martes, 18 de febrero de 2020 · 14:14
En un gesto de distancia hacia el Gobierno de turno, el papa Francisco devolvió el cáliz con el que se celebró el 8 de diciembre pasado la "Misa por la Unidad y la Paz" a las puertas de la basílica de Luján, con la presencia de Mauricio Macri y Alberto Fernández en primera fila.
El copón con el que se consagró la Eucaristía fue llevado a las manos del Papa por la primera dama, Fabiola Yáñez, a los pocos días del traspaso presidencial, en el marco de un encuentro promovido por la organización pontificia Scholas Occurentes con esposas de mandatarios latinoamericanos.
La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) comunicó oficialmente que "el Papa recibió con gratitud el gesto de Fabiola Yáñez, primera dama, de regalarle el cáliz utilizado en la misa por la unidad de los argentinos", y "uniéndose al anhelo tan deseado por todos, lo ha enviado al santuario de Nuestra Señora Madre de Luján".
El regalo al Papa fue gestionado entre el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, directamente con la primera dama, sin intervención del resto de los obispos, que se molestaron al conocer del acuerdo a través de fotos difundidas por el Gobierno.
Distancia por el aborto
En enero, el presidente del episcopado, Oscar Ojea, visitó al Papa en Roma y se llevó de regreso el cáliz, junto con la orden de endurecer la actividad política de la Iglesia en defensa de las dos vidas, y así impedir la legalización del aborto.
En 2018, con Mauricio Macri en el poder, la conducción de la grey católica se mostró prescindente en la organización del rechazo al proyecto de ley, y dejó el protagonismo en manos de las iglesias evangélicas y organizaciones provida. La lectura entonces fue que un mayor despliegue podría enfervorizar el espíritu anticlerical de ciertas figuras del Gobierno, entre ellas el jefe de gabinete Marcos Peña, y el estratega comunicacional Jaime Durán Barba, torciendo la actitud secundaria que Macri mantuvo durante el debate.
Ahora, Francisco bajó la orden de mostrar una mayor participación de cara a la sociedad, y por eso el episcopado convocó el domingo 8 de marzo a una misa "por la mujer y por la vida" a las puertas de Luján, de forma de mostrar poder de movilización.
En esa línea, Ojea brindó declaraciones a Radio María y reivindicó "los derechos a la vida de los ancianos, los enfermos y los muchachos y chicas que están en las cárceles". El prelado abogó por "la defensa de la vida todas las etapas de su desarrollo, en todo su camino".
"Comunicacionalmente se ha unido el tema de la defensa de la vida al tema de atentar contra los derechos de la mujer. La mujer es dueña de usar su propio cuerpo, así se nos dice constantemente a través de muchos medios. Esto no es así. Nosotros defendemos toda vida y cada vida, los derechos de todos y de cada uno", amplió el religioso.
Un tema álgido para Alberto
Fuentes eclesiásticas y gubernamentales confirmaron a El Cronista que el tema no pasó desapercibido en su visita al Vaticano, a fines de enero. Si bien el Papa y el presidente no discutieron abiertamente del tema, Alberto mantuvo luego una reunión a solas con el Secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolín, donde hubo un intenso intercambio al respecto.
A la salida del Palacio Apostólico, Fernández negó que haya debatido al respecto con autoridades eclesiales, pero luego reconoció un diálogo superficial con Parolin. Sin embargo, a los obispos argentinos les llegó la confirmación de que el tema del aborto consumió más de 20 minutos entre el exnuncio en Venezuela y el presidente argentino.
Ezequiel M. Chabay
El Cronista.-
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