Edgardo Young, miembro titular de la Academia Nacional de Medicina Fuente: LA NACION - Crédito: Emiliano Lasalvia
Compartir3 de mayo de 2018 • 14:35
Al iniciarse en el Congreso el debate por la despenalización del aborto , la Academia Nacional de Medicina (ANM) fijó enseguida su posición de rechazo. "Los proyectos de despenalización del aborto hablan siempre de los derechos de la mujer, y se olvidan de los derechos del ser humano que éstas llevan dentro de la panza", explicó el doctor Edgardo Young, especialista en ginecología y fertilización asistida, y miembro titular de la ANM. "Biológicamente, la vida humana empieza cuando se fusionan el espermatozoide y el óvulo", dijo.
Además, Young rechazó que los abortos clandestinos configuren la primera causa de muerte materna en la Argentina y consideró que las defunciones por esa razón son "bastante reducidas". Aclaró que en el país no existen estadísticas que permitan cuantificar ese fenómeno, aunque calificó de "grandes exageraciones" a algunas de las cifras difundidas sobre el tema.
-¿Cuál es la postura de la Academia de Medicina sobre la despenalización del aborto?
-La posición de la Academia es conocida desde hace varios años. Ha habido distintas manifestaciones de su postura en contra de la interrupción de la vida, o llamémosle aborto. En la última solicitada que se publicó en los diarios [el 15 de abril] no se hizo más que reafirmar la posición que siempre ha tenido la Academia en favor de la vida humana.
-¿Cuándo comienza la vida humana?
-Cuando se fusionan los cromosomas masculinos y femeninos, lo cual ocurre alrededor de las 24 horas de penetrado el espermatozoide dentro del óvulo, ahí, para mí, empieza la vida humana. Para otros, la vida humana empieza en la penetración del espermatozoide. Pero como hecho biológico, ahí se forma lo que se llama el código genético único. Porque mientras tanto, si no, está el núcleo del óvulo y el del espermatozoide, que tienen su propio código genético.
-Uno de los principales argumentos de quienes apoyan la despenalización es que el aborto clandestino configura la primera causa de muerte materna en la Argentina. ¿Es correcto?
-Para nada. No es la principal causa de muerte materna. Las causas de muerte materna son muchas. En la medicina privada o en el hospital público ambos lugares en los que me ha tocado actuar a lo largo de mi vida, la muerte por abortos clandestinos es afortunadamente bastante reducida.
-¿La Academia tiene alguna estimación de cuántos abortos clandestinos y cuántas muertes por esa causa se registran por año en la Argentina?
-Esa estadística, realmente, no se ha hecho. Pero hay unas grandes exageraciones con respecto al aborto clandestino y sus consecuencias. No hay una estadística real de eso.
-¿Por qué no se elaboró una estadística? ¿Existen los medios para hacerlo?
-Deben existir. Habría que hacerla. Primero, el aborto clandestino, como está prohibido, ha sido bastante oculto. Oculto por los médicos y los pacientes. Porque es tan responsable el que lo hace como el que lo recibe. Por lo tanto, es algo que ha permanecido en la oscuridad. Supongamos: si viene una paciente con una hemorragia genital, y se interna. Esa hemorragia, ¿es espontánea o es provocada por algún método o pastilla para inducir el aborto? No se puede saber. El paciente no lo dice nunca y mucho menos al médico.
-Uno de los proyectos debatidos, contempla la interrupción del embarazo hasta la semana 14 de gestación. ¿Cuál es el punto de desarrollo del embrión a esa altura?
-Yo, personalmente, no entiendo por qué se habla de la semana 14. Porque, para mí, la vida humana comienza desde el principio. La semana 14 no marca ningún hito de nada.
-¿La Academia tiene propuestas para disminuir la cantidad de embarazos no deseados?--La propuesta de la Academia, y que debe ser de Estado, tiene para mí distintas facetas. La primera es la educación. Pero lleva un tiempo prolongado. La segunda es la contracepción. Muy al revés de los que muchos creen, los métodos anticoncepcionales no son abortivos. Alguno, como la "pastilla del día después", puede llegar a serlo hipotéticamente. ¿Qué hace esa pastilla?: modifica el lecho implantatorio e impide la implantación del embrión.
-¿El dispositivo intauterino (DIU) es abortivo?
-Los DIU no son abortivos. ¿Qué es lo que hacen los DIU (los de cobre, por ejemplo, que son los que tienen más difusión)? Son espermicidas. O sea, atacan la vida del espermatozoide.
-En caso de aprobarse la despenalización del aborto, ¿la Academia apoyará la objeción de conciencia de los profesionales para negarse a practicarlos?
-Creo que la objeción de conciencia es un derecho inalienable que tienen los profesionales. Nadie puede ir en contra de sus principios éticos, morales y religiosos.
-¿La práctica del aborto está reñida con el juramento hipocrático?
-En cierta medida, por supuesto; porque el aborto ataca la vida. Y el juramento hipocrático es en defensa de la vida humana. El médico es médico para ayudar a la vida; no para combatirla.
(https://www.lanacion.com.ar/politica/la-vida-empieza-cuando-se-fusionan-el-espermatozoide-y-el-ovulo-nid2130811?fbclid=IwAR3T6mCzFe5Ija-A2HlOPxnEzwuEST2o_S3247VLY_XXGF0724FqpyYTUiQ)
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