Chevon Williams, Regina Johnson y Tamiia Russell son tres mujeres que murieron al someterse a un aborto en estas entidades.
Dos nuevas instalaciones en las que murieron mujeres al someterse a abortos han cerrado en los Estados Unidos tras haber funcionado por más de 30 años.
El primer centro abortivo se trata de Woman Care of Southfield PC, ubicado en Lathrup Village, estado de Michigan, mientras que el otro es el Texas Ambulatory Surgical Center, en Houston, Texas.
Woman Care of Southfield PC, según informó una asociación provida a través de Life News, es culpable de la muerte de tres mujeres que se sometieron abortos: Chevon Williams, Regina Johnson y Tamiia Russell. Además, una mujer conocida como Jessica resultó herida durante su aborto de 23 semanas.
Woman Care reprobó en cuatro inspecciones sanitarias en el año 2014, lo que provocó un cierre de emergencia. Sin embargo, se reabrió dos años más tarde.
No obstante, en artículos para LifeNews y Pro-Life Action League, la activista provida Monica Miller detalló cómo los restos de las víctimas de aborto fueron encontrados en el basurero de la instalación.
Por su parte, la instalación Texas Ambulatory Surgical Center, propiedad del médico abortista Douglas Karpen, cuenta ahora con un letrero en el exterior del edificio que dice “se alquila”.
El negocio de abortos debería estar cerrado a finales de mes porque el médico está supuestamente “pasando a otras actividades”.
Fuentes del sitio provida Operación Rescate, relataron que un guardia de seguridad dijo que Karpen planeaba retirarse pronto. Además, confirmaron que el negocio de abortos debería estar cerrado a finales de mes porque el médico está supuestamente “pasando a otras actividades”.
Karpen es actualmente el sujeto de querellas penales hechas al Departamento de Justicia y la Procuraduría General de Texas por la comisión de investigación para la vida de los infantes del Congreso de Estados Unidos.
A la fecha, el médico ha sido acusado por sus ex empleados de la muerte de pacientes y de asesinar a bebés nacidos vivos durante abortos tardíos, torciendo cabezas o cortando cuellos.
Operación Rescate publicó un informe de investigación en mayo de 2013 sobre las acusaciones de homicidio de Karpen que incluían fotos de cuerpos de bebés abortados tomadas por uno de los trabajadores de la clínica.
“Karpen puede retirarse, aunque eso no lo absuelve de responsabilidad de ningún delito que pueda haber cometido. Las agencias policiales de Texas necesitan ir a su clínica tan pronto como sea posible y aprovechar las pruebas antes de que se mueva y se deshaga de ellas”, dijo el presidente de la Operación Rescate, Troy Newman”.
Esta noticia se publicó originalmente en AciPrensa.
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