IDEOLOGÍA DE GÉNERO EN LAS ESCUELAS
Para la Psicología, el DELIRIO es síntoma de un trastorno psicótico, en que el individuo cree cosas que no forman parte de la realidad. No se trata de una malinterpretación, de manejar información falsa o de una equivocación pasajera, el delirio es patológico y tiene su causa en una enfermedad.
Es curioso que en un país tolerante como la Argentina, en que no ha sido necesario hacer una ley para que no se discrimine a los enfermos de lepra, tuberculosis, SIDA o malformaciones, sea menester una ley para obligar a la gente, no sólo a respetar, sino a COMPARTIR a VIVIR el delirio ajeno.
Tal es el caso de la Ideología de Género, por la cual si un señor delira creyéndose mujer, una ley quiera obligar a la gente a VERLO como mujer.
Luego, en virtud de que la población adulta es reacia a alucinar de ese modo, no sólo por influencia de valores inculcados por la familia y la religión desde niño, sino probablemente por su experiencia fáctica en que, cayéndose de un árbol, descubrió que carecía del don de volar, o comiendo una manzana verde y no roja padeció diarrea, o que no es igual un perro que un gato si lo tuvo que bañar o que sus hijos nacieron de una mujer y no de un ingeniero agrónomo, el gobierno de inocultable tendencia masónica (como nos informara el diputado Roma), descubrió los “beneficios” de la agenda LGBT, neomarxista, con el fin de no sólo desarticular a la familia cristiana sino también la moral y el raciocinio de sus súbditos, logrando con ello un dominio completo. Para ello, promueve en el Congreso la implantación de la Ideología de Género dentro del curriculum escolar, a fin de lavar el cerebro de los niños, adoctrinándolos poco menos que desde la cuna.
Un concepto elemental de Psicología dice que una persona necesita tratamiento cuando NO VIVE O NO DEJA VIVIR. El primero caso está explicado porque no pocos miembros de aquel “colectivo” delirante, tiene una expectativa de vida de 45 años. El segundo, (no dejar vivir) en el accionar de los mismos como lobby de gran influencia mediática y política, que procura imponer a la mayoría de la población sus alucinaciones, se caracteriza por ser notoriamente agresivo, lo que genera la natural reacción de la población. Ello obliga al gobierno a reprimir por todos los medios al pueblo para que acepte esas imposiciones.
Queda a la gente aprovechar que la dirigencia política se ha quitado la máscara, para organizar la resistencia a estos atropellos totalitarios y además, crear espacios políticos que permitan a corto plazo, opciones electorales acordes a la tradición y cultura de nuestra Patria.
(https://www.facebook.com/groups/258187657540360/permalink/2694767613882340/)
No hay comentarios:
Publicar un comentario