Por Carlos Esteban | 30 enero, 2019
El cardenal Dolan ha dado por cerrado el asunto: no excomulgará al ‘católico’ gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, pese a su apoyo a una de las más atroces leyes abortistas, porque no se aplican las condiciones. No tan deprisa, afirma en First Things el canonista Ed Condon.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, acaba de aprobar una ley del aborto de un salvajismo especialmente atroz, permitiendo acabar con la vida del niño un minuto antes del parto. Cuomo se confiesa católico, así que han arreciado las voces, incluso dentro del propio episcopado norteamericano, para que la autoridad competente -en este caso, el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Dolan- le excomulgue.
Pero Dolan ha dado por cerrado el asunto, asegurando: “No discutiré ningún caso individual, pero la excomunión no debe ser utilizada como arma. De forma demasiado frecuente, lamento, aquéllos que llaman a la excomunión sólo lo hacen para liberar ira o frustración”. Lo que, convendrán conmigo, puede valer para cualquier caso imaginable y, por tanto, más valdría eliminar esta figura jurídica en la Iglesia.
Pero el cardenal también ha añadido que la Iglesia tiene muchas otras medidas para reaccionar en un caso como este, y que probablemente no se dan las condiciones objetivas en este caso para aplicar la excomunión, que requiere requisitos muy precisos. “Notables canonistas han afirmado que, según el derecho canónico, la excomunión no es la respuesta indicada para un político que apoye o vote leyes que avanzan el aborto”.
Dolan, por otra parte, tampoco ha aplicado -ni explicado en extenso- esas otras sanciones que sí podrían aplicarse, y es innegable que el risueño cardenal disfruta de una cordialísima relación con los políticos de su diócesis que podría arruinarse si diera semejante paso. Y, no nos engañemos, no abundan los héroes ni los mártires en la jerarquía.
Pero, ¿es cierto que la excomunión no es aplicable en este caso? Vayamos por partes, aconseja Ed Condon, de la Catholic News Agency (CNA) en un artículo aparecido en First Things. Y se da el caso de que Condon es, antes que periodista, canonista con cierta experiencia judicial.
El punto fuerte de quienes niegan que la excomunión sea pertinente recuerdan que la excomunión aplicable a quienes intervienen en un aborto concreto (C. 1398) no lo es al político que aprueba la ley que lo permite. Pero esos mismos, dicen Condon, están buscando en la sección equivocada del Código. Cuomo puede -y debe- ser excomulgado, pero por herejía (C. 1364), definida como “la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma”.
¿Es de fe “la doctrina sobre la grave inmoralidad de matar directa y voluntariamente un ser humano inocentes”? Sin duda: Doctrina de la Fe ya se ha pronunciado sobre esto, como lo ha hecho sobre la posibilidad de que se dé la herejía mediante actos que revelen la negación de la fe, sin necesidad de una declaración explícita. Quien defiende y promueve el aborto reiteradamente, como ha hecho Cuomo, incluso frente a la advertencia explícita de los obispos, incurriría en herejía, sostiene Condon.
Puede, así, ser excomulgado. Puede, no es algo automático ni es una pena que Condon defienda, en general, para todo político que haya apoyado o votado a favor de una legislación abortista. Pero Cuomo debería ser excomulgando aduciendo estas razones no solo por el bien de su alma, para que se haga cargo de la enormidad de su error y pueda rectificar, sino por todos los americanos confusos ante un político que ha hecho de su profesión de fe católica un puntal de su carrera.
(https://infovaticana.com/2019/01/30/por-que-el-cardenal-dolan-deberia-excomulgar-al-gobernador-de-nueva-york/?fbclid=IwAR2IR2vH4TiVr0PqdHvJelQBfytBLyKHuQBsQ8UyJh4gYTypZ13FaFbP7gQ)