Aunque la cultura de la muerte pretenda presentar el caso como un "logro" o un "avance", no deja de constituir una muestra más de cómo la ciencia sin ética se convierte en una ciencia deshumanizada, que atenta contra el mismo ser humano.
La FIV es en sí misma cruel, pues supone eliminar embriones no aptos y congelar a los "medianamente aptos", para implantar -uno o dos, como máximo-, a los "embriones viables".
En este caso, de un total de 7 (siete) óvulos fecundados -es decir, de siete embriones vivos-, se descartaron/elminaron 5 (cinco), mientras que quedaron/sobrevivieron 2 (dos).
La verdadera noticia entonces no es que la "feliz mamá" tuvo dos mellizas gracias a que congeló sus óvulos por doce años, sino que, por recurrir a una ciencia sin conciencia y sin ética, de los siete niños concebidos fuera del acto de amor esponsal, murieron cinco de ellos.
No se puede manipular la vida de los seres humanos, como si estos fueran títeres puestos a disposición de nuestros deseos; no se pueden eliminar cinco embriones/niños para satisfacer el deseo de tener hijos. Presentamos el caso, tal como lo publicaron los medios digitales, para mostrar una vez más el "triunfo" de una ciencia sin ética, sin principios, sin fines, sin valores, sin sentido.
La mujer de 45 años fue sometida a un tratamiento de fertilización asistida con óvulos de ella misma que había criopreservado en 1999. El caso argentino marca un récord mundial por ser el período más largo de almacenamiento de gametos femeninos seguido de nacimiento vivoUna mujer de 45 es la orgullosa mamá de mellizas que fueron concebidas a través de una técnica de fertilización asistida que utilizó óvulos de la propia mujer que habían sido extraídos 12 años antes.
El caso marca un récord mundial en el período más largo de almacenamiento de gametos femeninos seguido de nacimiento vivo. Esta noticia, que se difunde luego de su publicación en una reconocida revista científica, reafirma la importancia de preservar la fertilidad.
En 1999, la mujer -con 33 años- había sido tratada por su infertilidad, y al no conseguirse el embarazo, se criopreservaron 15 óvulos por una técnica novedosa en ese entonces que utilizaba colina en reemplazo del sodio para congelar, creada por el doctor Carlos Quintans del laboratorio de Halitus Instituto Médico. Finalmente, en 2011, se fecundaron 7 de los óvulos y resultaron en la transferencia de 2 embriones. Este último procedimiento dio lugar al feliz nacimiento de las mellizas en enero 2012 que gozan de perfecto estado de salud.
La técnica de preservación de óvulos en frío, ya sea por criopreservación lenta o vitrificación de óvulos, demostró una vez más su eficacia. Se recurre a ella no sólo para los casos de tratamiento de la infertilidad sino que en modo creciente como una herramienta de prevención. Es una aliada valiosa cuando se la aplica a los casos en los que la mujer va a someterse a tratamientos que potencialmente podrían afectar negativamente sus ovarios – como tratamiento del cáncer- o para aquellas mujeres jóvenes que por distintas circunstancias van a postergar la maternidad. En este caso pueden anticiparse a los efectos negativos de la edad sobre la reserva ovárica y la calidad de los óvulos, criopreservándolos a una edad favorable como un reaseguro contra dichos efectos.
Nuestro interés está sustentado en años de experiencia e investigación sobre el tema, fuimos los primeros en el mundo en introducir el uso de la colina en reemplazo del sodio en el medio de cultivo para la criopreservación de óvulos. Esa innovación, que fue motivo de una publicación de nuestro equipo en la revista Human Reproduction ya en el año 2002, reveló que ciertas modificaciones en el medio en donde se criopreservan los óvulos mejora notablemente resistencia al proceso de congelación y posterior descongelamiento. Hoy este aporte es visto como un punto de inflexión en los avances de la técnica.
Durante muchos años se pensó que la preservación en frío permitiría mantener la viabilidad de los óvulos durante largo tiempo. Hoy resulta tranquilizador saber por experiencias prácticas que efectivamente esto es así, y no sólo por permitir recuperar el material genético en la forma en que se congeló, sino porque además da lugar a nacimientos de bebés sanos y libres de problemas.