Un día después de imponer un bloqueo ultra estricto de 5 días que iba a entrar en vigor durante el fin de semana de Pascua (presumiblemente para evitar cualquier propagación inspirada en las vacaciones), la canciller alemana Angela Merkel ha abandonado el plan, aunque Alemania todavía está planeando extender sus restricciones actuales hasta el 18 de abril.
Merkel abandona el plan después de que haya suscitado una intensa reacción pública y la resistencia de los políticos de la oposición y de la coalición de Merkel, según informaron fuentes anónimas a Bloomberg. Merkel informó a los líderes de los 16 estados federados de Alemania en una videollamada el miércoles por la mañana de que abandonaba el bloqueo de cinco días, que habría cerrado todos los negocios. Incluso los supermercados se habrían visto obligados a limitar sus operaciones.
Las restricciones previstas también prohibían las reuniones privadas de más de cinco adultos de dos hogares diferentes, y exigían que los servicios de Pascua en las iglesias alemanas se realizaran de forma virtual, lo que enfureció a los alemanes que ya han pasado sus vacaciones de Navidad aislados de sus familiares. Durante una reunión celebrada a principios de esta semana, los líderes locales de Alemania aceptaron a regañadientes el plan de la Canciller.
Pidiendo perdón por el plan, Merkel dijo que el cierre fue "creado con la mejor de las intenciones", pero sus restricciones son simplemente incapaces de ser aplicadas.
Muchos miembros de la coalición democristiana de Merkel aplaudieron su decisión. El primer ministro de Baviera, Markus Soder, dijo que respetaba el cambio de opinión de la canciller, y señaló que las restricciones propuestas se habían enfrentado a cuestiones sobre su legalidad, informa RT.
Merkel se enfrentó a un aluvión de críticas por las medidas, incluida la prohibición de los servicios religiosos, que fue especialmente controvertida.
El clero, e incluso el ministro del Interior, Horst Seehofer, un viejo aliado político, instaron a la canciller a reconsiderar la medida. Algunos dirigentes estatales incluso proclamaron que no acatarían la norma.
El primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmer, dijo que su estado no impediría a las iglesias celebrar servicios en persona.(…)
traducido para RELIGION LA VOZ LIBRE de ZeroHedge
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