El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

jueves, 19 de diciembre de 2013

La perversión del lenguaje, arma con la cual se atenta contra la naturaleza humana


¿Puede un varón -cuyos cromosomas sexuales XY determinan su genotipo masculino- "transformarse" en mujer -cuyos cromosomas sexuales XX determinan su genotipo femenino- por el solo hecho de firmar un papel en donde se dice que cambia de sexo? 
¿Puede una mujer -genética y cromosómicamente mujer- "transformarse" en varón por firmar un papel en donde se dice que cambia de sexo?
La respuesta más obvia y lógica, un "NO" rotundo, no parece tener lugar en la Argentina del siglo XXI, en donde la perversión y adulteración del lenguaje van de la mano con perversión y adulteración de las costumbres, como vano intento de cambiar la naturaleza humana de raíz. 
Esta perversión y adulteración del lenguaje la observamos en los titulares de las notas periodísticas que en estos días anuncian una noticia falsa: "Nació la hija del primer hombre embarazado del país". Cuando se lee la noticia, resulta que "el primer hombre embarazado del país", no es tal, puesto que se trata de una mujer, mientras que la "mujer", resulta en verdad un varón, genéticamente hablando. 
Cada persona es libre, y cada uno rendirá cuentas al Creador de sus actos, buenos y malos, puesto que Dios es el Supremo Juez de los hombres.
Mientras tanto, procuremos de no enturbiar nuestra libertad, haciendo un mal uso de ella, utilizando a sabiendas un lenguaje perverso que niega la realidad, porque eso es crear confusión deliberadamente. Y en la confusión reina el Príncipe de las tinieblas, quien es el que precisamente está interesado en hacer caer al hombre con su tentación original y primigenia: "Seréis como dioses". Quiere hacernos creer que somos Dios, y que podemos modificar la naturaleza humana "mágicamente", con el solo poder de nuestro deseo y con la fuerza nominal de la legislación humana. Quiere hacernos cometer el mismo pecado de irracional soberbia que él cometió en los cielos y le valió perder la amistad de Dios para siempre. Permanezcamos "atentos y vigilantes", como nos lo pide Nuestro Señor Jesucristo, para no caer en la trampa que a continuo tienden quienes creen poder modificar la naturaleza según sus deseos.
A continuación, la noticia de la que hablamos.

Nació la hija del primer hombre embarazado del país

Génesis es la primógenita de una pareja de Entre Ríos.
Alexis y Karen en la dulce espera.

19/12/13 - 13:04
La bautizaron Génesis, que significa “origen” o “principio de todo”. Nació anoche y se convirtió en la primogénita de la primera pareja trans de Entre Ríos. La nena llegó al mundo a través de una cesárea programada tras gestarse en el vientre de Alexis Taborda, el primer hombre en dar a luz en el país.

Alexis y Génesis se encuentran internados en el Hospital Fermin Salaberry, en la ciudad de Victoria, y se encuentran en buen estado de salud.

La chiquita nació poco menos de un mes después del casamiento de sus papás Alexis Taborda (26) y Karen Bruselario (28), el 29 de noviembre. Él nació mujer y ella hombre y tras años de lucha lograron cambiar sus nombres en el DNI gracias a la ley de Identidad de Género. Pese a eso, conservaron sus genitales y concibieron a Génesis.

El casamiento de la pareja fue la primera boda trans en Entre Ríos desde la sanción de la nueva legislación nacional. Los jóvenes se habían conocido en Buenos Aires durante encuentros de la comunidad transexual.

Alexis realizó tratamientos con hormonas, mientras que Karen se hizo algunas cirugías, pero la readecuación de sexo no está en los planes de la pareja, según confesaron.

Por esa razón, Alexis Taborda quedó embarazado de Karen y anoche se convirtió en el primer hombre de la Argentina en dar a luz.

Los jóvenes intentaron casarse por iglesia, pero el Obispado de Gualeguaychú se los impidió. No obstante, les aclararon que, si así lo desean, Génesis podrá ser bautizada. 

1 comentario:

  1. (Lo aprendieron de Antonio Gramsci, uno de los fundadores del P. Comunista Italiano quien, en los 30, escribió sus famosos , estudio sobre cómo alcanzar el poder sin las bayonetas y mantenerse en él. Consiste en modificar la base real de toda sociedad constituida por lo que llamó una infra estructura –fuerzas de producción y relaciones sociales– y una super estructura o ideología constituida por el sistema de ideas, doctrinas y creencias dominantes de una sociedad a la cual solo se cambia desde la educación –el maestro– y el periodismo –en 1932 solo diarios/radios–, cambiando el contenido de las palabras –conceptos– para crear, en el mediano plazo, lo que llamó un que da fundamento perdurable a una nueva organización social mediante la creación de una nueva estructura institucional en la educación, las creencias de la opinión pública, un apropiado manejo de los medios de comunicación y cree nuevos usos vigentes en la sociedad, Incluyendo el cambio del uso de los usos: el lenguaje y cuyos contenidos deberá cambiar. Todo esto ya lo sabía Charles Maurice Talleyrand. Véase su frase a Napoleón “Sire, usted puede sentarse sobre cualquier cosa, menos sobre las bayonetas”)En ese menester están los de esta nueva izquierda que quieren de-construir (Derrida) la civilización occidental fundada en la religión judeo cristiano, la familia, el racionalismo humanista, la democracia liberal, la tolerancia política, la supremacía de los mejores (es decir la meritocracia), una igualdad de oportunidades inicial que nos prepare para reconocer el hecho inevitable de que la verdad es que somos únicos. Cada uno de nosotros no se repetirá, ni en un tiempo infinito. No puedo imaginar mayor desigualdad. Al enseñarnos que todos somos iguales se nos prepara para que exijamos tener cosas para las que no hemos hecho mérito. Quiero decir que está bien que tengamos iguales oportunidades de partida. Pero sabiendo que de ahí en más cada cual tendrá aquello que merezca por sus méritos. Debemos prepararnos no para ser iguales sino para ser desiguales, para ser mejores. Solo así tendremos una mejor sociedad.

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