Las inyecciones K0 BIT pueden causar lesiones pulmonares, enfermedades cardíacas y cerebrales.
Stephanie Seneff Ph.D es investigadora científica senior en el Laboratorio de Ciencias del MIT, dice que la proteína Spike puede causar daño patológico que provoca daño pulmonar, enfermedades cardíacas y cerebrales
Cinco meses después de que inició la campaña de vacunación, las estadísticas las investigaciones demuestran que a diferencia de las personas que no se vacunaron, los casos de muerte son 14.6 veces más frecuentes durante los primeros 14 días después de recibir la primera dosis de la vacuna contra el K0 BIT entre las personas mayores de 60 años. (K0 BIT usamos este nombre para no ser censurados). Otro estudio demuestra que después de que se aplicaron las vacunas contra el COVID-19, incrementaron de forma temporal las tasas de muerte, con pocas excepciones.
Un grupo de expertos se estableció a fines de febrero de 2021 para investigar la causa de las primeras 100 muertes reportadas de residentes de hogares de ancianos que habían recibido la vacuna Pfizer-BioNTech . La revisión informó el 19 de mayo y concluyó que un vínculo causal entre la vacuna Pfizer-BioNTech y la muerte se consideró “probable” en 10 de los 100 casos, “posible” en 26 casos . Hasta el 18 de mayo, se habían reportado 155 muertes en Noruega después de la vacunación con la vacuna Pfizer-BioNTech, y la mayoría de las muertes involucraron a ancianos y residentes de hogares de ancianos muy frágiles.
La Dra. Stephanie Seneff sobre un artículo en el que detalla algunos de los peligros de las inyecciones contra el K0 BIT. En este ella señala que los países en los que no se ha incrementado las tasas de mortalidad a causa de las vacunas, tampoco utilizan glifosato. Ella cree que esto podría ser la clave, ya que el glifosato causa daño biológico y reduce la función inmunológica.
El 23 de abril de 2021, la Dra. Janci Chunn Lindsay, bióloga molecular y toxicóloga, hizo una consulta pública durante una reunión del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, en la que señaló lo siguiente:
“Ahora contamos con suficiente evidencia para comprender la relación que existe entre el incremento de muertes por COVID y las campañas de vacunación. Esto no es una coincidencia. Es un efecto desafortunado y no intencionado de las vacunas.
No debemos ignorarlo y fingir que no ocurre. Debemos detener de inmediato la vacuna del COVID, antes de que creemos una verdadera pandemia que no podamos controlar”.
https://www.jennifermargulis.net/halt-covid-vaccine-research-scientist-urges-cdc/
La toxicidad de la proteína Spike es un problema importante
La Dra. Stephanie Seneff dice que un problema clave con todas estas vacunas del COVID-19 basadas en genes es que la proteína Spike es tóxica, y se convierte en una fábrica productora de proteínas Spike.
“Han realizado estudios en los que solo exponen al animal a la proteína Spike y se demuestra su toxicidad en el cerebro y en los vasos sanguíneos. Por esa razón causa reacciones inmunológicas que dañan los tejidos.” Afirmó Seneff.
Worse Than the Disease? Reviewing Some Possible Unintended Consequences of the mRNA Vaccines Against COVID-19 https://ijvtpr.com/index.php/IJVTPR/article/view/23
Su toxicidad inherente podría deberse a que es una proteína priónica. Aunque esto aún no se ha determinado de manera concluyente, existen indicios que sugieren que la proteína spike del SARS-CoV-2 actúa como un prión. Si es así, podemos esperar que estas vacunas causen todo tipo de enfermedades priónicas, como el Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Lou Gehrig (ELA).
Las vacunas contra el COVID-19 son conjuntos de instrucciones para que su cuerpo produzca una proteína tóxica que terminará en su bazo, y desde ahí se enviarán instrucciones de proteínas similares a priones, lo que causará enfermedades neurodegenerativas.
Debido a las modificaciones realizadas en el ARNm sintético que envía las instrucciones a la célula sobre qué proteína producir, la proteína Spike que producen las vacunas contra el COVID-19 podría convertirla más en un prión que en una proteína Spike del virus real.
El remedio de la inyección peor que la enfermedad
En su artículo publicado hace poco tiempo, Seneff explica cómo y por qué la proteína Spike actúa como un veneno metabólico. Leer el documento de Seneff a continuación extractos de secciones importantes, comenzando con información que afirma que la proteína Spike puede causar daño patológico que provoca daño pulmonar, enfermedades cardíacas y cerebrales:
“Ahora surge la idea de que el SARS-CoV-2 tiene efectos graves en la vasculatura de múltiples órganos, incluyendo la vasculatura cerebral. En varios artículos, Yuichiro Suzuki, en colaboración con otros autores, presentó un argumento de que la proteína Spike por sí sola puede provocar una respuesta de señalización en la vasculatura con graves consecuencias.
Estos autores observaron que, en casos graves de COVID-19, el SARS-CoV-2 causa cambios morfológicos en la vasculatura pulmonar. Además, demostraron que al exponer células cultivadas de músculo liso de la arteria pulmonar humana a la proteína Spike del SARS-CoV-2, la subunidad S1 fue suficiente para fomentar la señalización celular sin el resto de los componentes del virus.
Los artículos de seguimiento demostraron que la subunidad S1 de la proteína Spike elimina la ECA2 y causa una afección similar a la hipertensión arterial pulmonar (HAP), una enfermedad pulmonar grave con una mortalidad muy alta. Los ‘estudios in vivo’ a los que se referían demostraron que la lesión pulmonar inducida por el coronavirus del SARS se debió a la inhibición de la ECA2 por la proteína Spike del SARS-CoV-2, lo que provocó una cantidad más elevada de angiotensina-II.
Suzuki y sus colegas, (2021) demostraron de forma experimental que el componente S1 del virus SARS-CoV-2, a baja concentración, activaba la vía de señalización MEK/ERK/MAPK para promover el crecimiento celular. Consideran que estos efectos no se limitarían a la vasculatura pulmonar.
Toda la señalización que causa la vasculatura del corazón causaría enfermedad de las arterias coronarias y la activación en el cerebro podría provocar un derrame cerebral. También predeciría la hipertensión sistémica. Ellos plantearon la hipótesis de que esta capacidad de la proteína Spike para promover la hipertensión arterial pulmonar podría predisponer a los pacientes que se recuperan del SARS-CoV-2 a desarrollar insuficiencia cardíaca del ventrículo derecho.
Además, sugirieron que podría ocurrir un efecto similar como respuesta a las vacunas de ARNm, y advirtieron sobre posibles consecuencias a largo plazo tanto para niños como para adultos que recibieron las vacunas del COVID-19 basadas en la proteína Spike.
Un interesante estudio de Lei y sus colegas (2021) descubrió que los pseudovirus (esferas decoradas con la proteína SARS-CoV-2 S1 pero que carecen de ADN viral en su núcleo) causaban inflamación y daño tanto en las arterias como en los pulmones de los ratones expuestos por vía intratraqueal.
Luego expusieron células endoteliales humanas sanas a las mismas partículas del pseudovirus. Cuando unieron estas partículas a los receptores ACE2 endoteliales provocó daño mitocondrial y fragmentación en esas células endoteliales, lo que causó cambios patológicos característicos en el tejido relacionado.
Este estudio deja en claro que la proteína Spike que no está involucrada con el resto del genoma viral es suficiente para causar el daño endotelial relacionado con el COVID-19. Los efectos de las vacunas destinadas a hacer que las células fabriquen la proteína Spike son claros y son un motivo de preocupación”.
Se espera un daño neurológico a largo plazo
Seneff también describe características clave de la proteína Spike del SARS-CoV-2 que sugieren que es un prión. Como tal, la proteína Spike podría producir un daño neurológico grave que causa afecciones como el Alzheimer, párkinson y la enfermedad de Lou Gehrig (ELA), solo por nombrar algunas. Seneff también menciona lo siguiente:
“Los síntomas neurológicos que se relacionan con el COVID-19, como dolor de cabeza, náuseas y mareos, encefalitis y coágulos de sangre cerebrales fatales, todos son indicios de efectos virales dañinos en el cerebro. Buzhdygan y sus colegas (2020) propusieron que las células endoteliales y microvasculares del cerebro humano podrían causar estos síntomas.
En un estudio in vitro de la barrera hematoencefálica, el componente S1 de la proteína Spike promovió la pérdida de la integridad de la barrera, lo que sugiere que esta proteína que actúa sola produce una respuesta proinflamatoria en las células endoteliales del cerebro, lo que podría explicar las consecuencias neurológicas de la enfermedad.
Las implicaciones de esta observación son inquietantes, ya que las vacunas de ARNm inducen la síntesis de la proteína Spike que, en teoría, podría actuar de manera similar para dañar el cerebro. La proteína Spike que se genera de forma endógena por la vacuna también podría afectar a los testículos, ya que el receptor ACE2 se expresa en las células de Leydig en los testículos.
Las enfermedades priónicas son un conjunto de enfermedades neurodegenerativas que se inducen a través del plegamiento incorrecto de proteínas corporales importantes, que forman oligómeros tóxicos y al final provocan fibrillas que dañan las neuronas”.
Crímenes contra la humanidad
Si volvemos a donde comenzamos, el 23 de marzo de 2021, la EMA emitió una respuesta a los médicos de COVID Ethics. En ella, admitieron que las “vacunas” basadas en genes sí ingresan al torrente sanguíneo, pero no pudieron proporcionar datos cuantitativos. Esta falta de datos anula el resto de su evaluación científica, que los doctores de COVID Ethics describieron como “poco convincente e inaceptable”.
La siguiente semana, el 1 de abril de 2021, los doctores de COVID Ethics enviaron una carta de seguimiento y una respuesta a la EMA, donde expresaron su descontento con las respuestas:
“Estamos consternados de que hayan respondido a nuestra solicitud de información de importancia de una manera despectiva y poco científica. Un enfoque tan arrogante de la seguridad de las vacunas crea la impresión de que la EMA sirve a los intereses de las mismas compañías farmacéuticas cuyos productos se comprometió a evaluar.
Es claro que existe evidencia de que existen algunos riesgos de eventos adversos graves y que varias personas que no están en riesgo de contraer el SARS-CoV-2 han muerto después de recibir la vacuna.
Para evitar dudas, si su organismo regulador no suspende de inmediato su recomendación de ’emergencia’ de vacunas basadas en genes y peligrosas que no han sido probadas, mientras que los asuntos que le hemos destacado se investigan, por la presente ponemos a la EMA en aviso de ser cómplice de experimentación médica, lo que es una clara violación del Código de Nuremberg y que constituye en la comisión de crímenes contra la humanidad”.
Referencias
Worse Than the Disease? Reviewing Some Possible Unintended Consequences of the mRNA Vaccines Against COVID-19 https://ijvtpr.com/index.php/IJVTPR/article/view/23
Rebuttal letter to European Medicines Agency from Doctors for Covid Ethics, April 1, 2021 https://doctors4covidethics.medium.com/rebuttal-letter-to-european-medicines-agency-from-doctors-for-covid-ethics-april-1-2021-7d867f0121e
Halt Covid Vaccine, Prominent Scientist Tells CDC https://www.jennifermargulis.net/halt-covid-vaccine-research-scientist-urges-cdc/
UniProtKB – P0DTC2 (SPIKE_SARS2) https://www.uniprot.org/uniprot/P0DTC2
COVID-19 Projections https://covid19.healthdata.org/united-states-of-america?view=cumulative-deaths&tab=trend
Hassett, K. J.; Benenato, K. E.; Jacquinet, E.; Lee, A.; Woods, A.; Yuzhakov, O.; Himansu, S.; Deterling, J.; Geilich, B. M.; Ketova, T.; Mihai, C.; Lynn, A.; McFadyen, I.; Moore, M. J.; Senn, J. J.; Stanton, M. G.; Almarsson, Ö.; Ciaramella, G. and Brito, L. A. (2019). Optimization of Lipid Nanoparticles for Intramuscular Administration of mRNA Vaccines, Molecular therapy. Nucleic acids 15 : 1-11.
Chen, Y. Y.; Syed, A. M.; MacMillan, P.; Rocheleau, J. V. and Chan, W. C. W. (2020). Flow Rate Affects Nanoparticle Uptake into Endothelial Cells, Advanced materials 32 : 1906274.
Grifoni, A.; Weiskopf, D.; Ramirez, S. I.; Mateus, J.; Dan, J. M.; Moderbacher, C. R.; Rawlings, S. A.; Sutherland, A.; Premkumar, L.; Jadi, R. S. and et al. (2020). Targets of T Cell Responses to SARS-CoV-2 Coronavirus in Humans with COVID-19 Disease and Unexposed Individuals, Cell 181 : 1489-1501.e15.
Nelde, A.; Bilich, T.; Heitmann, J. S.; Maringer, Y.; Salih, H. R.; Roerden, M.; Lübke, M.; Bauer, J.; Rieth, J.; Wacker, M.; Peter, A.; Hörber, S.; Traenkle, B.; Kaiser, P. D.; Rothbauer, U.; Becker, M.; Junker, D.; Krause, G.; Strengert, M.; Schneiderhan-Marra, N.; Templin, M. F.; Joos, T. O.; Kowalewski, D. J.; Stos-Zweifel, V.; Fehr, M.; Rabsteyn, A.; Mirakaj, V.; Karbach, J.; Jäger, E.; Graf, M.; Gruber, L.-C.; Rachfalski, D.; Preuß, B.; Hagelstein, I.; Märklin, M.; Bakchoul, T.; Gouttefangeas, C.; Kohlbacher, O.; Klein, R.; Stevanović, S.; Rammensee, H.-G. and Walz, J. S. (2020). SARS-CoV-2-derived peptides define heterologous and COVID-19-induced T cell recognition, Nature immunology.
Sekine, T.; Perez-Potti, A.; Rivera-Ballesteros, O.; Strålin, K.; Gorin, J.-B.; Olsson, A.; Llewellyn-Lacey, S.; Kamal, H.; Bogdanovic, G.; Muschiol, S. and et al. (2020). Robust T Cell Immunity in Convalescent Individuals with Asymptomatic or Mild COVID-19, Cell 183 : 158-168.e14.
Zhang, S.; Liu, Y.; Wang, X.; Yang, L.; Li, H.; Wang, Y.; Liu, M.; Zhao, X.; Xie, Y.; Yang, Y.; Zhang, S.; Fan, Z.; Dong, J.; Yuan, Z.; Ding, Z.; Zhang, Y. and Hu, L. (2020). SARS-CoV-2 binds platelet ACE2 to enhance thrombosis in COVID-19, Journal of hematology & oncology 13 : 120.
Lippi, G.; Plebani, M. and Henry, B. M. (2020). Thrombocytopenia is associated with severe coronavirus disease 2019 (COVID-19) infections: A meta-analysis, Clin. Chim. Acta 506 : 145-148.
Grady, D. (2021). A Few Covid Vaccine Recipients Developed a Rare Blood Disorder, The New York Times, Feb. 8, 2021.
No hay comentarios:
Publicar un comentario