El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

jueves, 4 de junio de 2020

¿El biochip en recién nacidos?




"Táctica probable para implantar el biochip. Las organizaciones mundiales como la ONU y los grupos de presión financieros se centrarán en la difusión de acontecimientos particulares con la intención de alarmar a la opinión pública e infundirle preocupación, si no miedo. Los medios de comunicación mostrarán - ya lo hacen - implacablemente la desesperación y la injusticia del mundo. Los biochips, nos dirán, es la única herramienta que puede liberar a los ciudadanos de los sucios juegos financieros que ponen de rodillas a los países del mundo. 

Las Naciones Unidas propondrán la obligación de implantar el biochip para todos. Algunos políticos se opondrán a ello sobre la base del derecho a la privacidad. Por lo tanto, al principio se implantará por libre elección. Entonces los medios de comunicación -como siempre lo han hecho desde la legalización del aborto en adelante- bombardearán nuestras mentes, hasta que nos digan las habituales frases ganadoras: "Los que no están de acuerdo en implantar el biochip son retrógrados, incivilizados, oscurantistas, egoístas que no se preocupan por el destino de una sociedad que ahora está en manos de las finanzas criminales y los políticos corruptos". Sólo los estúpidos y malvados pueden rechazarlo".

Entre estas hipótesis no hay que subestimar la posibilidad de que se implanten biochips en los recién nacidos sin el conocimiento de los padres (la enseñanza de la ideología de género en los jardines de infancia sin informar a los padres es sólo el último ejemplo).

¿Conspiración? A principios de 2014 el jefe de la división de cardiología de la Universidad de California del Sur, Leslie Saxon, anunció a través de los medios de comunicación oficiales que en un plazo de diez años será posible instalar un microchip en los recién nacidos, una especie de tatuaje que controlará todos los parámetros vitales.                                                                                                                                       Las potencias fuertes controlan los medios de comunicación más populares del planeta y persiguen un único objetivo: crear un Gobierno Mundial que gestione la economía, la ética y la nueva religión. Las finanzas están cada vez más sujetas a los intereses de unas pocas personas que, a través de sus bancos, controlan el mercado mundial. Su poder económico se estima en cifras que pueden llevar al colapso de toda la economía del planeta. Y como están introduciendo metódicamente el dinero electrónico en el mercado, la implantación del biochip obligatorio parece inevitable.

Sí, el dinero en efectivo puede ser pronto un recuerdo romántico. En las principales ciudades suecas, los autobuses no aceptan dinero en efectivo, los billetes son prepagados o se pagan a través del teléfono móvil registrado en su banco. ¿Está bien? No es tan bueno. Privar al ciudadano honesto del uso del dinero hace que la máquina coercitiva del IRS sea aún más eficiente y mortal. La política será aún más insignificante que ahora, ya que el poder estará 100% en manos de multimillonarios.

Así que a este ritmo, como ya es el caso en todos los supermercados y tiendas con productos con código de barras, nadie podrá comprar sin el biochip. Con una suave anestesia local, el alienígena electrónico se implanta en segundos. En la cabeza, para controlar - como ya es el caso de otros dispositivos electrónicos - la salud y las emociones. Otra se implanta en la mano, para usarla como carné de identidad, tarjeta de crédito, etc. Pero tal vez tengamos un solo tatuaje que resuelva todo con un menor costo. Perturbador, podría decirse, pero el aborto también era perturbador, y aún así nos acostumbramos a él. Y si hoy en día alguien se atreve a oponerse a la práctica del aborto, al menos se arriesga al ostracismo.

Por cierto, parece que el código de este sistema es el mismo que el código de barras utilizado en todos los productos que compramos a diario: 666. No entiendo mucho de electrónica, podríamos pensar que estos tres números fueron diseñados para ridiculizar el Apocalipsis de San Juan, pero en realidad nada cambia. Hace unos dos mil años, el Apóstol, que evidentemente no sabía nada de electrónica y biochips, lo había previsto: aseguró de que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, recibieran una marca en la mano derecha y en la frente; y que nadie pudiera comprar o vender sin dicha marca, es decir, el nombre de la bestia o el número de su nombre. Aquí reside la sabiduría. Que el sabio calcule el número de la bestia: es un nombre de hombre. Y este número es 666 (Apocalipsis 13-16,18). […].»

¿No podemos hacer nada al respecto? En realidad no. Pero creo que hay una manera. Lo veremos en el próximo artículo. (continuará)



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