En diciembre de 2013 el 66% de los votantes en un referéndum apoyó incluir en
la Constitución la definición de matrimonio como «unión de vida de una mujer
y un hombre»
(ArgentinosAlerta.org
/ PpE) No solamente en la vecina Francia se está desarrollando una vigorosa
resistencia civil para defender el matrimonio entre el hombre y la mujer y el
derecho de los hijos a crecer con la referencia de un padre y una madre.
En Croacia está ocurriendo algo similar, con unos resultados que nos permiten
abrigar la esperanza de que el hasta ahora implacable avance internacional de la
letal ideología de género pueda haber encontrado, por fin, los diques adecuados
en el sentido común, la experiencia de la realidad y el coraje que el pueblo
encarna en momentos cruciales.
El matrimonio, la familia y los derechos de los niños consiguieron una
importante victoria popular en el referéndum celebrado en Croacia en diciembre
de 2013: el 66 % de los votantes ha apoyado la inclusión en la Constitución de
la definición del matrimonio como “unión de vida de una mujer y un hombre”
y, consiguientemente, la exclusión de la posibilidad legal de equiparación del
matrimonio con las uniones entre personas del mismo sexo.
Un 33,59% se manifestó en contra de dicha definición constitucional. El
índice de participación, de acuerdo con datos de la Comisión Electoral Estatal,
ha sido del 37,84%, lo que equivale a que 942.665 electores votaron a favor del
sí y 481.314 por el no.
Las 750.000 firmas de la plataforma “En el Nombre de la Familia”
El referéndum tiene, de acuerdo con la legislación de la ex-república
yugoslava, carácter vinculante y no exige un quorum mínimo de participación. Se
trata, por otro lado, de la primera consulta popular celebrada desde la
independencia de Croacia y ha sido posible gracias al admirable trabajo del
movimiento U ime obitelji (“En el Nombre de la Familia”), el cual consiguió
reunir en tan sólo 2 semanas 750.000 firmas de apoyo a la consulta popular.
De esta manera duplicaron el número de firmas mínimas necesarias, fijado en la
legislación en el 10% de los electores.
El gobierno socialdemócrata de Croacia desprecia la voluntad popular
El referéndum ha tenido un carácter muy polémico por la asombrosa postura del
Gobierno croata, que en absoluto ha disimulado su hostilidad a la consulta. Una
agresiva campaña ha querido presentar el referéndum como un acto de
discriminación hacia los homosexuales. El primer ministro, el socialdemócrata
Zoran Milanovic, se permitió decir que el referéndum “es una cosa muy triste,
pero no hemos tenido instrumentos para evitarlo”. Además de esta actitud
insultante e injusta, ha sido también llamativo el intento del gobierno
socialdemócrata para desprestigiar a los promotores del referéndum, presentando
éste como un gasto económico innecesario. Lejos de ponderar el ejercicio de
democracia directa y de compromiso del pueblo que la iniciativa y la consulta
representan, las autoridades croatas han hecho hasta el último momento todo lo
posible para evitar que la votación se llevase a cabo.
La caída de un mito
La presión del lobby homosexual ha sido muy importante al ser consciente de
que esta expresión de la voluntad popular desmonta uno de los principales
artificios en los que hasta ahora pretendía basarse la imposición de la
equiparación legal al matrimonio de las uniones de personas del mismo sexo: que
se trata de una realidad social con mayoritario respaldo.
La oposición de los promotores del mal llamado “matrimonio homosexual” a la
celebración de consultas populares sobre esta cuestión ha sido sistemática, como
se puso de manifiesto en Francia, donde una vigorosa movilización social, que
recabó amplios apoyos populares, ha intentado evitar la aprobación de la llamada
Ley Taubiria. La solicitud a Hollande de un referéndum estuvo siempre entre las
reivindicaciones de La Manif pour Tous, la plataforma que aglutina en Francia la
defensa del matrimonio, la familia y los derechos de los niños.
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