En su línea de defender la vida de los más vulnerables, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer miércoles una orden ejecutiva para que la atención médica sea obligatoria para los bebés supervivientes a un aborto, recoge Aciprensa.

“Hoy anuncio que firmaré la orden ejecutiva ‘Born-Alive’ (Nacido vivo) para asegurar que todos los preciosos bebés nacidos vivos, sin importar sus circunstancias, reciban la atención médica que merecen. Este es nuestro sacrosanto deber moral”, dijo Trump en un video que fue transmitido ayer, 23 de septiembre, durante el Desayuno Nacional de Oración Católica, realizado de forma virtual, añade Aciprensa.

El proyecto no crearía ningún nuevo límite o restricción para el acceso al aborto, pero haría que los bebés nacidos vivos después de un intento de aborto recibiesen atención médica adecuada, similar a la que se brinda a un niño de la misma edad gestacional nacido en una circunstancia diferente. Varios estados han aprobado su propia versión del proyecto de ley, explica Aciprensa.

El texto completo de la orden ejecutiva aún no se ha publicado, pero se espera que refleje la misma intención que la legislación federal sobre el tema.

Trump también anunció que su administración estaría “aumentando los fondos federales para la investigación neonatal, para garantizar que cada niño tenga la mejor oportunidad de prosperar y crecer”.

La razón del fondo: pues que los abortistas no sólo son homicidas sino también chapuzas y, a veces, un bebé abortado sobrevive al aborto. Eso puede provocar una serie de líos al abortorio y entonces, a lo mejor alguien tiene la tentación de terminar el trabajo. A fin de cuentas, entre el seno materno y el exterior no hay más que un metro de distancia. Y es imposible descrubir la causa última de la muerte del bebé.