Escuchar y/o leer a este sujeto sin escrúpulos, sin moral y sin conciencia, da náuseas y vómitos.
Se aconseja leer con precaución.
El presidente Alberto Fernández promulgó este jueves 14 de enero la ley de aborto, con un acto en el Museo del Bicentenario: “Estoy muy feliz de estar poniéndole fin al patriarcado”, sostuvo. En realidad a lo único que Fernández le pone fin con la nueva ley es al derecho a vivir de toda persona humana en el vientre materno. “Nadie puede sentirse en paz consigo mismo viviendo en una sociedad sin igualdad” dijo, y aclaró que “eso lo estamos reponiendo hoy”, olvidando cínicamente que preside una Argentina con más del 60% de los niños viviendo en la pobreza, y medio país dependiendo de comedores asistenciales o algún plan social para poder comer, mientras una minoría de poderosos, compuesta tanto por empresarios como políticos, disfruta cada día de crecientes privilegios.
Desde su burbuja progresista y tanatofílica, insistió que la nueva ley filicida aportará “igualdad” a esta Argentina, cada día más desigual: “Las mujeres son la primeras víctimas de la desigualdad, pero muchos nos sentimos incómodos con esa desigualdad y no nos gusta. Estoy seguro que muchos hombres se sumaron al reclamo de las mujeres que demandaban más derechos. Hoy estamos dando un paso más hacia la igualdad”.
“Estoy muy feliz de estar poniéndole fin al patriarcado. Es un gran paso el que estamos dando igualdad en sus derechos a las mujeres con los hombres, dándoles la posibilidad de poder decidir. Esta ley, contrariamente a lo que muchos dicen, amplía la capacidad de decidir”, sostuvo el primer mandatario, ocultando que la decisión es sobre el cuerpo y la vida de un otro que es asesinado en pos del nuevo ordenador de los antivalores progresistas: el deseo individual, el famoso “goce”, últimamente exaltado y reverenciado por el más ruin egoísmo deshumanizante.
“Le agradezco a diputados, diputadas, senadores y senadoras de la oposición que nos han acompañado en este reclamo. y agradezco a todos los que no piensan como nosotros, pero nos han acompañado en esta decisión”, dijo, ¿haciendo mención a la corrupta compra de voluntades en el Congreso? ¿refiriéndose quizá a los legisladores que traicionando los mandatos de sus pueblos se dieron vuelta de un día para el otro, como el caso de Sergio Leavy, o cambiando sus otrora “profundas convicciones” hoy patéticamente deconstruidas, como el caso de Silvina García Larraburu?
“Que ninguna mujer pierda la oportunidad de tener un trabajo porque corra el riesgo de estar embarazada”, dijo el psicópata a cargo del Poder Ejecutivo Nacional, fiel representante de la corrupta casta política que ha gobernado la Argentina desde 1976 a la fecha, dejando un país infinitamente más pobre, desigual, endeudado y sometido a los poderes fácticos transnacionales.
No satisfecho con todo lo anterior, insistió: “Estoy muy contento, he cumplido mi palabra, hoy tenemos una sociedad más igualitaria. Hoy empezamos a escribir otra historia, la de buscar más derechos donde aún los desequilibrios existen. Hoy empezamos a hacerlo, solo por eso tenemos que celebrar”, finalizó. Faltó aclarar que la palabra se la empeñó a la multinacional abortista Planned Parenthood, la Open Society Foundations de George Soros, la Embajada del Reino Unido de Gran Bretaña y en definitiva, a la usura internacional, representada en el muy progresista Banco Mundial.
Horas antes del acto en el Museo del Bicentenario, grupos a favor de la vida llamaron a manifestarse contra la nueva ley y consideraron que “Argentina está de luto”.
(http://kontrainfo.com/alberto-fernandez-cumplio-con-planned-parenthood-y-el-banco-mundial-estoy-muy-feliz-de-estar-poniendole-fin-al-patriarcado/?fbclid=IwAR1ztpMZV627UBtTbXIcN7wMsjxWijvIzBN90xAyS4ilqCSjN6el-z06pJ4)
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