El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

jueves, 1 de octubre de 2020

Biochip inyectable será aprobado por la FDA (Dr Mercola)

 septiembre 30, 2020



La empresa de Silicon Valley, Profusa, en asociación con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa de los Estados Unidos (DARPA, por sus siglas en inglés), ha creado un biosensor inyectable capaz de detectar la presencia de una infección en el cuerpo.

A principios de agosto de 2019, meses antes de que COVID-19 se convirtiera en una pandemia mundial, DARPA le otorgó a Profusa fondos adicionales para “desarrollar un sistema de identificación temprana para detectar brotes de enfermedades, ataques biológicos y pandemias hasta tres semanas antes que los métodos actuales”.

Como se discutió en el artículo: “¿La nueva vacuna contra el COVID podría dictar el comienzo del transhumanismo?”. Parece que nos encontramos en la puerta a un mundo mejor en el que el hombre se fusiona cada vez más con la tecnología y la inteligencia artificial, y el COVID-19 podría ser la llave que abre esa puerta, aunque no todo es color de rosa.

Para empezar, muchas de las vacunas contra el COVID-19 que se están desarrollando de forma tan rápida, no son vacunas convencionales. Su diseño tiene como objetivo manipular su biología, al crear humanos modificados genéticamente.

Además de los biosensores de hidrogel, que a diferencia de los implantes anteriores no se rechazan como cuerpos extraños porque se fusiona con el tejido, otra situación que esto conlleva es que estaremos conectados a la nube de forma permanente, nos guste o no.

El chip de hidrogel os conectará al Internet

El hidrogel es un invento de DARPA que involucra nanotecnología y nanobots. Esta “interfaz bioelectrónica” forma parte del sistema de administración de las vacunas de ARNm contra el COVID-19.

El biochip que está desarrollando Profusa es similar a las vacunas de ARNm contra el COVID-19 que utilizan hidrogel. El implante es del tamaño de un grano de arroz y se conecta a una base de datos en línea que realizará un seguimiento de los cambios en su bioquímica y a una serie de datos biométricos, como la frecuencia cardíaca, respiratoria y mucho más.

En teoría, la nanotecnología podría utilizarse para fabricar sistemas de control mental, dispositivos de interceptación invisibles y portátiles o herramientas de tortura realmente terribles. ~ Adam Keiper

Un artículo publicado en septiembre de 2019 describe cómo el sensor inyectable puede ayudar a mejorar la monitorización de la enfermedad arterial periférica. Sin embargo, aunque podría ser beneficiosos en algunos aspectos, este tipo de tecnología también tendrá consecuencias inmediatas para nuestra privacidad.

¿Quién recopilará y tendrá acceso a todos estos datos? ¿Quién será el responsable de protegerlos? ¿Cómo y cuándo se utilizarán? Como se señaló en un artículo de SteemKR sobre los implantes:

“Junto con la llegada del uso de nanotecnología dentro del cuerpo y los sensores que integran el cuerpo humano a una plataforma de inteligencia artificial, la posibilidad de que los gobiernos totalitarios hagan uso indebido de esta tecnología es algo muy preocupante.

Con biosensores avanzados, la inteligencia artificial es capaz de leer el estado de ánimo, la actividad, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la temperatura corporal e incluso actividad sexual”.


¿Cómo funciona el biosensor?

En un artículo publicado el 3 de marzo de 2020, Defense One explica los conceptos básicos de cómo funciona el biosensor:

“El sensor tiene dos partes. Una parte es un hilo de hidrogel de 3 mm, un material cuya red de cadenas de polímero se utiliza en algunos lentes de contacto y otros implantes. Este hilo que se inserta debajo de la piel con una jeringa incluye una molécula diseñada para enviar una señal fluorescente al exterior cuando el cuerpo comienza a combatir una infección.

La otra parte es un componente electrónico que va adherido a la piel. Envía luz a través de la piel, detecta la señal fluorescente y genera otra señal que el usuario puede enviar a su médico, sitio web, etc. Es como un laboratorio de sangre en la piel que puede detectar la respuesta del cuerpo a una enfermedad antes de que aparezcan los síntomas, como tos”.

Así que, en resumen, la tecnología consta de tres componentes: el sensor implantable, un lector que se coloca en la superficie de la piel y el software que le permite al lector enviar los datos recolectados vía Bluetooth a su teléfono o tableta, que a su vez se puede conectar a otras fuentes en línea como el sitio web de su médico.

Detectar brotes de enfermedades antes de que se propaguen

Como informó Defense One, esta tecnología de Profusa respaldada por DARPA, podrá detectar la presencia de infecciones similares a la gripe, como las infecciones por SARS-CoV-2, en la población antes de que se vuelvan sintomáticas.

Como tal, los biosensores podrían convertirse en parte importante de futuros sistemas de detección de pandemias. Profusa espera obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) a principios de 2021.

El 3 de marzo de 2020, Profusa anunció el lanzamiento de un estudio que tiene como objetivo investigar la efectividad de la tecnología para la detección temprana de brotes de influenza. Los colaboradores incluyen a la Universidad de Duke, el Imperial College de Londres y RTI International, un instituto de investigación sin fines de lucro que desarrolla algoritmos para detectar enfermedades. Según el comunicado de prensa:

“El estudio, se realizará en Imperial College de Londres y examinará cómo los sensores que monitorean el estado fisiológico, incluyendo la plataforma de oxígeno Lumee, que mide los niveles de oxígeno en los tejidos, proporcionan indicadores potenciales de la respuesta humana a infecciones o exposición a enfermedades en voluntarios sanos.

El objetivo del estudio es desarrollar un sistema de identificación temprana para detectar no solo brotes de enfermedades, sino también ataques biológicos y pandemias hasta tres semanas antes que los métodos actuales. Se prevé que los resultados del estudio estén disponibles en 2021.

“Esta investigación marca un emocionante paso adelante en el desarrollo de una atención preventiva revolucionaria”, dijo Ben Hwang, presidente y director ejecutivo de Profusa.

La plataforma de oxígeno Lumee puede funcionar como una especie de canario en una mina de carbón, pero con enfermedades infecciosas, ya que los cambios sutiles en el oxígeno, a nivel de los tejidos, pueden indicar problemas y detectarlos de forma temprana podría ayudar a los médicos a corregir rápidamente con el fin de evitar brotes”.

Las cuestiones de confidencialidad permanecen sin respuesta

Sin embargo, quedan muchas incógnitas. Si su teléfono celular puede recibir información de su cuerpo, ¿qué pasa con su cuerpo? ¿qué efectos podría tener este intercambio de información en su funcionamiento físico y salud psicológica?

Hasta ahora no se ha dicho nada al respecto, pero si consideramos las terribles consecuencias potenciales es muy importante obtener respuestas cuanto antes. En la revista de tecnología The New Atlantis, el crítico de tecnología Adam Keiper señala que:

Aparte del potencial de la nanotecnología como arma de destrucción masiva, también podría convertirse en una forma totalmente novedosa de violencia y opresión. En teoría, la nanotecnología podría utilizarse para fabricar sistemas de control mental, dispositivos de interceptación invisibles y portátiles o herramientas de tortura realmente terribles”.

Una de mis periodistas independientes favoritas, Whitney Webb, escribió un artículo sobre esto: “Coronavirus Gives a Dangerous Boost to DARPA’s Darkest Agenda”. En este artículo, menciona algunos de los peores efectos a causa de esta tecnología:

“La tecnología desarrollada por la controvertida rama de investigación del Pentágono está recibiendo un gran impulso en medio de la actual crisis del coronavirus, sin embargo, no se les presta mucha atención a los motivos ocultos de la agencia para desarrollar dichas tecnologías, su potencial de armamentización u otras devastadoras consecuencias …

Profusa, que en los últimos años ha recibido millones de dólares por parte de DARPA, afirma que la información generada por su biosensor inyectable sería “compartida de forma segura” y estaría disponible solo para “individuos, médicos y profesionales de la salud pública”.

Sin embargo, es probable que el impulso actual para un sistema nacional de ‘rastreo de contactos’ basado en los datos de salud privados de los ciudadanos amplíe ese intercambio de datos, lo que convenientemente encaja perfecto con lo que DARPA ha querido durante años, crear una base de datos nacional basada en la web de diagnósticos preventivo Profusa también cuenta con el respaldo de Google, que también está muy interesado en estas nuevas iniciativas de vigilancia masiva de ‘rastreo de contactos'”.

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos tienen un profundo interés en la nanotecnología

Vale la pena considerar la posibilidad de que la transferencia de datos pueda realizarse en ambos sentidos, ya que el Departamento de Defensa también está trabajando en nanotecnologías destinadas a crear verdaderos “supersoldados” que estén equipados con un mayor conocimiento de la situación y otras capacidades de supervivencia en el campo de batalla.

Dichas tecnologías también podrían incluir armas genéticas diseñadas para atacar la salud y el bienestar del enemigo. En el artículo “Coronavirus Gives a Dangerous Boost to DARPA’s Darkest Agenda,” Webb revisa varias iniciativas de DARPA que dan mucho de qué hablar:

“Otro programa de DARPA de larga data … se conoce como ‘Living Foundries’ … Living Foundries ‘tiene como objetivo permitir la producción adaptable, escalable y bajo demanda de moléculas [sintéticas] al programar procesos metabólicos fundamentales de los sistemas biológicos para generar una gran cantidad de moléculas complejas que de otro modo no serían accesibles’.

Los tipos de investigación que apoya este programa implican la creación de ‘vida artificial’, como la creación de material genético artificial, cromosomas artificiales, la creación de ‘organismos completamente nuevos’ y el uso de material genético artificial para ‘agregar nuevas capacidades’ a los seres humanos (es decir, modificar genéticamente a los seres humanos al insertar material genético creado sintéticamente).

DARPA también tiene un proyecto llamado “Advanced Tools for Mammalian Genome Engineering”, que se centra en mejorar “la utilidad de los cromosomas artificiales humanos (HAC)”.

Aunque los artículos de investigación suelen centrarse en los HAC como un avance médico revolucionario, con frecuencia, también se promueven como un medio para “mejorar” a los humanos al administrarles características no naturales.

Los reportes sobre estos programas también mencionan el otro terrible uso que podrían tener estas mismas tecnologías, ‘armas genéticas’ que ‘alterarían el ADN’ y ‘dañarían la mente y el cuerpo de las personas'”.

Como se señala en el artículo de SteemKR, la vigilancia masiva de datos biológicos requerirá un ancho de banda masivo en redes de telefonía celular y wifi, y es posible que esta sea la razón por la que a los gobiernos les urge implementar redes 5G en todo el mundo sin pensar dos veces en los efectos potencialmente adversos que esto podría tener.


Adyuvantes nanotecnológicos en las vacunas

El Departamento de Defensa de Estados Unidos también está estudiando la posibilidad de utilizar adyuvantes basados en nanotecnología en las vacunas, en lugar de los adyuvantes convencionales conocidos por causar problemas de salud. Como se describe en el sitio web del Institute for Soldier Nanotechnologies bajo las áreas 1 de investigación estratégica:

“Otro proyecto se centra en medios novedosos para proteger al soldado contra infecciones. El enfoque es intervenir de manera segura en el sistema inmunológico humano al diseñar nuevos nanomateriales dirigidos a linfoides y leucocitos que concentran compuestos adyuvantes e inmunomoduladores en poblaciones de células inmunológicas con el fin de mejorar las vacunas profilácticas y las terapias antimicrobianas, respectivamente”.

(…)Y aunque para una persona común y corriente todo esto parecería difícil de creer, esto es una realidad y lo están haciendo sin importar si estamos de acuerdo o no, así que llegó el momento de tomar una postura frente al transhumanismo. Porque las vacunas de ARNm contra el COVID-19 parecen ser una forma de conseguir que gran parte de la población mundial quede atrapada en la “red”.



consumidoresorganicos

articles.mercola

No hay comentarios:

Publicar un comentario