Las tristes historias que genera la “cultura
de la muerte” no dejan de sucederse, lamentablemente, día a día, a lo largo y
ancho del mundo. La siguiente sucedió en España: un niño por nacer sufre un
intento de ser abortado, pero la “impericia” del médico no logra su propósito,
y el niño nace, milagrosamente, sano. Sin embargo, la madre del niño demanda
legalmente al médico por “daños morales”, lo cual se traduce por “SUFRIMIENTO MATERNO Y PATERNO CAUSADOS
POR EL FALLIDO INTENTO DE ASESINAR AL HIJO DE AMBOS EN EL VIENTRE MATERNO”.
Para colmo de males, un tribunal de
primera instancia de Palma de Mallorca condena al “médico”, no por intento de
asesinato, sino por “negligencia médica”, es decir, por NO HABER CONSEGUIDO MATAR AL NIÑO POR NACER.
El médico abortista –si puede llamarse
así, porque el aborto es una negación radical de la profesión médica- fue
condenado a pagar 150.000 euros por daños morales, por no haber sido “capaz” de
ASESINAR AL NIÑO.
Suena increíble, pero es lastimosamente
real.
(adaptado del sitio: http://eligelavidanet.blogspot.com.ar/)
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