen las vacunas, podría ser causante de autismo. Entre las causas establecidas de autismo se encuentran las mutaciones genéticas y/o delecciones, infecciones virales y encefalitis (daño cerebral) que a su vez podrían provenir de las vacunas.

“El sistema inmunológico se desequilibra”, afirma la investigadora en una entrevista.

Para Ratajczak el incremento de autismo registrado a partir de 1995 coincide con la aplicación de la vacuna de varicela que se empezó a cultivar en tejido fetal humano en ese año. Dado que la vacuna contiene ADN humano se produce una recombinación homóloga con el ADN del paciente que la recibe, generándose al interior del cuerpo una lucha para destruir el ADN “invasor” con la consiguiente inflamación cerebral, según cita la revista Global Research en febrero de 2015.

Por su parte, el Dr. Brian Strom de la Universidad de Pensilvania, asesor del gobierno estadounidense sobre la seguridad de las vacunas, corrobora que estas se relacionan científicamente con la encefalopatía (daño cerebral).


Las vacunas han sido desarrolladas con base en tejidos fetales.

¿Cadáveres humanos triturados en el maquillaje?

Tejidos fetales se utilizan en la fabricación de cremas y lociones antienvejecimiento, con la lógica demanda de embriones humanos que pasan a convertirse en mercancía que cambia de dueño de acuerdo con el precio fijado.


Por citar un caso, la compañía Neocutis Inc. reconoce en su página web que añade tejidos de feto en su línea de rejuvenecedores para la piel. Esta empresa ofrece regenerar la piel acelerando el proceso de curación en caso de cortes o quemaduras, minimizando la aparición de cicatrices. En algunos de sus tratamientos con cremas bio restaurativas de la piel se obtendría un efecto anti-edad en el rostro.


El ingrediente fue desarrollado por la Universidad de Lausanne de Suiza.

Organizaciones civiles como Children of God for life han impulsado un boicot contra el fabricante. Sin embargo, desde el lado de la compañía, Mark J. Lemko afirma que Neocutis actúa “conforme a la ley”, según informa The Washington Times.

Quiénes se lucran con la venta de cadáveres fetales

El grado de insensibilidad al que se ha llegado permite la comercialización de los pequeños cuerpos humanos abortados como si se tratase de cualquier tipo de mercancía, convirtiéndola en un negocio multimillonario con oscuros intereses en el medio.


Las organizaciones proaborto, como la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF), cosechan millones de dólares de fondos y los utilizan para promover su agenda a nivel internacional a través de sus grupos afiliados.


https://bles.com/mundo/tejidos-fetales-en-nuestros-alimentos-otra-faceta-del-canibalismo.html

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