El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

martes, 30 de noviembre de 2021

Rudolf Steiner y el origen esotérico-ocultista del fármaco génico experimental

 


Brevemente, con respecto a este texto, se puede hacer la siguiente consideración: ante todo, Steiner es uno de los ocultistas-satanistas, cuyo pensamiento y espiritualidad utilizó Hitler y el partido nacionalsocialista para construir la teoría pagana y anti-cristiana de la superioridad racial. Eso es lo primero a tener en cuenta, se trata de un sujeto cuyo pensamiento es profundamente satanista y anticristiano. Con respecto a lo que dice Steiner, según el cual la vacuna "desvincula" al alma del cuerpo, no es así, porque el alma continúa unida al cuerpo ya que lo único que la separa del cuerpo es la muerte física. Entonces, aun cuando reciba una "vacuna" como la que dice Steiner -y probablemente sea este fármaco génico-, el ser humano sigue siendo ser humano hasta su muerte terrena. Lo que sí puede producir la vacuna o el fármaco, es una disminución en la capacidad de razonar, como consecuencia de la inflamación a nivel cerebral, vasculitis, ACV, etc. Sin embargo, aunque produzca un grave daño a nivel de Sistema Nervioso Central, el alma no pierde la capacidad de orar, que es lo que la une, junto con la gracia, a Dios Uno y Trino. Como Steiner no tiene esta concepción antropológica -el hombre es la unión substancial de cuerpo y alma- y como no tiene fe en Dios Uno y Trino -es panteísta, cree en una energía cósmica-, dice falsamente lo que dice, que "el cuerpo etérico se desencaja del cuerpo físico", lo cual no tiene sentido. En síntesis, por la inoculación del fármaco experimental, el ser humano, ni pierde el alma, ni pierde la capacidad de oración, aunque sí puede perder la capacidad de razonar, si el fármaco actúa a nivel de Sistema Nervioso Central. Por último, es muy llamativo que la actual situación de inoculación forzada, que en sí misma es irracional, anti-científica y contraria al sentido común, coincida con teorías esotéricas y ocultistas como las de Rudolf Steiner, esto lleva a pensar que no estamos lejos de la verdad cuando decimos que este fármaco es un atentado contra la especie humana, algo que solo puede provenir de una mente no humana, sino angélica, en concreto, del Ángel caído, Satanás. Padre Álvaro Sánchez Rueda.

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