Una historia de San Antonio, Texas, muestra el absurdo al que ha llegado la creencia en las inyecciones de COVID.
KSAT informó que Yvonne Rodríguez es hija única, y que:
"se aseguró de que sus padres Patricio y Sylvia Elizondo se vacunaran desde el principio contra el COVID-19".
Pero ahora ambos están muertos. Su madre murió hace 3 meses, y ahora su padre acaba de morir. Según se informa, ambos estaban totalmente vacunados.
Después de que su madre falleciera hace tres meses tras una larga enfermedad, Rodríguez dijo que siguió cuidando a su padre de 76 años, que era diabético y tenía problemas de corazón.
"Hicimos todo lo correcto", dijo Rodríguez.
Dijo que rara vez salía de casa, que siempre iba enmascarado e incluso llevaba guantes, por lo que no sabe cómo o dónde se contagió de COVID-19.
Cuando empezó a sentirse mal hace una semana, Rodríguez dijo que pensó que era una recurrencia de su anterior insuficiencia cardíaca congestiva o una infección recurrente que había tenido.
Tras varias visitas al médico y al hospital, Rodríguez dijo que su cardiólogo le ingresó en el hospital porque tenía dificultades para respirar.
Una radiografía de tórax reveló una sorpresa no deseada. (¿Así que ahora las radiografías de tórax diagnostican COVID?)
"Cuando me enteré de que tenía Covid, me quedé muy sorprendida", dijo Rodríguez. "Fue la última vez que pude ver a mi padre en persona".
Aunque las enfermeras y el capellán del Northeast Baptist Hospital hicieron posible que al menos pudiera visitar a su padre a través de Zoom o Facetime, Rodríguez dijo que rogaba por verlo, aunque fuera sólo por unos minutos.
Su padre falleció el martes.
Sin embargo, a pesar del dolor y la pérdida, Rodríguez dijo que todavía cree en las vacunas.
En lugar de considerar la posibilidad de que la vacuna pueda haber contribuido a la muerte de su padre, o al menos considerar que fue ineficaz para detener la muerte de sus padres, en su lugar siguió creyendo en las vacunas, y declaró:
"No puedo imaginar cuánto más habría sufrido si no se hubiera vacunado".
El médico `sacerdote´ estuvo de acuerdo con ella:
"Creo que tiene razón", dijo el Dr. Jan Patterson, especialista en enfermedades infecciosas de UT Health.
Como el Dr. Cole afirmó tan elocuentemente en su presentación de la semana pasada, "esto ya no es ciencia".
Llamémoslo como lo que realmente es: una religión. Es un sistema de creencias basado no en la ciencia, sino en la creencia en las personas a cargo de este sistema, que han asumido el papel de sacerdotes, y los "dioses" de la medicina y las vacunas.
Y para todas las Iglesias Cristianas, Sinagogas Judías, y Mezquitas Musulmanas que pretenden creer en Dios, pero están alentando a sus miembros a salir y confiar en las vacunas, muchos incluso ofreciéndolas allí mismo en sus casas de culto, todos ustedes son IDOLATAS.
En primer lugar, teméis más a un "virus" que a Dios.
"No llaméis conspiración a todo lo que esta gente llama conspiración; no temáis lo que ellos temen. El SEÑOR Todopoderoso es el que has de considerar santo, él es el que has de temer, él es el que has de temer". (Isaías 8:11-13)
En segundo lugar, cuando te enfermas, corres a los hechiceros que practican la brujería (pharmakeia en el texto original de la Biblia) en lugar de acudir a Dios para que te cure.
Si escuchas atentamente la voz de Yahveh tu Dios y haces lo que es justo a sus ojos, si prestas atención a sus mandatos y guardas todos sus decretos, no traeré sobre ti ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios, porque Yo soy Yahveh, que te sana. (Éxodo 15:26)
Pero tú servirás al SEÑOR tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua; y yo quitaré la enfermedad de en medio de ti. (Éxodo 23:25)
El SEÑOR lo sostendrá en su lecho de enfermo; en su enfermedad, Tú le devolverás la salud. (Salmos 41:3)
El que perdona todos tus pecados y cura todas tus enfermedades... (Salmos 103:3)
En tercer lugar, aunque sepas que las vacunas son falsas, temes perder tu trabajo, o temes ser criticado y ridiculizado por los demás por negarte a adorar el culto a las vacunas, más que temer a Dios.
No temáis a los que matan el cuerpo pero no pueden matar el alma. Temed más bien a aquel que puede destruir tanto el alma como el cuerpo en el infierno. (Mateo 10:26-28)
Estos globalistas con sus planes eugenésicos para instalar un Nuevo Orden Mundial pueden parecer que se salen con la suya ahora mismo, pero esto no durará. El Día del Juicio se acerca, y si usted ha puesto su fe en los sacerdotes médicos y sus falsos dioses de las vacunas, ha puesto su fe en las cosas equivocadas, y puede enfrentar un destino mucho peor que la muerte física por burlarse de Dios y participar en este sistema luciferino.
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