El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

martes, 17 de noviembre de 2020

Rechazo total y absoluto al aborto inducido

 

 

Gesta de Dios por los argentinos

Por Héctor H. Hernández
Ediciones Escipión. 107 páginas

Uno de los aspectos menos considerados en el debate por el aborto libre es que quienes impulsan ese reclamo no resisten el examen de sus argumentos. Deben apelar a distracciones, como embestir contra la Iglesia, o reconducir todo al terreno del deseo personal, siempre redituable. Pero lo cierto es que los adoradores del "progreso" se encuentran encerrados en el más primitivo y egoísta de los instintos. Tan pronto su clamor es revisado, aparece la deshonestidad intelectual, la ocultación, el engaño o la fuga hacia otro tema. Es una petición huidiza, porque si fuera examinada con seriedad llevaría a concluir que es en la fe, nada menos, donde la razón resplandece.

Con diáfana claridad resultó esto evidente durante el trámite parlamentario del aborto en 2018 en nuestro país, ocasión en que pudo comprobarse con amargura también que hubo una clamorosa defección de la jerarquía eclesiástica.

Este libro de Héctor Hernández, abogado, profesor universitario y prolífico escritor, con numerosos artículos y obras contra el aborto, desenmascara esta particularidad del debate y tiene la valentía de señalar que esa defección del "clericalismo progre" debilita a quienes se oponen a este flagelo con miras a futuras contiendas, pese al triunfo que se alcanzó en 2018, visto aquí con propiedad como una gracia providencial. En la vana esperanza de no ser atacados, como dice el autor, los obispos han renunciado hace tiempo a luchar por un orden natural y cristiano en la sociedad.

La obra de Hernández, un opúsculo de ágil y provechosa lectura, es un enérgico llamado a librar un combate radical en este asunto, para lo cual ofrece fundamentos desde la razón, el orden jurídico y la fe.
Gesta de Dios por los argentinos está concebido como un diálogo imaginario "sobre el genocidio prenatal". Abarca más de un centenar y medio de preguntas y respuestas, las más complejas que suscitó la polémica, a lo largo de seis breves capítulos, algunos de los cuales aparecieron primero como artículos en los Blogs "Que no te la cuenten" y "Azul y blanco".

Cada uno de aquellos artículos fue, en su origen, un fresco en miniatura de la controversia, abordada desde un ángulo diferente. Por lo que ahora, al verlos reunidos para esta presente edición, se descubren algunas reiteraciones que sin embargo no deslucen el conjunto.

El objetivo es claramente didáctico. De hecho, en el prólogo Hernández admite que después de haber dedicado un pesado volumen a analizar el fallo FAL, con el que la Corte Suprema se arrogó funciones legislativas, consideró necesario que uno de estos capítulos fuera un "FAL para principiantes". Allí enumera la lista de irregularidades y delitos que cometió la Corte para que su caso fuera tomado como referencia.

Hernández hace girar primero su reflexión en torno a las propuestas jurídicas de los últimos tiempos, y va desmontando sus engaños, contradicciones lógicas e injusticias. Esto es así no solo porque la especialidad de Hernández es el Derecho, sino porque es en la corrupción de la justicia donde el autor advierte que el garantismo vio un camino para lograr sus objetivos.

Pero su disección está arraigada en la fe y así, mientras avanza en su explicación, ilumina lo que dice al respecto la doctrina cristiana, o lo que ha dicho el magisterio tradicional. Algo que resulta de particular importancia en medio de la confusión que reina entre los católicos de más débil formación.

Su fin evidente es fortalecer al campo católico en una lucha que ve como cultural y espiritual. No puede pasarse por alto, en este sentido, que el libro se abre con una entrevista en la que el autor corrige al arzobispo de La Plata, y concluye con una crítica acerba al "enemigo de adentro".

En el medio, el rango de temas tratados es muy variado, lo que hace interesante la lectura. Por ejemplo, está allí la distinción legal entre "no penalizar" y "legalizar", la pena y su fin retributivo y medicinal, la doctrina del mal menor y cuándo es lícito apoyarla, las dinámicas propias del mundo legal y de los "medios de engañación" social.

También se analiza el anteproyecto de Código Penal llamado Borinsky-Yacobuzzi, que es más abortista que la iniciativa derrotada en 2018. Y se expone el carácter herodiano de Ginés González García.
Los intentos por conseguir el aborto libre no cejan, motorizados por presiones externas que Hernández enumera, sin ocultar las exigencias del FMI. Como bien dice el autor, a esta altura no es que traten de imponer el asesinato sin restricciones. El genocidio ya está entre nosotros. Se mata con los protocolos ilegales llamados aquí "iletruchas" o con la artillería del Misoprostol. Lo que se busca ahora es la aceptación de la sociedad por medio de una ley.

Este libro busca templar los ánimos, fortalecer los espíritus, llamar a la oración, demostrar la unión entre fe y razón, para resistir nuevos embates o incluso para derogar las malas leyes. En palabras del propio Hernández, es "un pequeño aporte" para que se produzca "una nueva gesta de Dios por los argentinos".

 

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