Eva Rodríguez, vicepresidenta de ACAI (Asociación de Clínicas de Interrupción Voluntaria del Embarazo), la patronal del negocio de matar seres humanos antes de nacer, ha reclamado en una sesión de trabajo de la Comisión de Sanidad del Parlamento de Navarra “que se hagan bien” los abortos y que las mujeres “puedan elegir el método”.
Lo que sigue, figurado, sería la única forma en la que se cumpliría el deseo de ACAI: que las mujeres puedan “elegir el método” de abortar a sus hijos. Al menos, para que lo pudieran elegir con total libertad.
Así, hay que imaginar a ese profesional de la patronal abortista desplegando un catálogo ante una mujer embarazada, probablemente angustiada, en el que, con imágenes del instrumental y de los resultados de cada técnica, se expliquen con detalle todos los procesos.
Resuelto a engordar las cifras del negocio, mostrará el menú y empezará a detallar los pormenores de cada ‘oferta’, cual maître de un restaurante del terror.
Podría recibir así a las madres: “Buenos días. De acuerdo a nuestro compromiso con la eficacia y para asegurarnos el lucro nuestro departamento comercial le detalla a continuación los métodos por los que vamos a matar a su hijo”.
Se introduce un tubo de metal conectado a un aspirador que succiona el líquido amniótico, la placenta y el feto
Primera forma de aborto. Aspiración y legrado: “Es lo que llamamos el Método Karman. Lo que sucede en este caso es que se introduce un tubo de metal conectado a un aspirador que succiona el líquido amniótico, la placenta y el feto. Podemos ajustar el grado de succión según las circunstancias. La masa resultante queda depositada en un bote. No se preocupe, que a esos restos ya le sacaremos rendimiento por otro lado. Después se raspan las paredes del útero para retirar cualquier resto que hubiera podido quedar sin aspirar”.
Troceamos y extraemos las piernecitas del niño y los brazos también y sacamos con pinzas los trozos más grandes
Segunda forma de aborto. Dilatar el útero y legrado: “Este método es parecido al anterior. Se dilata el cuello del útero con unos elementos metálicos. Una vez que se ha dilatado lo suficiente como para poder introducir otros instrumentos cortantes, se procede al legrado, que es como le llamamos a raspar. Troceamos y extraemos las piernecitas del niño y los brazos también y sacamos con pinzas los trozos más grandes. Después rascamos con una cuchara hueca con bodes afilados para extraer las partes más pequeñas y los restos de placenta”.
Le provocaremos unas contracciones como las del parto, pero, como es obvio, con otros fines
Si a estas alturas la mujer no se ha mareado, ni ha vomitado, ni se ha echado a llorar, el comercial matarife puede seguir con el resto del catálogo:
Tercera forma de aborto. Inducción del ‘parto’: “Cuando el feto tiene más de 12 semanas, debido a su mayor tamaño, es necesario preparar el cuello del útero reblandeciéndolo y provocando su dilatación para favorecer la expulsión del feto. Después, o al mismo tiempo, le provocaremos unas contracciones como las del parto, pero, como es obvio, con otros fines. Esto lo hacemos con misoprostol o con oxitocina por vía intravenosa. Una vez que el bebé ya está a nuestro alcance, pues ya sabe. Por trozos y raspando después para que no quede nada dentro. Por cierto, también lo podemos hacer por cesárea. O sea, lo mismo, pero a través del abdomen y sin contracciones”.
El bebé, ingerirá el brebaje, que le causará la muerte a lo largo de las siguientes horas, por envenenamiento, deshidratación y hemorragia interna
Caurta forma de aborto. Inyección salina intrauterina: “El siguiente método es un tanto diferente. Le vamos a pichar en el abdomen, con una aguja y a través de ella vamos a meter una sustancia salina que se confunde con el líquido amniótico. El bebé, ingerirá el brebaje, que le causará la muerte a lo largo de las siguientes horas, por envenenamiento, deshidratación y hemorragia interna. También le provocarán quemaduras en su piel. Esto lo solemos usar cuando el bebé lleva en su vientre al menos cuatro meses de gestación. En 12 horas se provoca el parto. El bebé no siempre ha muerto para entonces. En ocasiones llega a salir medio vivo”.
Directamente le sacamos todo el útero, con el hijo dentro
A estas alturas, aunque parezca terrible, el vendedor de matanzas intrauterinas puede esmerarse aún más en su delirio:
Quinta forma de aborto. Histerectomía: “Con este sistema, le garantizamos además que no volverá a tener hijos. En vez de hurgar hasta extraer entero o por piezas a su hijo, directamente le sacamos todo el útero (o al menos una parte) con su hijo dentro”.
Una vez expuesto el catálogo, sólo queda rematar:
“Conste que esto lo hacemos para que se aborte bien, que lo dice nuestra vicepresidenta. Esto es, para que su hijo quede bien muerto“.
(http://conapfam.pe/2016/02/21/este-es-el-aborto-a-la-carta-que-propone-la-patronal-del-sector-en-espana/)
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