La verdadera pandemia de salud mental tras los cierres Covid
Los médicos del Reino Unido advirtieron recientemente de una pandemia de salud mental tras los cierres por (COVID-19). Señalaron que casi 10 millones de personas en Inglaterra -incluidos 1,5 millones de niños- podrían necesitar tratamiento por diferentes problemas de salud mental.
Funcionarios del Real Colegio de Psiquiatras (RCPsych) y de la Confederación del Servicio Nacional de Salud (NHS) declararon a The Guardian que actualmente hay 1,6 millones de británicos en espera de tratamiento especializado en salud mental. Añadieron que otros ocho millones de personas no pueden ni siquiera entrar en una lista de espera a pesar de ser elegibles para recibir apoyo de salud mental.
El director ejecutivo de la NHS Confederation, Matthew Taylor, afirmó: "Para un número preocupante de personas, la lista de espera es muy larga: "Hay un legado creciente de problemas de salud mental para un número preocupante de personas, y los servicios no están equipados para tratarlos adecuadamente en la actualidad. Con las proyecciones que muestran que 10 millones de personas en Inglaterra, incluyendo 1,5 millones de niños y adolescentes, necesitarán apoyo nuevo o adicional para su salud mental en los próximos tres a cinco años, no es de extrañar que los líderes de la salud hayan apodado esto como la segunda pandemia".
El propio Downing Street ha reconocido el impacto de los encierros en la salud mental de los británicos. Según un documento publicado el 21 de febrero por la oficina del primer ministro Boris Johnson, la salud mental de los ciudadanos "también ha sufrido un impacto negativo".
Continúa: "Las medidas autodeclaradas de bienestar personal cayeron a mínimos históricos durante la primera y la segunda oleada [de COVID-19], y algunos grupos experimentaron una salud mental particularmente pobre o deteriorada".
Los médicos del Reino Unido ya no dan abasto
Debido a la sobrecarga de trabajo, algunos proveedores de servicios de salud mental especializados han devuelto los casos más graves a los médicos de cabecera que los remitieron inicialmente.
A menudo, los pacientes devueltos a sus médicos de cabecera corren el riesgo de autolesionarse, morir de hambre e incluso suicidarse. Esto ha hecho que varios médicos planteen la preocupación de que esta práctica pueda causar la muerte de personas con problemas de salud mental por falta de atención suficiente.
(...)Otro médico de cabecera, el Dr. Phil Moore, que preside el grupo del sistema de salud mental, discapacidades de aprendizaje y autismo de la Confederación del SNS, compartió la misma preocupación. Advirtió que el creciente retraso en la atención de salud mental podría hacer que los pacientes "se deterioren hasta el punto de entrar en crisis". Moore comentó: "Ningún médico quiere que esto ocurra. Esto era un problema antes [de la pandemia de COVID-19], pero las cosas son mucho peores ahora".
traducido por religionlavozlibre.blogspot.com/de naturalnews
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