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jueves, 29 de diciembre de 2011

Valiente y enérgica declaración de la Iglesia en el NOA a favor de los niños por nacer


La Iglesia en el NOA se expresó de modo rotundo y enérgico 
en contra del aborto y de la eutanasia.
Favorable saldo pro-vida en el balance del año 2011

En momentos en que, desde la “cultura de la muerte” arrecian los ataques contra la vida humana, en todas sus fases y estadios, desde el momento mismo de la concepción, es necesaria una urgente respuesta por parte de quienes están llamados a defender la “cultura de la vida”.
El Santo Padre Benedicto XVI se ha pronunciado en repetidas oportunidades en este sentido, y es así como la Iglesia que peregrina en el Norte Argentino, demostrando una vez más fidelidad al Magisterio pontificio, organizó dos importantes eventos en las ciudades de Salta y Tucumán, para salir en defensa de aquellos que no tienen voz, como los niños por nacer y los pacientes desahuciados, candidatos a la eutanasia.
            En la ciudad de Salta, entre los días 23 y 24 de septiembre pasados, se desarrolló el I Congreso Internacional por la Vida y la Familia, el cual contó con la participación de obispos del NOA, además de la presencia del Secretario del Pontifico Consejo para la Familia, S.E.R. Mons. Jean Laffitte.
            Por otra parte, al día siguiente, Domingo 25 de septiembre, en Tucumán, en la Casa Histórica, se llevó a cabo el Encuentro de Parlamentarios por la Vida, el cual contó con la presencia de la senadora nacional por San Luis, Liliana Negre de Alonso, la diputada por Buenos Aires, Cynthia Hotton, el arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, el obispo auxiliar de Santiago del Estero, monseñor Ariel Torrado Mosconi, los enviados del Estado del Vaticano, Jean Laffitte y Carlos Simón Vázquez, secretario y subsecretario Pontificios del Consejo de Familia, respectivamente.
También estuvieron presentes diputados nacionales por Tucumán, legisladores, concejales, empresarios y titulares de organizaciones intermedias de la provincia.
En el encuentro, realizado en el Salón de la Jura de la Independencia, los asistentes firmaron un documento denominado “Protocolo por la Vida y la Familia”, por el que se comprometieron a reconocer el derecho a la vida desde la fecundación hasta la muerte natural. Además, rechazaron cualquier propuesta que “busque despenalizar o promueva el aborto y la eutanasia”.
En el inicio del acto, fue el Sr. Arzobispo de Tucumán quien anticipó el rechazo al aborto, llamándolo “crimen” y advirtiendo que “algunos pretenden legitimarlo como si fuera un derecho”. Al mismo tiempo, sostuvo que “la eliminación del niño por nacer no es el camino para solucionar los problemas”, sino “una apuesta por salvar las dos vidas desde una concertada y amplia acción política y social materno-infantil”.
Fundamenta la posición del Sr. Arzobispo la convicción profunda e inamovible de la Iglesia Católica de que el embrión no es ni un “órgano de la mujer”, ni un “tejido biológico organizado”, tal como lo sostiene el Santo Padre Benedicto XVI: “(el embrión) “no es una acumulación de materia biológica sino un ser vivo, dinámico, maravillosamente ordenado, un nuevo individuo de la especie humana” (27 de noviembre de 2010).
El hecho de haber firmado el Protocolo por la Vida en el Salón de la Jura de la Independencia, no es una mera anécdota, sino que posee un fuerte simbolismo, ya que desde la cuna misma de la Patria, desde el lugar en donde se originó el ser nacional, la Iglesia, respondiendo al pedido del Santo Padre, rechaza rotundamente las amenazas mortales que se ciernen sobre la vida humana, principalmente el aborto y la eutanasia.
Además, los actos mencionados sientan las bases para una ulterior profundización en la defensa de la vida, llamando a la reflexión y a la toma de conciencia, por parte de la población en general, de los inicuos proyectos de leyes anti-vida que han sido presentadas para su tratamiento en ámbitos legislativos.
De esta manera, la Iglesia en el NOA se hace eco de las palabras del Santo Padre, que pide a los “responsables”, hombres y mujeres de buena voluntad, “hacer todo lo posible” para “defender la vida”: “Exhorto a los protagonistas de la política, de la economía y de las comunicaciones sociales (medios) a hacer todo lo posible” por defender la vida y “crear las condiciones favorables y de redes de apoyo para la acogida (de la vida) y su desarrollo”.  

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Irracional sentencia de muerte a niños en gestación con riesgo de Sida


Europa, caracterizada por ser en durante varios siglos cuna de grandes pensadores, filósofos y humanistas, ha demostrado, desde un tiempo a esta parte, haber retrocedido a pasos agigantados en todo aquello que hizo de este continente un faro espiritual y moral para la humanidad.
Hace unos días el Parlamento Europeo aprobó una resolución para combatir el SIDA que propone el aborto de los niños no nacidos que estén en riesgo de contraer la enfermedad. ¿Puede concebirse tamaño despropósito? ¿En qué se fundamenta esta injusta ley que condena a muerte a un niño en gestación por el solo hecho de "estar en riesgo de contraer el Sida?
¿Qué clase de médico es aquél que, para disminuir la incidencia de una enfermedad -en este caso, el Sida-, acude a la muerte de una persona humana, de un niño indefenso? ¿Qué clase de legislador es el que aprueba semejante ley?
Por otra parte, si quieren combatir el Sida, ¿cómo pretenden hacerlo legalizando el asesinato de niños en riesgo de padecer el síndrome -ni siquiera lo han contraído- al mismo tiempo que favorecen la propagación del Sida promoviendo el uso del preservativo?
¿Cómo puede ser que alguien piense que las tasas de infección por Sida disminuirán asesinando niños en riesgo de contraer el síndrome?
¿Puede caber tamaña incongruencia en la mente de médicos, legisladores, políticos, industriales, estadistas?
Lamentablemente, sí puede caber tamaña incongruencia. El Parlamento Europeo es una muestra cabal de que la estupidez humana es infinita.
En el día de los Santos Mártires Inocentes, tristemente, el genocidio continúa a manos de los modernos Herodes...
(Fuente: http://eligelavidanet.blogspot.com/)

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Algunas definiciones rápidas



Aborto:

El aborto es la interrupción voluntaria de la gestación; es un asesinato, un homicidio, y como tal, es injustificable e inaceptable.

El rechazo del aborto por lo tanto no depende de la fe religiosa, ya que no es un dogma de fe que el cigoto es una nueva persona humana, sino un dato de la ciencia biológica. Por este motivo, se puede ser contrario al aborto y no profesar ninguna religión.

El aborto no soluciona ningún problema y encima, agrega un nuevo problema, que más que problema, es la eliminación de una vida humana. No se da solución a la violencia (violación) con otro acto de violencia (asesinato del embrión).

Más que los derechos de la mujer, en el aborto se deben considerar los derechos del embrión, y el primer derecho del embrión como persona humana, es el derecho a vivir.

Eutanasia:

Es la eliminación física de un enfermo grave, generalmente terminal, por un acto pretendidamente médico. En realidad, constituye la negación de la profesión médica, pues esta no tiene como objetivo la supresión de la vida del hombre, sino su preservación. Se toma como sinónimo de eutanasia a la expresión "muerte dulce", aunque en realidad debería llamarse: "asesinato impiadoso de enfermo terminal".

Atenta contra el derecho de la persona humana a morir dignamente y en el tiempo establecido por la declinación natural de sus funciones biológicas.

Clonación:

Consiste en la concepción y gestación por medios artificiales de un ser cuya carga genética es idéntica a la del que dona el material genético. La clonación humana es intrínsecamente perversa, porque el embrión clonado carece de padre y de madre biológicos, lo cual puede conducir al hipotético clon a graves trastornos morales y espirituales. Además representa una aberración ética, filosófica y moral para la raza humana, desde el momento en que es contraria a la dignidad del hombre. No se justifica desde ningún punto de vista.

Representa una gravísima violación a los derechos de la persona humana, puesto que todo ser humano tiene derecho a ser concebido en el seno del matrimonio y a tener un padre y una madre, aspectos que no existen en la clonación.

Investigación genética:

Es lícita y buena cuando el fin perseguido -por ejemplo, investigar para poder diagnosticar, prevenir o tratar alguna enfermedad- es bueno, pero es gravemente ilícita e inmoral cuando se la utiliza con fines perversos, como por ejemplo, diagnosticar una enfermedad genética en un embrión por nacer, para eliminarlo.

Fecundación in vitro:

O inseminación artificial, consiste en la fecundación de un ovocito por un espermatozoide, con el objetivo de lograr un embrión humano. Es gravemente ilícita, porque no respeta los dos fines del acto matrimonial, la unión y la procreación, y porque además, para obtener uno o dos embriones "viables" deben ser desechados entre veinte o treinta también "viables", los que no son desechados, se refrigeran a la espera de una eventual "adopción" o, lo que es más grave aún, son utilizados para experimentos médicos. Los que no son implantados ni congelados ni usados para experimentos, son descartados y eliminados, como si se tratara de productos con fecha de vencimiento.

Tampoco se respetan los derechos de los embriones fecundados artificialmente, porque no nacen como consecuencia del acto matrimonial, sino como producto de la unión artificial, en un medio aséptico como es el laboratorio, sin la mediación del amor de los esposos.

Experimentos con animales:

Son lícitos, siempre y cuando se cumplan determinados requisitos, como el estar plenamente justificados, y el eliminar al máximo los factores que causen sufrimiento a los animales.

Si no se cumplen estos requisitos, es decir, si no están justificados por un bien mayor, como el buscar la cura para una determinada enfermedad, y si no se cumple el requisito de atenuar al máximo el sufrimiento del animal, los experimentos con animales no están permitidos.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Por qué es ilícita la Fecundación in Vitro (o mejor dicho, “Embrionicidio”)



Cuando se habla de la FIV, no se puede recurrir a argumentos afectivos, tales como: “Quiero un hijo”, o “La Iglesia debería actualizarse y aceptar los avances de la ciencia, para que aquellos que no pueden tener un hijo naturalmente, dejen de sufrir”.

Aún cuando el deseo de un hijo sea absolutamente lícito, no es determinante a la hora de establecer la licitud moral de la FIV, y en el caso del argumento contra la Iglesia, la respuesta es que la Iglesia no se opone “porque sí”, de modo irracional, sino que tiene razones bien fundamentadas, y la primera de todas es que, por encima del deseo de los padres de tener un hijo, están en juego una gran cantidad de vidas humanas.

Si no valen los argumentos afectivos, ¿qué argumentos damos para rechazar la FIV?

El primer argumento es de otro orden, y se refiere al embrión: puesto que en la FIV hay pérdidas de embriones en diferentes fases del proceso, y aquellos que no se “pierden” son “sobrantes” que son o congelados o desechados o usados para investigación, lo primero a determinar es el estatuto ontológico del embrión humano o, en otras palabras, “qué es” un embrión humano.

Este punto es decisivo, porque si sostenemos –como es en la realidad- que el embrión humano es una persona humana, o sea, un individuo perteneciente a la especie humana, y como tal, compuesto de alma y de cuerpo –su cuerpo está constituido, en este período del desarrollo, por la célula resultante de la unión de los gametos masculino y femenino, el cigoto-, entonces, a este embrión, le corresponden todos los derechos inherentes a todo ser humano por el solo hecho de ser un individuo humano, es decir, individuo dotado de inteligencia y de un alma espiritual, unida indisolublemente a un cuerpo.

¿Y cuál es este derecho inalienable de todo ser humano? ¡El derecho a la vida!

El primer derecho del embrión –concebido naturalmente, en la relación matrimonial, o artificialmente, por la FIV- es el derecho a la vida.

Y es esto lo que no se respeta en la FIV, por lo que dijimos antes: si no se “pierden” en el proceso de la técnica, aquellos que no son implantados –el 95% de los embriones “generados”- afrontan un destino indigno de toda indignidad, para su condición de seres humanos: o son congelados, o son utilizados en experimentos de laboratorio. Y los que son congelados, pasado un tiempo –depende de las legislaciones de los distintos países-, son desechados.

¿Qué diferencia hay, entonces, entre eliminar un niño y un embrión? La única diferencia es la palabra: en un caso se llama “infanticidio”, y en el otro, podríamos decir: “embrionicidio”. Y es así como debería llamarse la FIV:“embrionicidio” (no sabemos si esta palabra existe, pero si no existe, la proponemos como sinónimo de FIV).

Hay otras gravísimas objeciones, además de esta, la de la eliminación del embrión, para oponerse frontalmente a la FIV, como por ejemplo, la obtención de los gametos necesarios para la fecundación.

Esto último atenta contra la santidad del matrimonio –las únicas relaciones sexuales que no ofenden la santidad divina son las matrimoniales, de modo casto, es decir, cumpliendo los fines unitivos y procreativos de la sexualidad humana- y contra otro derecho del niño por nacer, que es el de ser concebido por amor, porque por su dignidad intrínseca, merece nacer como fruto del amor esponsal, y no como producto de un deseo irrefrenado de “tener un hijo a cualquier costo”.

Éstas son las principales razones, resumidas en breve espacio, por las cuales rechazamos la FIV o “embrionicidio”.

Y si alguien desea ese regalo divino que significa un hijo, y no puede, por las circunstancias que sean, concebirlo naturalmente, que recurra a la adopción, y su expectativa no será defraudada.

jueves, 25 de agosto de 2011

Los esposos reciben la gracia desde el sacrificio de la cruz


El amor esponsal, una de las más altas manifestaciones del amor humano, junto al amor materno y paterno, necesita ser continuamente alimentado. Es como si tuviéramos una fogata en una noche fría: cuando los maderos se van consumiendo, es necesario que se agregue más madera al fuego, para que este no termine por apagarse.

Con el amor esponsal pasa así: si no se lo alimenta, termina, con el paso de los años, por perecer.
¿Dónde encontrar el combustible que alimente el fuego del amor esponsal?
Más que combustible, es decir, más que madera, es todavía mejor un fuego de amor que no se extinga nunca. ¿Dónde encontrarlo? No puede ser en otro lugar que en el Sagrado Corazón de Jesús, que está envuelto en las llamas del Amor divino. Y al Sagrado Corazón de Jesús lo encontramos, palpitante, vivo, glorioso, resucitado, en la Eucaristía. Es la Eucaristía ese fuego inagotable e inextinguible de amor divino y humano, con el cual los esposos deben alimentarse, para que el amor esponsal no solo no decaiga, sino que se acreciente cada vez más.
Es en la Eucaristía, en donde los esposos deben encontrar la fuente inagotable de amor para su propio matrimonio y para la familia, y en el Santo Sacrificio de la Misa deben encontrar no solo el modelo de vida, sino la fuente de vida: en la Santa Misa, renovación incruenta del sacrificio en cruz, Jesús, Divino Esposo, se entrega y se dona por amor a la Iglesia, su Esposa, y la Iglesia, que es la Esposa del Cordero, adora en la Santa Misa, en la cruz del altar, a su Esposo, el Cordero. El amor de Jesús Esposo por su Esposa, y el amor de la Esposa Iglesia por su Esposo, Jesucristo, es un amor fiel, indisoluble, casto, puro, inagotable, que lleva a la cruz y que nace y se alimenta de la cruz, y así debe ser el amor mutuo entre los esposos: fiel, indisoluble, casto, puro, inagotable, que lleve a la cruz y nazca de la cruz. Así como es impensable Cristo sin la Iglesia, así es impensable la Iglesia sin Cristo, y así debe ser impensable un esposo sin su esposa y una esposa sin su esposo.
Cuando los años pasen, o cuando sobrevengan las tribulaciones, o cuando la bonanza provoque hastío, es en esos momentos en donde más deben los esposos recurrir a la Eucaristía y a la Santa Misa, para encontrar el fuego de amor inextinguible y la fuente de vida eterna con el cual arrimar unos leños a la fogata en peligro de apagarse.
El fuego de amor esponsal nunca se apagará si los esposos recurren siempre y en todo momento a la hoguera del Amor divino, el Sagrado Corazón Eucarístico de Jesús, que se dona en cada Santa Misa.
Es por esto que los esposos deben acudir a la Santa Misa, pero otro motivo por el cual los esposos deben acudir a Misa, es que en la Misa, encuentran el ejemplo del amor esponsal perfecto: Jesús, Esposo de la Iglesia, dona su vida, su amor y su Ser divino a la Iglesia, su Esposa, en el sacrificio de la cruz, y lo renueva en el sacrificio del altar, y así como hace Jesús, así debe hacer el esposo terreno. Por su parte, la Iglesia, que es la Esposa del Cordero, contempla extasiada en el amor a su Divino Esposo, rendida de amor a sus pies, y se ofrece a sí misma en prenda de amor y gratitud; así debe hacer la esposa terrena con su esposo, amarlo y entregarse en su totalidad a él.
El amor esponsal de Cristo por su Esposa la Iglesia, y de la Iglesia Esposa por Cristo, es modelo del amor esponsal de los esposos terrenos: así como es el amor de Cristo por su Esposa –casto, fiel, indisoluble, puro, fecundo, que lleva al sacrificio de la cruz y a la donación de sí por amor-, así debe ser el amor de los esposos entre sí.
Por eso los esposos deben acudir a la Santa Misa, porque ahí encuentran el ejemplo y el modelo para su propio amor.
Pero no sólo encuentran ejemplo y modelo: la Santa Misa es también fuente de vida eterna y de amor, porque esa Vida eterna y ese Amor divino se donan en la Eucaristía. Al consumir la Eucaristía, los esposos se unen al Amor esponsal de Cristo, y así su propio amor terreno se ve alimentado y acrecentado con el amor divino de Jesucristo.

domingo, 14 de agosto de 2011

El valor inestimable del sacramento del matrimonio

Cristo Esposo de la Iglesia







Con suma tristeza, hemos leído en estos días, en diversos diarios digitales, la siguiente noticia: "Cada vez son más las parejas que eligen tener hijos sin casarse" (cfr. http://www.infobae.com/notas/599411-Cada-vez-son-mas-las-parejas-que-eligen-tener-hijos-sin-casarse.html; http://www.lanacion.com.ar/1397364-hijos-si-casarse-no-una-tendencia).
Para quienes optan por esta triste opción, no cabe otra cosa que hacer nuestra la oración de súplica de Jesús en la cruz: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen" (Lc 23, 34).
"No saben lo que hacen", porque si supieran las inmensísimas e ilimitadas gracias y bendiciones que se derivan del matrimonio sacramental, no dudarían un segundo en acudir a la Iglesia.
Gran parte del menosprecio y la minusvaloración del sacramento del matrimonio se debe a que se piensa que es nada más que una "costumbre", un "hábito cultural", una "formalidad jurídico-religiosa", y así, se lo equipara a otras situaciones "legales" como las uniones libres extra-matrimoniales.
No se piensa, ni por un instante, en el altísimo significado que encierra el matrimonio sacramental, y es el de unir y hacer partícipes a los esposos del connubio místico Cristo Esposo-Iglesia Esposa, unión y participación de la que se derivan, para esta vida, gracias impensables e inimaginables, y para la otra, la felicidad eterna.
Como humilde contribución destinada a hacer un poco de luz en medio de tanta oscuridad, subimos a la red una pequeña reflexión acerca del matrimonio sacramental, tomada de nuestra tesis de licenciatura: "Eucaristía y familia en Juan Pablo II".


La unión Cristo-Iglesia, fundamento del matrimonio de los hijos de Dios
como ‘mysterion’ sacramental
Es en la incorporación en el Hijo, en virtud de la gracia de filiación gratuitamente recibida -es decir, el bautismo sacramental-, por la cual el cristiano pertenece a Cristo con todo su ser; ya le pertenecía antes por el hecho de ser el Creador de su esse ut actus, mas ahora le pertenece por haber recibido el nuevo ser de la gracia de filiación, que lo hace participar de Su Filiación Subsistente. Por este motivo, si el cristiano se casa, no lo hace a título de simple hombre, ni siquiera como alguien que está en gracia: se casa como miembro consagrado del Cuerpo de Cristo, como miembro perteneciente a la Cabeza en modo real, sobrenatural y físico, y no simplemente moral o nominal. Por formar parte real de Jesús, no puede disponer de sí mismo sino sólo según el asentimiento de Cristo. Sólo puede unirse en matrimonio –con otro miembro del Cuerpo- con el fundamento de su unidad real y sobrenatural con Cristo . Por este hecho de participar sobrenaturalmente de la Cabeza como miembro del Cuerpo, el cristiano participa ya de la unión misteriosa de Cristo con la Iglesia; uniéndose con otro miembro consagrado, esta unión –el matrimonio cristiano- también participará del ser y del carácter misterioso de la unidad de Cristo con la Iglesia. Una unión entre seres no consagrados, será sí portador de un mysterion sacramental, porque “está asumido en el misterio de la alianza de Dios con su pueblo” , será mysterion del orden de la creación; sin embargo, no será todavía parte explícita del mysterion de la unión de Cristo con la Iglesia. Sólo uniéndose con otro miembro consagrado, participará de esta unidad de manera real, esencial e íntima, y no será simplemente un símbolo de este misterio o una imitación exterior de un modelo que está fuera de él, separado. Sólo así, en la unión sacramental, recibirá el vino nuevo de las bodas escatológicas, la Sangre del Cordero, porque ésta se versa abundantemente solo a través de los sacramentos . Participará de esta unión como una copia de la unión de Cristo con la Iglesia, copia que procede de esta unión, que se funda en ella y está penetrada por ella, ya que no solamente simboliza el misterio, sino que lo representa en sí realmente, -es el misterio en sí- y lo representa porque en ella este misterio demuestra su actividad y eficiencia . Radicado y fundamentado en la inserción del ser creado del hombre en el ser Increado de la Filiación Subsistente del Hijo por medio de la gracia bautismal, el matrimonio cristiano es entonces no una simple representación de la unión mística, sobrenatural y real entre Jesús y su Esposa; es una prolongación de esta, un despliegue de la misma, a la cual se refiere como a su paradigma, fundamento, culmen y fuente de vida.
Con la incorporación a Jesús por el bautismo, los miembros de Cristo son hechos parte real y efectiva de la Alianza Eterna cumplida en Cristo e, incorporados a Cristo y a su alianza esponsal con la Iglesia, reciben de este el mismo amor redentor con que Él ama a la Iglesia:
Infatti, mediante il battesimo, l’uomo e la donna sono definitivamente inseriti nella Nuova ed Eterna Alleanza, nell’Alleanza sponsale di Cristo con la Chiesa. Ed é in ragione di questo indistruttibile inserimento che l’intima comunitá di vita e di amore coniugale, fondata dal Creatore, viene elevata ed assunta nella caritá sponsale del Cristo, sostenuta ed arrichita dalla sua forza redentrice .
El amor de Cristo recibido en el bautismo y en el matrimonio como don personal, que transforma al hombre carnal en hombre espiritual, volviéndolo él mismo Espíritu, no es otro que el Amor Increado del Espíritu Santo: el hombre que nace “del agua y del Espíritu” (Jn 3,3) es un hombre transformado por el Espíritu de Jesús y la transformación es tan radical que no sólo se vuelve dócil al Espíritu, según su nueva condición, sino que él mismo –en virtud de la inhabitación trinitaria- se vuelve Espíritu: “Quest’uomo é talmente docile a quanto lo Spirito gli ispira, é «nato dallo Spirito», egli stesso é Spirito” (v. 6) . En el bautismo, porque es Aquel que hace nacer del agua del Espìritu, confirièndole a esta el poder de regeneracion y de santificacion: “Il fait de l’eau baptismale le vèhicule de l’ènergie divine, le signe sensible de sa puissance vivifiante, crèatrice de la nouvelle vie” . En el matrimonio, porque como todo sacramento, que es acto eclesial, “ont leur propre èpiclèse et s’operent par la descente des energies de l’Esprit Saint”. El descenso pneumatológico advertido en la epíclesis, convierte al matrimonio en una pentecostès nupcial: “L’èpiclese du sacrement du mariage en fait la pentecote nuptiale” . Descendido hipostáticamente sobre la Iglesia en Pentecostés el Espíritu Santo convierte a la Iglesia en signo suyo, en mysterion sacramental pentecostal que contiene y porta al Espíritu, así como la Humanidad de Cristo contiene y porta al Verbo: “Si l’Église doit étre un signe de la Pentecóte, si elle doit contenir l’Esprit, comme l’humanité du Christ contient sa Personne divine, il lui sera nécessaire de maintenir toujours en soi l’extase de la premiére Pentecóte” . Como la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, “es Cristo en su Cuerpo [...] el mismo Cristo está en la Iglesia [...] como lo propio de Cristo es estar lleno de Dios, «Porque en Él habita toda la plenitud de la divinidad» (Col 1,19; 2, 9), por eso su función en la Iglesia será llenarla con lo que le es propio, su divinidad” -y si llena con su divinidad a la Iglesia Universal, también lo hace en la familia, Iglesia doméstica. Por eso la acción de Cristo y del Espíritu se ejerce desde el interior de la Iglesia misma y de los cristianos que constituyen realmente su cuerpo, y en la familia Iglesia doméstica, constituida por sus miembros. Desde la Iglesia, a través del bautismo, el Espìritu Santo se hace interior a la naturaleza humana, convirtiéndose asì en el principio del nuevo ser del bautizado, del matrimonio cristiano y de la Iglesia domèstica y, como tal, transformàndose en principio vital y dinàmico -y no estàtico- del ser y del obrar de las tres realidades eclesiales:
Par le Saint-Esprit toute la crèation est rènovèe dans sa condition première” chante l’office dominical. Par ce “fait intèrieur”, l’Eglise, dans son mystère sacramentel et liturgique, est à l’opposè de tout ontologisme statique institutionnel; les ènergies vivifiantes de l’Esprit la rendent èvènementielle, essentiellement dynamique .
El matrimonio cristiano, recibiendo del mysterion de la alianza esponsal de Cristo con la Iglesia su ser, su raíz, su fuente de vida y su razón de ser, se transforma así en mysterion sacramental, en el sentido de ser un elemento visible que no solo causa y significa la gracia, sino que porta en sí, en su unidad, como symbolon real y no ideal, una realidad oculta, invisible y misteriosa pero real. Siendo parte del Cuerpo Místico de Cristo, estando unida ontológica y substancialmente al Cuerpo de Jesús, posee en sí misma, igual que el resto del Cuerpo, es decir, de la Iglesia, y al igual que éstos, el don increado del Espíritu de Jesús . Debido a que participa del misterio de unidad y de amor entre Cristo y la Iglesia –y por lo tanto lo significa -, porta en sí la unidad de la Iglesia con Jesús, la manifiesta y la proclama, sacramentalmente, en el tiempo y en el espacio y como en sí la unidad Cristo-Iglesia es una unidad basada en el amor de Cristo que se entrega por la salvación de su Esposa , es decir, es una unidad salvífica, así en la unidad y en la relación marido-mujer “se hace presente el mismo hecho salvífico que se da en la relación Cristo-Iglesia, aunque ya en forma ministerial” . Debido a que el matrimonio se funda en la relación Cristo-Iglesia , el evento salvífico del primer término de la comparación se presenta en forma real, en forma de participación ontológica del mismo hecho salvífico, en el término comparado, es decir, en el segundo término se da la presencia real participada, del primero, se presenta “el acontecer de la relación Cristo-Iglesia (relación salvífica) en la relación marido-mujer (salvífica por participar ontológicamente de la primera), lo que equivale a decir, que la primera es fundamento de la segunda” . La comparación de los términos ontológicos que participan de la analogía permite registrar un doble movimiento, de sentido descendente y ascendente: del misterio nupcial de Cristo-Iglesia se desciende a la realidad del matrimonio como sacramentum -como signo o símbolo de una realidad sagrada, oculta y misteriosa- y de la realidad del matrimonio sacramentum se asciende a la realidad superior -fundante del valor y del carácter salvífico del amor conyugal- del mysterion de Cristo y de la Iglesia .

lunes, 1 de agosto de 2011

Dr. Oscar Elías Biscet. La voz de los niños por nacer

Oscar Elías Biscet: Documentos inéditos sobre el comienzo de su lucha por los Derechos Humanos en Cuba
(Información extraída del sitio: liberpress, http://liberpress.blogspot.com)

Gabriela de Sarduy
Editora de LiberPress


" (73 ...Ya en el Antiguo Testamento, precisamente en relación a las amenazas contra la vida, encontramos un ejemplo significativo de resistencia a la orden injusta de la autoridad. Las comadronas de los hebreos se opusieron al faraón, que había ordenado matar a todo recién nacido varón. Ellas « no hicieron lo que les había mandado el rey de Egipto, sino que dejaban con vida a los niños » (Ex 1, 17). Pero es necesario señalar el motivo profundo de su comportamiento: « Las parteras temían a Dios » (ivi). Es precisamente de la obediencia a Dios —a quien sólo se debe aquel temor que es reconocimiento de su absoluta soberanía— de donde nacen la fuerza y el valor para resistir a las leyes injustas de los hombres. Es la fuerza y el valor de quien está dispuesto incluso a ir a prisión o a morir a espada, en la certeza de que « aquí se requiere la paciencia y la fe de los santos» (Ap 13, 10)."
Juan Pablo II - Evangelium Vitae


Buenos Aires, 15-02-04 - Los documentos que se encuentran a continuación, nunca han tenido difusión hasta hoy y han salido de Cuba recientemente. Datan del año 1998, sin embargo, retratan en forma cabal el ideario, los principios inquebrantables y la valentía de este ciudadano cubano, médico, que hoy permanece encerrado en las cárceles de Castro junto a delincuentes comunes, que estuvo confinado hasta hace pocos días en una celda soterrada y a quien además de la última condena a 25 años de prisión, se le inicia ahora una causa por "desacato" a la figura de Fidel Castro.

El valor histórico de estos documentos como testimonio irrebatible de la violación de los derechos humanos en Cuba por parte del régimen que la sojuzga desde hace más de 45 años, es inestimable..

También lo es como prueba de la valentía de este Hombre, con mayúsculas, que se convierte en un indiscutible héroe contemporáneo a la altura de los grandes próceres que supieron forjar con su sacrificio y compromiso personal la grandeza de la Nación Cubana.

El ideal de la defensa de los derechos humanos nace en Biscet desde su mismo accionar cotidiano y en el ámbito de su profesión: él es un médico, ha jurado defender la vida de sus semejantes y está dispuesto a dar su vida por ese juramento...

¿Cuántos de nosotros estamos dispuestos a arriesgar nuestra posición profesional, nuestro prestigio, nuestra fuente laboral y hasta nuestra propia integridad física y libertad personal por la defensa de los valores que profesamos? ...

La lectura del discurso del Dr. Biscet a sus colegas médicos del Hospital de las Hijas de Galicia el 24 de febrero de 1998 es conmovedora y con solo imaginar la escena sentimos gran admiración por quien se atreve a desafiar a un sistema que institucionaliza la muerte y utiliza la fuerza contra los más débiles de los débiles, sin paralizarse por el temor a las consecuencias que ese acto heroico le traerá a su carrera y su persona.

La nación cubana ya está en deuda con este hombre que eligió denunciar y oponer resistencia pacífica a la vulneración del primer derecho humano a defender: el derecho a la vida. La oposición del Dr. Biscet al aborto, a la utilización de fetos en investigaciones de laboratorio y a la pena de muerte, no hace sino engrandecer aún más su figura como ciudadano cubano valiente y comprometido con la defensa de la dignidad primera y fundamental de la persona humana, que no puede ni debe ser vulnerada por ningún ser humano en nombre de ninguna ideología, mucho menos aún por aquellos cuya vocación los ha llamado a la defensa y el cuidado de la vida de sus semejantes.

Pero no sólo los cubanos tienen una deuda con el Dr. Biscet, cada uno de nosotros sentimos resonar con particular fuerza el llamado del Dr. Biscet en nuestras conciencias y nuestro corazón y sabemos que no podemos permanecer indiferentes ante su situación.

El Dr. Biscet ha defendido algo que nos compete a todos y lo ha pagado él con la prisión, la tortura y el aislamiento en condiciones infrahumanas. No lo dejemos a merced de un sistema que acalla, encierra y tortura a sus opositores pacíficos, a quienes resisten civilmente la violencia de un estado que ha perdido toda legitimidad porque ha quebrantado reiteradamente sus deberes primordiales: el cuidado del bien común y la salvaguarda de los derechos de cada uno de sus ciudadanos.

El Dr. Biscet se ha negado a "participar en la ejecución de una injusticia y esto no sólo es un deber moral, sino también un derecho humano fundamental. Si no fuera así, se obligaría a la persona humana a realizar una acción intrínsecamente incompatible con su dignidad y, de este modo, su misma libertad, cuyo sentido y fin auténticos residen en su orientación a la verdad y al bien, quedaría radicalmente comprometida." dice Juan Pablo II en su "Evangelium Vitae" (1995), y continúa: "se trata, por tanto, de un derecho esencial que, como tal, debería estar previsto y protegido por la misma ley civil. En este sentido, la posibilidad de rechazar la participación en la fase consultiva, preparatoria y ejecutiva de semejantes actos contra la vida debería asegurarse a los médicos, a los agentes sanitarios y a los responsables de las instituciones hospitalarias, de las clínicas y casas de salud. Quien recurre a la objeción de conciencia debe estar a salvo no sólo de sanciones penales, sino también de cualquier daño en el plano legal, disciplinar, económico y profesional."
Al Dr. Biscet se le han violado sus derechos humanos fundamentales por defender los derechos humanos de muchos inocentes, por defender sencillamente la igualdad ante la ley de aquellos que no tienen voz, por apelar a las conciencias de otros que como él juraron defender la vida y se vuelven cómplices de los asesinatos de los indefensos. Por defender el derecho a la vida de todos los ciudadanos cubanos lo han sancionado con la "propuesta de separación definitiva del Sistema Nacional de Salud" ( ver: Res. N°9/98 de Ministerio de Salud Pública de Cuba).

Los documentos son muy claros sobre las consecuencias: el régimen comienza condenándolo a esa "muerte civil" que significa en Cuba, al ser el estado el único empleador, el ser echado del centro de trabajo, pierde así la posibilidad de ejercer su profesión y realizar su auténtica vocación. (Resolución N° 9/98) Pero él no se amedrenta, firma la resolución de su "muerte profesional" en disconformidad y en abierta actitud de oposición y denuncia. Se enfrenta a los actos de repudio organizados por los integrantes del Partido Comunista de su Centro de trabajo y se niega a salir por la puerta trasera, abandona el lugar pacíficamente por la puerta principal. El resto de la historia todos la conocemos, el año pasado recién salió el Dr. Biscet de la cárcel , luego de 3 años de prisión para volver a ser encerrado pocos días después por no estar dispuesto a callar y volverse cómplice de las aberraciones que comete el totalitarismo en Cuba. Volvieron a encerrarlo y a condenarlo a 25 años de prisión.

Su actividad continúa siendo incesante, los documentos que logran salir de la prisión, donde es sometido a permanentes violaciones de sus Derechos Humanos, son más que elocuentes y nos muestran su evolución y su crecimiento político, personal y espiritual.

La denuncia y el compromiso de todos nosotros con su situación se vuelve entonces impostergable:

A todos quienes lean esta nota y a todos quienes se enfrenten a solas en la tranquilidad de su entorno con estos documentos que retratan el comienzo de esta historia heroica y singular, los convocamos a la denuncia y el reclamo por la libertad y la vida de este hombre con el que todos los que gozamos en libertad de nuestros derechos inalienables, estamos en deuda.

A todas las Instituciones y Organismos de Derechos Humanos, a aquellas que hacen especial hincapié en la defensa de la Vida, a aquellas que defienden el derecho a la Libertad de conciencia frente al totalitarismo, a las Asociaciones Médicas y de Profesionales de la Salud, a los Medios de Comunicación y a los Legisladores, Parlamentarios y Funcionarios de Gobiernos del Mundo que lean estos documentos. les solicitamos su intervención en favor de este hombre que sostiene su ideal de Vida y Libertad para su Patria y para el mundo.

De nosotros depende. Seamos una voz incansable de reclamo por la Libertad de este hombre y por la libertad de Cuba.


miércoles, 29 de junio de 2011

La Educación Sexual debe respetar la Naturaleza

El varón está hecho
para la mujer,
y la mujer para el varón;
la ideología de género
no puede romper
esta complementariedad,
so pena de arruinar para siempre
a la naturaleza humana.

Desde el punto de vista anatómico, fisiológico, psicológico y espiritual, el varón y la mujer se complementan y se enriquecen mutuamente. La naturaleza los ha diseñado para que el uno no pueda subsistir sin el otro, y el otro sin el uno. Ni el varón sin la mujer, ni la mujer sin el varón.
De modo aislado, no pueden concebir, no pueden reproducirse, no pueden perpetuar la especie. No pueden educar adecuadamente a los hijos, puesto que los hijos de la especie humana necesitan, por naturaleza, independientemente de la raza, de la clase social, de la nacionalidad a la que pertenezcan, un modelo paterno, que sólo puede ser ejercido por el varón, y un modelo materno, que sólo puede ser ejercido por la mujer.
La Naturaleza humana no puede estar condicionada a una ideología, en este caso, a la ideología de género. Si un ser humano nace con sexo masculino y con psicología masculina, no puede, en virtud de una ideología, "cambiar", "alternar", "combinarse" con el otro sexo, y lo mismo sucede con la mujer.
Hacer lo contrario, implica la devastación y ruina de la naturaleza, así como se devasta y arruina la biodiversidad ecológica al desforestar abusivamente un bosque, o cuando se contamina un río, o el mar, o cuando se tiñe el mar de rojo por la matanza indiscriminada de focas. El equilibrio de la Naturaleza, delgado y sutil, se rompe fácilmente cuando se lo intenta desviar-generalmente, por motivos de avaricia y codicia-, y es esto lo que sucede con la frágil naturaleza humana, cuando se aplica la ideología de género.
No puede un elefante convertirse en una liebre, ni puede una garza transformarse en un león.
Enseñar esto en la Educación Sexual, a niños y jóvenes, es forzar la Naturaleza por medio de una ideología. Y la Naturaleza no perdona.

lunes, 13 de junio de 2011

La indigna "muerte digna"




El título del artículo parece un juego de palabras, pero es sólo una descripción de la realidad. Según el diario The Daily Telegraph, el empresario hotelero británico Peter Smedley, de 71 años, que sufría un trastorno neuromotor diagnosticado hace dos años, se suicidó en un "centro de salud" llamado Dignitas.

Debido a que un equipo de la BBC filmó los últimos momentos de Smedley para un documental del escritor Terry Pratchett, que milita a favor del suicidio asistido, los tele-espectadores podrán ver los últimos momentos de vida del millonario hotelero cuando la BBC2 transmita en estos días: “Elegir la forma de morir”.

¿Por qué decimos que es una “muerte indigna”?

Porque la “muerte digna” no es la del suicidio asistido; la “muerte digna” no es aplicar al enfermo terminal –o en vías de serlo-, un cóctel farmacológico letal; la “muerte digna” no es la que sobreviene luego de haber sido alentado y empujado a tomar una decisión irreversible; la “muerte digna” no es la muerte artificial, la muerte inducida, la muerte anticipada y decretada por la impiedad humana.

La “muerte digna”, la única “muerte digna”, es la del paciente que, llegado al límite de su proceso agónico natural, es ayudado, por el afecto, el cariño y el amor de los suyos -y también por el equipo médico que lo asiste, y por el sacerdote, en caso de ser un creyente- a transitar en paz y calma los últimos momentos de su existencia terrena.

La “muerte digna” es la de aquel que, en la etapa final de su ciclo biológico –en el caso de ser un anciano-, o en el límite extremo de sus capacidades de sobrevida –si es un enfermo terminal-, traspasa el umbral de la muerte auxiliado por quienes permanecen de este lado de la vida, y lo hace según el ritmo natural biológico, y no como consecuencia de la inyección de drogas letales.

El suicidio asistido, o “muerte digna”, o “eutanasia”, no solo nunca es “digna”, sino que constituye una contradicción al juramento hipocrático, y una negación, en los hechos, del fin de la profesión médica, que es la prevención y la curación de la enfermedad.

Con la eutanasia no se busca ni prevenir ni curar; sólo se persigue la supresión física de un organismo vivo, por medio de la aplicación de drogas no prescriptas ni aptas para la curación; con la eutanasia no se busca ni la curación ni dar un paliativo a la enfermedad, sino que se elimina al organismo biológico que las sustenta, lo cual implica un acto de violencia y de brutalidad inhumana, que se encuentra en las antípodas del ejercicio de la verdadera medicina.

Por todo esto, la eutanasia no es nunca un acto médico, sino la negación de la medicina, y un atentado y un crimen contra la humanidad.

viernes, 3 de junio de 2011

La muerte del Dr. Muerte

Como médicos católicos,

consideramos que la eutanasia

no es un acto médico,

sino una negación de la medicina

y de la humanidad.

La muerte no se celebra, ni se festeja. Ni siquiera cuando se trata de alguien familiarizado con la muerte, como el Dr. Kevorkian, quien “ayudó” a morir a unas 130 personas, a lo largo de su equívoco ejercicio de la profesión médica. La muerte sólo se anuncia, como lo hacemos ahora, y se anuncia siempre con pesar, porque todo ser humano que muere es hermano nuestro, ya que nos hace hermanos la naturaleza humana. Así consideramos al Dr. Kevorkian, aunque diferimos radical y substancialmente de sus puntos de vista acerca de qué cosa sea el ser humano, acerca de cuál sea el rol del médico, acerca de qué cosa sea la vida, acerca de qué cosa sea la enfermedad y el dolor, acerca de qué cosa sea la muerte.

Disentimos con el Dr. Kevorkian en todos estos aspectos, ya que nos ubicamos en las antípodas de su “pensamiento” y de su “praxis”, y con motivo de anunciar, con pesar, su muerte, expresamos las razones de nuestro disenso con sus puntos de vista y con su obrar.

Disentimos con el Dr. Kevorkian acerca de qué “cosa” sea el ser humano. Basados en su praxis, deducimos qué significa, para el Dr., apodado “Dr. Muerte” por organizaciones pro-vida, el ser humano: para él, el ser humano es, precisamente, una “cosa” con vida; un cuerpo animado, una materia vivificada por “algo”, sin destino trascendente, a quien se debe eliminar cuando se tiene la certeza de un diagnóstico irreversible que le provoca sufrimiento.

Sin embargo, para nosotros, médicos católicos, el ser humano es algo mucho más trascendente y misterioso que un mero cuerpo animado: es una imagen viviente de Dios; es un ser creado “a imagen y semejanza” del Ser divino; es un cuerpo unido substancialmente a un alma, y unido en tal manera, que no es ni cuerpo solo ni alma sola, sino cuerpo y alma, sujeto a un ciclo biológico, al final del cual, se separan, para dar lugar a la muerte, la cual debe sobrevenir a su debido tiempo, y si este proceso provoca dolor y agonía, debido a la dignidad intrínseca que posee todo ser humano, debe ser acompañado en su proceso agónico, aliviando sus dolores y sus penas, ayudándole a no perder de vista su trascendencia, en virtud de su alma, y jamás debe interrumpirse esa vida de modo artificial.

Los médicos católicos estamos a favor de una muerte digna, entendida esta como el justo equilibrio entre la eutanasia, o muerte provocada, y el ensañamiento terapéutico, el exacto opuesto a la eutanasia, pero igualmente cruel que esta, puesto que se intenta mantener con vida al paciente a toda costa, aún a costa de provocarle mayores dolores e inútiles sufrimientos.

La muerte digna, para un médico católico, consiste en proporcionar al paciente que agoniza y que sufre, la medicación paliativa necesaria y justa para aliviar, dentro de los límites de la medicina, el dolor y el sufrimiento.

Sin embargo, debido a la naturaleza del hombre, constituida por materia y espíritu, por alma y cuerpo, la atención encaminada a una muerte digna, nunca se limitará a la mera administración de medicamentos, o de cuidados básicos –hidratación, alimentación, higiene-, sino que se complementará, como algo esencial, con la asistencia espiritual, según la creencia del moribundo, y si no tiene ninguna creencia, se pedirán oraciones por su alma.

Lamentamos, entonces, como médicos católicos, la muerte del “Dr. Muerte”, como lamentamos la muerte de todo ser humano. Al mismo tiempo, al recordarlo, no podemos dejar pasar por alto nuestro radical y profundo disenso con su actitud a favor de la eutanasia, ya que consideramos que la eutanasia no es un acto médico, sino una negación de la medicina y de la humanidad.

Pedimos para el Dr. Kevorkian la piedad que él no demostró con los pacientes a los que “ayudó” a morir.

miércoles, 27 de abril de 2011

La muerte en Cristo significa el ingreso en la vida eterna



La vida provoca sempre admiración, estupor, sobre todo cuando se trata de una vida humana, que es una vida superior a cualquier forma de vida visibile. Y si la vida provoca admiración y estupor por sí misma, por su misma excelencia y perfección –no es lo mismo una vida de una persona humana a la vida de una planta-, la desaparición de esa vida, es decir, la muerte, también provoca admiración, y lleva a preguntarse sobre porqué existe la muerte, qué sentido tiene, qué hay más allá.

Frente al fenómeno de la muerte, surgen interrogantes, y aún más cuando la persona que muere es un joven. La muerte es en sí misma el destino natural del hombre,[1] ser compuesto de cuerpo y alma; naturalmente, en algún momento, el alma deja de comunicar su fuerza vital, deja de transmitir su energía y su vida al cuerpo, y el cuerpo muere, queda sin vida. La muerte es el destino natural del hombre. Pero la muerte fue también impuesta al hombre, como castigo después del pecado[2]. Voluntariamente, el hombre se apartó de Dios, que es la fuente de la vida, y, apartado de la fuente de vida y de la Vida misma, al hombre no le queda otra cosa que morir. La muerte es entonces castigo del pecado.

Pero eso es la muerte sin Cristo, antes de Cristo. La muerte para nosotros, los cristianos, los católicos, que recibimos la vida de Cristo en germen en los sacramentos, principalmente en la confesión y en la Eucaristía, ya no es más ni destino natural ni castigo. Para nosotros, los cristianos, que hemos sido bautizados, y que por eso hemos sido incorporados a Cristo, que es el Dios de la vida, la muerte tiene un significado completamente distinto. Tan distinto, que la muerte llega a ser lo opuesto de lo que es: en Cristo, muerto y resucitado, la muerte se transforma en vida.

La muerte en Cristo es vida, porque en Él fue destruida nuestra propia muerte. En la muerte de Cristo en cruz está contenida la muerte de cada uno de los hombres, y por eso está contenida mi muerte. Y como Cristo destruyó a la muerte, porque resucitó, así mi muerte está destruida en Él, y así como mi muerte muere en su muerte en cruz, así mi vida resucitará con su resurrección. La muerte para los católicos, gracias a la Pasión de Cristo, no es ya ni necesidad natural ni castigo, y aún más, adquiere un significado impensable sin Cristo. No sólo ya no es más ni destino natural ni castigo, sino que en Cristo, la muerte del bautizado adquiere las mismas características de la muerte de Cristo: la muerte de Cristo en cruz fue un sacrificio libre por honor de Dios, y en eso se convierte la muerte del cristiano, del bautizado, en Cristo: un sacrificio libre por honor de Dios[3]. Y así como a la muerte de Cristo le siguió la resurrección de su Cuerpo y su glorificación, así al cristiano, que por el bautismo es hecho parte real de Cuerpo de Cristo, a su muerte le sigue la resurrección, la vida eterna y feliz en la amistad de Dios Uno y Trino. Por eso la Pasión de Cristo es fuente de vida, y de vida eterna[4].

La muerte en Cristo es un paso, de esta vida a la vida eterna, a la alegría infinita y eterna, en la compañía y amistad de Dios Trino y de todos los ángeles buenos y los santos. Sin embargo, no necesariamente debemos esperar a morir para gozar de esa felicidad eterna. Ya en esta vida poseemos, como en germen, como una semilla, la vida eterna, la resurrección. Nuestra resurrección está contenida en la Eucaristía, porque en la Eucaristía está Cristo, glorioso y resucitado, que me comunica de su vida divina.


[1] Cfr. Matthias Joseph Scheeben, Los misterios del cristianismo, Ediciones Herder, Barcelona 1964, 713.

[2] Cfr. Scheeben, ibidem, 232.

[3] Cfr. Scheeben, ibidem, 463.

[4] Cfr. Scheeben, ibidem, 480.

miércoles, 20 de abril de 2011

La ciencia sin conciencia lleva al hombre a su ruina


EL PROGRESO NEGATIVO : LA CIENCIA SIN CONCIENCIA


Cuando se habla de progreso esta palabra generalmente es interpretada como algo constructivo. Sin embargo no siempre es así: a veces el progreso puede tener un sentido totalmente opuesto, y esto es quizás lo que le está sucediendo a la humanidad con el progreso material exento de otro orden de valores.


Cuando al hombre se le prohibió comer del árbol de la ciencia del bien y del mal (Génesis cap.2 vers.17) quizás estaba implícito en este mandamiento la condición de una madurez moral y espiritual superior que permitiera dar al conocimiento un sentido adecuado de acuerdo a los propósitos Divinos. No ocurrió así, y en consecuencia, impulsado por la ambición, el conocimiento llegó al hombre prematuramente, antes que la madurez requerida para usarlo sin riesgos, convirtiéndose a causa de ello en un poderoso factor de decadencia.


Hace algún tiempo 91 sabios y científicos estadounidenses, entre ellos según la información varios premios Nobel, se pusieron de acuerdo para llamar la atención de la humanidad sobre los graves peligros que la amenazan generados por la civilización, advirtiendo que si no se revertía rápidamente el proceso, la vida sobre el planeta estaría seriamente amenazada. Fue un llamado dramático que no obstante pocos parecen estar dispuestos a escuchar.

Esta voz de alerta dada por quienes tienen mayor posibilidad de ser atendidos en este aspecto, ha venido siendo formulada desde hace mucho tiempo por quienes, entre los cuales me encuentro, hemos venido observando el deterioro que a instancias de los intereses inmediatos, se ha venido causando al ecosistema. Ahora sólo cabe esperar que la palabra autorizada y atendible no llegue demasiado tarde, cuando el mal sea irreversible, y tenga la debida recepción y acatamiento por quienes tienen en sus manos el timón del barco, aunque cabe preguntar: ¿quién o qué que no sea un poder superior puede detener a esta altura de los acontecimientos la monstruosa maquinaria que es la civilización materialista la cual, en esencia, no deja de ser una barbarie tecnificada? ¿Quién está dispuesto a renunciar a los interés creados aún a sabiendas de que al no hacerlo está labrando su propia destrucción? Por otra parte, un cambio de sentido implicaría la necesidad de modificar las cuatro o cinco características constantes del ser humano que han determinado su accionar y que aún cuando varíen los elementos de que se sirven, provistos precisamente por el conocimiento técnico y científico, son las que han determinado el sentido de este proceso.


Ya en el siglo pasado Federico Nietzche, apelando a una extraordinaria síntesis, planteo el siguiente contrasentido. Dijo: “pero al hombre no le es dado ser cangrejo, es necesario que avance en la decadencia”. Los admiradores de la actual civilización se niegan a aceptar esta realidad. Tienen la convicción de que el hombre es la medida de todas las cosas y que todo lo que hace está bien, no aceptan otros parámetros que pondrían en evidencia los errores y desaciertos. Tienen concentrada la mirada en los bienes materiales y las maravillas de la técnica y a causa de ello están ciegos para la Luz que pone de manifiesto la finalidad de la vida y delatan los peligros que en la actualidad acechan a la humanidad.


En el caso de que, tomada conciencia colectiva del peligro a que el propio accionar humano nos ha enfrentado y si se decidiera retroceder en el proceso, unos de los escollos más difíciles de sortear sería quizás la dependencia de los sistemas implementados a que ha sido sometido el hombre, los cuales, por otra parte, cada vez lo alejan más del orden superior de la vida y el universo. Es necesario tener en cuenta que el proceso material en que estamos inmersos no está al servicio de los intereses superiores de la humanidad sino que es una consecuencia de determinados intereses los cuales no tienen para nada en cuenta las consecuencias que pueden generar en aspectos más profundos y vitales de la existencia.


Un ejemplo de ello son las consecuencias nefastas que puede tener a determinado plazo la proliferación de los generadores atómicos de energía y los desechos radioactivos que los mismos producen.


Tampoco, como consecuencia de su aplicación especulativa, nuestros conocimientos han seguido el mejor camino: se sabe mucho de lo material pero se ignora o se desestima en gran medida lo espiritual siendo que en este campo hay potencias muy superiores a las físicas; se conocen los más grandes secretos del cuerpo pero se desconoce lo más elemental del alma: se da más valor a los medios que a las finalidades y se confunden los primeros con los objetivos. De este modo se ha conformado una civilización falsa y lo peor es que parece no advertirse: partimos de una premisa falsa y a través de un desarrollo lógico inexorablemente, a causa de ello, llegaremos a un desenlace erróneo ¿será el significado de la manzana del paraíso? El hombre se dejó tentar y la mordió y una vez que lo hizo no pudo evitar comerla. Si es así junto con la manzana el hombre se está devorando así mismo. Pese a ello debemos mantener encendida la fe en la promesa bíblica del triunfo de la verdad sobre el error.


E. A. P.

Revelaciones Marianas


(Tomado de Revelaciones Marianas: revelacionesmarianas.com)

sábado, 16 de abril de 2011

La abominación de la desolación: un sacerdote pro-aborto

Un moderno Judas Iscariote.
Felicitaciones al Arzobispo que prohíbe
las actividades de este propagador de la muerte


DENUNCIADO REITERADAMENTE POR LIFESITENEWS

Sacerdote mexicano proaborto no puede dar conferencias aquí, dice el Arzobispo de Ottawa

Mons.Terrence Prendergast ha cancelado las actividades que el sacerdote mexicano Luis Arriaga, iba a realizar durante el fin de semana en el centro diocesano y en parroquias católicas de Ottawa. Objeta que ha comprobado que las acciones del grupo asociado son «incompatibles con la defensa que hace la Iglesia del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural».

16/04/11 10:47 AM

(Matthew Cullinan Hoffman y John-Henry Westen/ Notifam) El arzobispo de Ottawa, Terrence Prendergast, ha cancelado las actividades de conferencias de un sacerdote mexicano quien lidera un grupo “de derechos humanos”, proaborto luego de investigar personalmente y encontrar que las acciones del grupo asociado son “incompatibles con la defensa que hace la Iglesia del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural”.

El arzobispo canceló las presentaciones programadas del Padre Luis Arriaga, director del Centro para los Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (PRODH), quien iba a presentarse el sábado en el centro diocesano y en parroquias católicas en la arquidiócesis y hasta el fin de semana.

Una noticia en la página web de la arquidiócesis anunció que el arzobispo se había reunido con el Padre Arriaga luego de su llegada a Ottawa, y “discutió con él y con representantes de Desarrollo y Paz, el Centro que apoya a grupos que defienden el aborto”.

“Dado que el apoyo a grupos del Centro que están a favor del derecho al aborto en México es incompatible con la defensa que hace la Iglesia del derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural y es incompatible con la misión de Desarrollo y Paz, y en orden a remover cualquier duda sobre este compromiso, las actividades de exposición del Padre Arriaga han sido canceladas”, dijo la declaración.

Como LifeSiteNews ha documentado en informes anteriores, el Padre. Arriaga y el Centro Miguel Agustín Pro Juárez [Prodh] han participado en la defensa del aborto por lo menos desde 2005, firmando numerosas declaraciones a favor del aborto y oponiéndose a una enmienda pro-vida a la Constitución del Estado de Jalisco. Sin embargo, esta agencia de noticias ha sabido recientemente que tanto el Centro como el Padre Arriaga también apoyan personalmente a la organización pro-aborto “Católicas por el Derecho a Decidir”, un grupo condenado por la Iglesia Católica para la promoción de la legalización del aborto y afirmando falsamente que matar a los no nacidos es compatible con la doctrina católica.

En noviembre de 2010, después de llamar “obscena” a LifeSiteNews.com por exponer las actividades de su organización a favor del aborto, el Padre Arriaga compartió el escenario en una ceremonia de entrega de premios con Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir, y la pro-abortista Marisa Belausteguigoitia, del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG), aplaudiendo a las dos por su trabajo. El premio, que lleva el nombre de la fallecida feminista anti-católica Hermila Galindo, fue otorgado por la Comisión de Derechos Humanos del gobierno de Ciudad de México, que al mismo tiempo otorgó a Arriaga un certificado de “mención especial” certificado por su propio trabajo.

El Padre Luis Arriaga, del Centro (derecha) con Consuelo Mejía, directora de Católicas por el Derecho a Decidir (centro), y Marisa Belausteguigoitia, del Programa Universitario para Estudios de Género (a la izquierda)

El evento está anunciado en la misma página web del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, donde la organización dice que “el Centro Prodh se congratula por esta decisión que avala la trayectoria destacada de Consuelo Mejía y del PUEG en la defensa de los derechos de

las mujeres y el impulso a la equidad de género”. Una foto de un sonriente Arriaga recibiendo el premio con Mejía se muestra en el sitio web (NOTA: luego de la publicación de este artículo, el Centro retiró la página de su sitio web. Pero LSN había grabado la página en un PDF, que puede verse aquí)

En un artículo sobre el evento, publicado por el servicio de noticias pro-aborto CIMAC, también se lo cita a Arriaga, diciendo que en la lucha por los derechos de la mujer “reconocemos el apoyo de la actividad llevada a cabo por Consuelo Mejía y el Programa Universitario para Estudios de Género, que nos han enseñado lecciones sobre los nuevos tipos de relaciones humanas, para la consolidación de una sociedad igualitaria”.

En el mismo artículo, Mejía comenta que el premio es importante porque pone de relieve la difícil situación de las mujeres “que se atreven a ejercer su derecho a decidir sobre sus cuerpos”, mientras que la representante del Programa Universitario, Marisa Belausteguigoitia, se queja que “en 17 Estados de la República, las mujeres son obligadas a dar a luz en todas las circunstancias”.

Este evento no fue la primera vez que Arriaga y el Centro de Derechos Humanos participaron en la promoción de “Católicas por el Derecho a Decidir”. Como LifeSiteNews informó en el 2010, Arriaga fue un expositor del panel para la celebración del 15º aniversario de la organización, según la emisora de radio mexicana Radio Bemba (ver artículo en español aquí). Los paneles se organizaron “para reflexionar acerca de la contribución de esta organización [Católicas por el Derecho a Decidir] a la defensa de los derechos humanos de mujeres y jóvenes y los retos que tienen las iglesias en el tema de los derechos sexuales y reproductivos”, según la emisora de radio.

Una historia de activismo pro-aborto

Como LifeSiteNews (LSN) ha informado anteriormente, la organización del Padre Arriaga ha firmado con su nombre numerosas declaraciones a favor del aborto. En el 2008, el Centro firmó una declaración pública, publicada en el diario “Público”, de Guadalajara, que específicamente denunció una propuesta de enmienda constitucional pro-vida, porque con ella “pretende reconocerle titularidad de derechos al concebido no nacido, contra lo que establece nuestro sistema constitucional”, y “eliminaría el derecho de las mujeres de Jalisco a interrumpir un embarazo”.

Se puede encontrar aquí la declaración en español.

La organización también firmó un cierto número de otras declaraciones de “derechos humanos” entre los años 2005 y 2009, las que incluían declaraciones abogando por la despenalización del aborto y la disponibilidad del aborto en hospitales públicos. También es miembro de la abortista “Red de Todos los Derechos para Todos”, que respalda abiertamente la ley de Ciudad de México que legaliza y subsidia el aborto a petición durante las primeras 14 semanas de embarazo. La “Red de Todos los Derechos para Todos” incluye el nombre del Centro Miguel Agustín Pro Juárez en sus pronunciamientos a favor del aborto.

Negaciones no-negadas

Después que LSN expuso por primera vez la firma del Centro de Derechos Humanos en dos declaraciones sobre “derechos humanos” que incluían declaraciones pro-aborto en marzo de 2009, la organización respondió con un breve comunicado afirmando que había firmado los documentos “con la intención de apoyar la causa general de los derechos humanos en México, no para apoyar específicamente la legalización del aborto”. Sin embargo, el Centro no confirmó ni negó que apoya el aborto legalizado.

El Padre Arriaga ofreció luego una entrevista al Catholic Register, el periódico oficial de la diócesis de Toronto, en la que denunció como “obscena” la cobertura de LSN, y dijo simplemente que su grupo no está “concentrado en los derechos sexuales o reproductivos. Ésta no es nuestra especialidad. Nuestra atención se centra en la defensa y promoción de los derechos civiles y políticos”.

Como LSN reveló en una serie de artículos durante los años 2009 y 2010, D&P ha asignado millones de dólares a grupos pro-aborto en varias naciones como parte de su plan 2006-2011. Según D&P, el Centro mismo del Padre Arriaga recibió 24.000 dólares canadienses en los años 2007-2008, y sigue siendo un receptor de financiación, a pesar de la revelación de sus actividades pro-aborto.

Aunque en los últimos meses la Conferencia Canadiense de Obispos Católicos ha afirmado que los grupos pro-aborto han sido despojados de financiación, la invitación a la exposición de Arriaga y el apoyo permanente de D&P para el Centro Miguel Agustín Pro Juárez indican que Desarrollo y Paz continúa con su política de apoyo a organizaciones pro-aborto.

Un paso importante

La confirmación, por parte del arzobispo Prendergast, de las actividades pro-aborto del PRODH es extremadamente significativa para LSN y para los que han seguido de cerca el escándalo financiero de Desarrollo y Paz durante los dos últimos años.

El Centro Miguel Agustín Pro Juárez es uno de los primeros cinco grupos que LSN identificó como pro-aborto en nuestro informe inaugural sobre el escándalo, presentado en el 2009. Éste fue uno de los cinco grupos investigados – y absueltos de toda malicia – por una delegación de obispos canadienses (conducidos por el personal de Desarrollo y Paz) que fue a México para tratar de determinar la veracidad de los informes de LSN.

El informe sobre la conclusión de la investigación, firmado por los dos obispos que investigaron y rubricado por James Weisgerber, en ese entonces presidente de la Conferencia de Obispos Canadienses, afirmó que “creemos que los alegatos presentados por Lifesite News… no están fundamentados en hechos concretos”.

El informe, nunca desmentido o corregido a pesar de los hallazgos posteriores de otros numerosos grupos pro-aborto financiados por Desarrollo y Paz, más evidencia adicional y altamente incriminatoria sobre los grupos originales, golpeó a LSN calificándolo como un “anti-testimonio del Evangelio”.

El arzobispo Prendergast es el primer Obispo canadiense en haber afirmado públicamente que un grupo asociado a Desarrollo y Paz está actuando en forma incompatible con el derecho a la vida.

Anteriormente, un arzobispo peruano emprendió también una investigación independiente sobre grupos en su país financiados por Desarrollo y Paz, el brazo de la caridad de la Conferencia Episcopal canadiense.

En una carta fechada el 28 de mayo de 2009, el arzobispo peruano Antonio Eguren solicitó “formalmente” que los obispos de Canadá dejaran de financiar grupos pro-aborto en su país: “es muy perturbador tener grupos que trabajan contra los Obispos de Perú mediante el intento de socavar la protección legal del derecho a la vida de los niños concebidos no nacidos, financiados por nuestros hermanos obispos de Canadá” (texto completo de la carta, en inglés, en http://www.lifesitenews.com/ldn/2009_docs/Perubishopsletter.pdf).

Versión original en inglés en http://www.lifesitenews.com/news/ottawa-archbishop-dp-partner-acts-against-right-to-life-speaker-cancelled

(Artículo extraído de InfoCatólica: infocatolica.com)