Como sacerdote y como médico, repito por tercera vez mi posición acerca de lo que está sucediendo con la crisis sanitaria y con la supuesta "salvación" frente al virus, esto es, la inyección de un fármaco experimental génico en todas las fases de edad del ser humano. Estoy ABSOLUTAMENTE EN CONTRA DE LAS INOCULACIONES, por dos objeciones insalvables: 1-en la mayoría de los fármacos se utilizan células de embriones abortados; 2-es un fármaco experimental que ha provocado decenas de miles de muertes a lo largo y ancho del mundo, además de centenares de miles de lesionados graves también en todas partes del mundo. Considero que los responsables máximos deben responder ante el Tribunal de La Haya bajo diversos cargos criminales, entre los primeros, crímenes contra la humanidad. Repito: estuve, estoy y estaré en desacuerdo absoluto y total contra esta irracional campaña de inoculación mundial. P. Álvaro Sánchez Rueda.
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