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miércoles, 6 de abril de 2022

Repugnante incitación al canibalismo y al aborto: cocinero español presenta un plato llamado "Feto humano en líquido amniótico"

 Cuando el ser humano se aleja de Dios Uno y Trino, inevitablemente queda inmerso en una triple oscuridad: oscuridad de la mente, oscuridad del pecado y oscuridad viviente, el demonio. La razón es que sólo el Ser divino trinitario es Luz Eterna, Viva, Gloriosa, que derrota a estas triples tinieblas. La cultura de la muerte es el producto triste y marchito, putrefacto y malvado, de este alejamiento del hombre de su Creador, Dios Trinidad. Uno de estos productos malvados y perversos es este "plato" de comida con forma de bebé humano en el líquido amniótico. Si es que lo produce, es que hay otros malvados y perversos que lo aplauden y que fomentan su malicia y perversidad.

Embrión humano en líquido amniótico. El nuevo y polémico plato estrella de un chef premiado

Con dos estrellas Michelin por su restaurante Mugaritz; se puede decir que el genial Andoni Luis Aduriz, antes que cocinero es un provocador.

Y él se jacta de ello cuando busca las reacciones más diversas en el comensal. Algo que acaba de suceder nuevamente, porque desde ayer las redes sociales españolas explotan de críticas por su nueva creación; “es lo más bárbaro e insensible que vi”; “este plato es una acción inhumana”; “es repugnante, no tiene límites éticos”. Dicen los detractores del plato que Andoni llamó feto en su líquido amniótico y que, puesto el plato sobre la mesa del restaurante, parece un feto de tres meses.

El chef vasco Andoni Luis Aduriz, vuelve a sorprender con sus creaciones. Esta vez, un feto al plato.
El chef vasco Andoni Luis Aduriz, vuelve a sorprender con sus creaciones. Esta vez, un feto al plato.

En realidad, el plato es una gelatina de habas con forma de feto que nada en una sopa (el supuesto líquido amniótico ); que tiene una almendra que hace de cabeza y se quiebra al morderla simulando un cráneo.

Esta sorprendente creación culinaria la presentó en Madrid como un homenaje al plato más típico de la capital de España, el cocido madrileño, que consiste en un guiso cuyo ingrediente principal son los garbanzos.

La preparación, es tan visual, que se parece mucho más a una obra de arte efímera que a un plato de comida, y es por eso que logra desplegar todo tipo de reacciones. Como nos tiene acostumbrados con sus creaciones comestibles, Andoni busca desconcertar y llevar al comensal al extremo para quitarle los complejos a la hora de tener algo nuevo frente a sus ojos.

“El problema es de quien se escandaliza”, aclara el creador. “No buscamos tanto gustar sino que yo apelo a la responsabilidad del comensal. La gastronomía abre puertas y ventanas a la creatividad. Hemos dado un paso al frente. Buscamos la provocación de la caricia o del susurro”

Anteriormente lo hizo cuando puso en escena una pera llena de hongos, casi podrida, donde reveló el tema de la fermentación de los alimentos y los límites de lo comestible. Para lograrlo, investigó con su equipo durante meses y creó una cava especial donde realizó procesos de inoculación con distintos tipos de hongos.

Pera de San Juan, plato fermentado creado en Mugaritz
Pera de San Juan, plato fermentado creado en Mugaritz

Y claro, Andoni no cocina para agradar sino para que las personas despierten sus sentidos y de esta forma reflexionen sobre el significado del abanico del comer.

“Nos gusta alimentar la mente…” explica el mentor de Mugaritz. “Alimentando la curiosidad, los sentidos o el deseo, buscamos saciar el hambre de riesgo, de juego o de respuestas y el placer de sorprendernos, de descubrir y explorar lo desconocido. Para lograrlo, nos cuestionamos las lógicas del mundo culinario, replanteándonos las normas sociales y los prejuicios. Buscamos crear un contexto donde ejercer la libertad sensorial para poder superar la imposición de las costumbres”.

El menú de esta temporada se propone como La belleza del esperpento y está dentro de las investigaciones que realizaron sobre “el origen de la vida”. Su objetivo es el de sorprender a “las miradas educadas con otros formalismos”.

Respecto del plato, feto humano en líquido amniótico, Aduriz aclara que “Con esta creación sigo en la búsqueda constante de una senda que nos permita aportar una cosa diferente a quien nos visita. Poder desconcertarle con una belleza alternativa que está en las antípodas de lo convencional”.

Todas sus irreverencias gastronómicas, como el Feto humano en líquido amniótico, llevan el concepto del comer a otro nivel, en donde sentarse a disfrutar de una tranquila comida queda totalmente fuera de los límites de la búsqueda del premiado cocinero.

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