El triste caso de la joven Brittany Maynard, quien decidió suicidarse, disfrazando su suicidio bajo la falacia de una "muerte digna" o "eutanasia", revela lo que sucede en la persona y en las sociedades que desconocen o no quieren aceptar que Jesucristo, el Hombre-Dios, no solo ha vencido, con su sacrificio en la cruz, de una vez y para siempre, a la muerte, sino que nos ha donado su Vida eterna. El doloroso desenlace de Brittany -por cuya alma rezamos y por quien imploramos misericordia- deja al descubierto la imperiosa necesidad que tiene nuestra sociedad de este siglo XXI, hiper-tecnológica, ultraracionalista, pero vacía de Dios y por lo tanto, carente del Verdadero Amor, de la verdadera caridad, de la verdadera compasión. Una sociedad así, frente a la enfermedad y al dolor, y frente a la muerte que se avecina, irreversible, como en el caso de Brittany, en vez de facilitarle el acceso al único Salvador de la humanidad, Jesucristo, que con su sacrificio en cruz ha santificado el dolor y la enfermedad, convirtiéndolos en caminos al cielo, y ha vencido a la muerte, convirtiéndola en sacrificio expiatorio agradable a Dios, esta sociedad, así de tecnológica y racional, al no encontrar respuestas en su tecnología y en su raciocinio frente al dolor y a la muerte, solo atina a empujar al vacío y a la desesperación a las almas que, como Brittany, en el fondo, solo anhelan vivir felices, en esta vida y en la otra. Que Nuestro Señor Jesucristo, el Dios de todo consuelo y de toda paz, le perdone a Brittany el error de haberse quitado la vida y le conceda el descanso y la alegría que tanto anhelaba en esta vida; pero que los mercaderes de la muerte, que se aprovechan de personas como ella, cesen de una vez por todas en su nefasto comercio.
P. Álvaro Sánchez Rueda
LIMA, 03 Nov. 14 / 10:18 am (ACI).- A pesar de un aparente cambio de opinión en los últimos días tras vivir momentos de profunda alegría con su familia, Brittany Maynard se sometió al suicidio asistido que tenía programado para el 1 de noviembre.
El grupo promotor de la eutanasia “Compassion & Choices” (“Compasión y elecciones”), del cual Brittany era activista, comunicó que la joven “murió pacíficamente el sábado 1 de noviembre en su hogar de Portland, rodeada de su familia y amigos”.
“Mientras que los síntomas se volvían más severos, ella decidió abreviar el proceso de muerte tomando la medicación de ayuda para morir que había recibido hace meses”, indicó el grupo, asegurando que Brittany “murió como quería, pacíficamente en su habitación, en los brazos de sus seres queridos”.
Compassion & Choices tituló a su comunicado “Brittany muere con dignidad”.
En declaraciones para ACI Prensa, el director del Centro de Bioética de Argentina, Dr. Nicolás Lafferriere, destacó que “el caso de Brittany es dramático y conmueve porque deja en evidencia las tensiones extremas que vive quien enfrenta un diagnóstico de enfermedad terminal”.
Lafferriere criticó que en casos como el de Brittany “se menciona a menudo la autonomía y la libertad de elección como fundamento de la decisión de aplicar la eutanasia”.
“Las dudas de Brittany, la postergación y su eventual arrepentimiento, dejan en claro que tal supuesta autonomía no es tal. A menudo es una autonomía ficticia, construida ‘recortando’ a la persona de su entorno vital, de las múltiples situaciones que la rodean”.
“¿Quién está en condiciones de decidir terminar con su vida?”, cuestionó el experto en bioética, señalando que “en el fondo, subyace una verdad antropológica: la vida es siempre un don y como tal no es un bien disponible por nadie”.
“Y en las más dramáticas circunstancias de enfermedad, la dignidad del moribundo requiere extremar los cuidados y el acompañamiento auténticamente compasivo y médico, que nunca puede consistir en quitar la vida al enfermo”.
Entre los objetivos citados en su sitio web, Compassion & Choices asegura que busca “hacer que la ayuda para morir (sea) una opción abierta, legítima, reconocida en todo el campo médico y permitida en más estados”.
Compassion & Choices reconoce buscar un cambio en el lenguaje utilizado para estos casos, reemplazando con “’ayuda para morir’ en vez de ‘suicidio asistido’”.
Entre otros objetivos, la organización promotora de la eutanasia busca “establecer la ayuda para morir como un motivador principal en la toma de decisión del votante”.
En este contexto, el Dr. Lafferriere denunció que “en Estados Unidos, el caso ha sido utilizado para promover una campaña en favor de la legalización de la eutanasia y parece que la misma Brittany, en su dramática situación, es instrumentalizada en función de objetivos extraños a su cuadro médico”.
Brittany, advirtió, quedó “expuesta a las opiniones de todo el mundo, sin respetarse el clima de intimidad y acompañamiento que requiere el momento”.
El director del Centro de Bioética citó finalmente a Ashton Ellis, quien, en una columna publicada en el sitio web Public Discourse el 31 de octubre, señaló que Compassion & Choices no tiene por finalidad mejorar los cuidados de las personas con enfermedades terminales, sino “ayudar a la gente a evitar los cuidados médicos que necesitan quitándose la vida".
(artículo extraído de: https://www.aciprensa.com/noticias/brittany-maynard-lo-que-no-dicen-de-su-suicidio-97833/#.VFew5ax6R5A.facebook)
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