Trump asume con seriedad prohibir el llamado “aborto tardío” en Estados Unidos
Que el presidente de Estados Unidos va en serio contra el apoyo de algunos miembros del Partido Demócrata al así llamado aborto tardío, lo supo recientemente, en carne propia, el gobernador (Demócrata) de Nueva York, Andrew Cuomo.
Reunido con Trump en la Casa Blanca el martes pasado, Cuomo quería discutir el límite de 10.000 dólares en la deducción federal para los impuestos estatales y locales que, según él, está alejando a los ricos de su Estado y haciéndole perder a Nueva York 2.000 millones de dólares anuales.
Pero, al llegar a su fin el tema fiscal, Trump cuestionó a Cuomo y con él a otros demócratas acerca de su apoyo a la controvertida legislación sobre el aborto tardío, recientemente implementada en Nueva York y defendida, al menos en parte, por el gobernador de Virginia.
“El presidente expresó sus preocupaciones al gobernador Cuomo sobre el apoyo de los Demócratas a los abortos tardíos”, se puede leer en un comunicado posterior a la reunión, emitido por la oficina de comunicación de la Casa Blanca.
El discurso por el Estado de la Unión
En su segundo discurso sobre el Estado de la Unión, discurso calificado por muchos observadores como el más pro-vida de los que se hayan pronunciado en esa tribuna, Trump defendió la vida y la familia, y atacó a los Demócratas con argumentos, no con descalificaciones.
La línea discursiva principal del presidente de Estados Unidos se puede constreñir a esta frase: “Todos los niños, nacidos y no nacidos, están hechos a la santa imagen de Dios”.
Sobre el aborto tardío, Trump cargó con Nueva York señalando que “los legisladores de Nueva York se alegraron con la aprobación de la ley que permitiría arrancar al bebé de la matriz de la madre momentos antes del nacimiento. Estos son bebés hermosos que viven y sienten y que nunca tendrán la oportunidad de compartir su amor y sus sueños con el mundo”.
Finalmente dijo Trump: “Trabajemos juntos para construir una cultura que valore la vida inocente (…) Para defender la dignidad de cada persona, le pido al Congreso que apruebe legislación que prohíba abortos tardíos de niños que pueden sentir dolor en el vientre de la mujer”.
Luego, en El Paso
En un mitin de inicio de campaña hacia la reelección de 2020 realizado en El Paso, Texas, el presidente Trump aprovechó para volver a atacar a los Demócratas, especialmente al gobernador de Virginia, Ralph Northam, por estar, también, a favor los abortos tardíos.
“Permitir que los niños sean arrancados del vientre de su madre hasta el momento del nacimiento. ¿De qué se trata todo esto?”, preguntó el presidente en un encuentro celebrado justo en la frontera de Estados Unidos y México, justo cuando todo el mundo esperaba que centrara su discurso en un tema único: el muro fronterizo.
De Northam, Trump señaló que el gobernador de Virginia “dijo que incluso permitiría que un bebé recién nacido saliera al mundo, lo envolvieran, lo acomodaran y luego de hablar con la madre, con el padre, lo ejecutaran”.
Los comentarios de Northam fueron en respuesta a un proyecto de ley en la legislatura de Virginia que permitiría el aborto en el momento del nacimiento. Después de que estalló la tormenta de fuego que rodeaba los comentarios del gobernador, su oficina dijo que sus comentarios fueron “mal interpretados”.
¿Qué hay en el fondo de esta cuestión?
La pugna entre el presidente Trump con los gobernadores Cuomo y Northam proviene desde que el Senado del Estado de Nueva York aprobó el 22 de enero (por 38 a favor y 24 en contra) el Acta de Salud Reproductiva (RHA) que, en resumidas cuentas, permite el aborto durante todo el embarazo.
Además, permitirá a otros profesionales de la salud (no nada más a los médicos) realizar abortos en cualquier momento en caso de inviabilidad fetal o “cuando sea necesario para proteger la vida o la salud de un paciente”.
El RHA pretende ampliar el acceso al aborto en todo el estado y permitir que médicos y profesionales de la salud practiquen este procedimiento sin “miedo a ramificaciones inapropiadas”, según explicó la senadora Demócrata Liz Kritzer, quien expuso que “el aborto es una intervención médica, no un crimen”.
En el transcurso de un programa de radio, el gobernador Northam dijo que si una mujer deseara un aborto mientras iba a dar a luz, el bebé sería “resucitado si eso es lo que deseaban la madre y la familia, y luego se produciría una discusión” entre los médicos y la madre, dejando abierto lo que se haría con él.
(https://es.aleteia.org/2019/02/14/trump-y-el-discurso-mas-pro-vida-jamas-realizado-en-el-capitolio/?fbclid=IwAR1Fp_KGe_aZzrmE3M2sr5a0ry3_K6hot9wqF23Rwlo56uHzW4OCikN9mgE)
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