Hoy estas almas ríen y se gozan porque supuestamente lograron una victoria terrenal, pero mañana sus almas cargarán con el peso en sus conciencias y las vidas de los inocentes les gritarán y perseguirán con gritos de dolor hasta en el mismo infierno.
Argentina: la sangre de los inocentes gritará hasta lo infinito del cielo y la ira de Dios se dejará escuchar.
Porque escrito está:
"Mis huesos no te fueron desconocidos cuando en lo más recóndito era yo formado, cuando en lo más profundo de la tierra era yo entretejido.Tus ojos vieron mi cuerpo en gestación: todo estaba ya escrito en tu libro; todos mis días se estaban diseñando, aunque no existía uno solo de ellos".
(Salmo 139:15-16)
Mónica Andrea Rodríguez
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