Una penosa noticia, aparecida
en el día de hoy[1],
propia de los tiempos que corren, dice así: “Se quintuplicó el consumo
de la píldora del día después en adolescentes”.
La noticia es doblemente penosa: por un lado, porque esta droga
–levonorgestrel- no es un medicamento, pues no
tiene ninguna clase de indicación médica ya que es abortivo[2],
lo cual ya desde un inicio hace ilícito su uso; aún así, su uso desmedido equivale a un
“shock” hormonal que provoca en las
adolescentes efectos secundarios no deseados e incluso algunos muy peligrosos.
El otro lado de la
noticia, el más penoso, es que el uso quintuplicado de la píldora abortiva del
día después indica, al mismo tiempo, una quintuplicación de las tasas de
abortos, ya que el efecto principal –único- de este esteroide es el impedir la
anidación del embrión, al provocar cambios en la composición química del
endometrio –excesiva alcalinidad que hace inviable la anidación y sobrevida del
embrión- y al disminuir, al mismo tiempo, la secreción endometrial necesaria
para la nutrición del embrión., entre otros cambios.
¿A qué se debe este
aumento pavoroso del uso de esta droga abortiva entre las adolescentes? Nos
ayuda a responder un dato proporcionado por el vocero del Sindicato de
Farmacéuticos y Bioquímicos de Argentina, a quien se le hace la entrevista. El
mismo afirma que “el aumento en la venta se da sobretodo los fines de semana”. Esto habla de una mentalidad hedonista, que
ve en la relación sexual el fin último de la relación entre el varón y la mujer,
lo cual indica una visión distorsionada de la realidad de dicha unión, la cual
es lícita en el ámbito del matrimonio, “lugar” en el que cumple sus dos
funciones indisolubles: unión y procreación.
En
síntesis, como dice el título de nuestro artículo: el que se venda cinco veces más la “píldora abortiva del día después”, implica dos hechos
penosos: banalización de la sexualidad y aumento sideral de abortos
(silenciosos).
[2]
Adjuntamos un estudio médico acerca del
mecanismo de acción abortivo del Levonorgestrel.
Porque el LEVONORGESTREL es abortivo y no anticonceptivo.
Si un procedimiento es capaz de impedir la
fecundación, debe hablarse de un efecto anticonceptivo, en cambio si su
efectividad se debe a su acción posterior a la fecundación, donde ya se ha
formado un nuevo ser humano, estamos ante un efecto abortivo.
Es aceptado que el LNG bloquea la ovulación
si se ingiere 3 ó más días antes de la ovulación, pero si se ingiere en etapas
posteriores no será capaz de impedir la ovulación, por lo tanto el efecto es
post-conceptivo o sea abortivo.
Independientemente de cual sea el mecanismo
del LNG, su efecto abortivo es indiscutible por la particular estructura
química del levonorgestrel, de la cual derivan sus propiedades farmacológicas y
por otro lado la dosificación y régimen que se administra.
A que se debe que el LEVONORGESTREL (LNG) tenga estos
efectos.
La píldora del día después o para la
anticoncepción de emergencia AE, a ciencia cierta, y sin eufemismos médicos o
farmacológicos, para ser utilizado como abortivo de
emergencia (porque esa es la finalidad) es un compuesto
sintético derivado de la 19-nortestoterona, molécula que a su vez, deriva de la
hormona masculina testosterona.
Usado como abortivo de emergencia se
administra en una dosis de 0,75mg que se repite 12 hs después para dar un total
de 1,5mg, dosis 50 veces mayor a la usada en un contraceptivo oral sobre la
base del Levonorgestrel.
Efecto
Abortivo.
El levonorgestrel LNG impide con gran eficacia el
desarrollo del embrión humano (femenino o masculino) entre el momento de la
fecundación y el momento de la implantación.
Este efecto
abortivo se produce por uno o más de los siguientes mecanismos:
1) Alteración en el
transporte del embrión en las trompas o en el útero, retardando el proceso o
acelerándolo, de tal modo que no sea capaz de implantarse en el momento de
máxima receptividad o momento de la “ventana de implantación” del endometrio,
con lo cual la anidación no ocurre.
2) Efectos sobre la
receptividad del endometrio que impedirían la implantación.
3) Función
secretora del endometrio. Ya en dosis bastante menores a las usadas para
“abortivo de emergencia”, es capaz de inducir una intensa y prolongada
alcalinización del líquido uterino, (elevación del ph) la cual revela una
marcada alteración en la función secretora del endometrio, la cual sin duda
debe acentuarse con las dosis más altas administradas para el efecto “abortivo
de emergencia” popularmente denominado Anticoncepción de Emergencia
(AE) o sea 1,5mg versus 0,4mg de LNG.
También es impresionante el hallazgo de Young y cols.
quienes vieron que el LEVONORGESTREL ( LNG) hace desaparecer del
líquido uterino la proteína endometrial asociada a la progesterona, PAEP,
conocida como glicoledina A, PP-14, etc. que es la más abundante en este
líquido uterino y se considera muy importante para la protección inmunitaria y
por lo tanto para el desarrollo del embrión antes de su implantación.
Este efecto es de tan magnitud que demuestra que
el levonorgestrel tiene otros efectos aparte de los progestínicos, ya que una
droga similar a la progesterona, de forma inusual, no puede creerse
que tenga efectos tan opuestos como este.
Estudios de Kesserü, de Young y de Wu, coinciden en
demostrar que la droga levonorgestrel LNG produce intensas y prolongadas
alteraciones en la función secretora del endometrio y fundamentalmente en el pH
endometrial.
Se ha visto que la preparación inmediata y localizada
del endometrio para la implantación es efectuada por el embrión mismo,
especialmente por la secreción de gonadotrofina coriónica y de alrededor de 20
factores que produce el embrión antes de implantarse.
Esta intensa actividad de síntesis y secreción de
proteínas lleva a una alta demanda de energía. Ello se refleja en un marcado
aumento del consumo de glucosa por parte del embrión humano antes de la
implantación, el que se triplica en solo tres días.
Debemos considerar que el pH intracelular del
embrión humano antes de implantarse es de 7,12.
En el líquido uterino alcalinizado por el levonorgestrel LNG el pH puede llegar
hasta 9,1 ó más, esto es 100 veces más alcalino que el interior de las células
del embrión.
La alcalinización intracelular del embrión es
incompatible con la vida, el embrión tiene un mecanismo por el cual se
intercambia bicarbonato (alcalino) intracelular por cloruro (neutro)
extracelular. Ahora bien, para que este mecanismo pueda mantenerse en el
tiempo, el cloruro que entró a las células debe ser eliminado de ellas, lo que
implica un trabajo químico, o sea un mayor consumo de energía que debe
mantenerse durante varios días debido a la acción prolongada del LNG.
Sumado a las ya altas demandas energéticas que tiene
el embrión como ya hemos visto, se sabe muy bien también que un pH alcalino
detiene el desarrollo de los embriones humanos y aumenta la fragmentación de
sus células.
Es muy importante considerar que los medios de
cultivo que se usan en la fertilización in Vitro y que imitan la composición
del líquido de las trompas, tiene un pH entre 7.2 y 7.4.
La magnitud de éstos cambios es tal que no puede
concebirse que el embrión humano femenino o masculino antes de su implantación
pueda sobrevivir en condiciones tan adversas y prolongadas (por lo menos 3 días
de duración) y es lamentable y forzoso concluir que el levonorgestrel (LNG)
además de los cambios que induce en el endometrio, lleva a la muerte del
embrión antes que pueda ocurrir la implantación. (http://www.redprovida.com/index.php?option=com_content&task=view&id=781&Itemid=75)