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Las declaraciones que realizó la Profesora Adriana De Palo de Peralta en el aula del colegio Pablo Apóstol de Yerba Buena retumbaron en las redes sociales y llegaron hasta el Ministerio de Educación de Tucumán. En un video registrado por un alumno anónimo en la clase de Humanística, la profesora afirmó que "la homosexualidad es antinatural" y que "es una enfermedad".
"¿Qué significa que es antinatural? Es que va en contra de la naturaleza de la persona humana desde todos los puntos de vista: biológico, psicológico, espiritual y corporal", dijo la docente ante alumnos del segundo ciclo.
"Es una enfermedad que se puede curar con tratamiento psicológico (…). Las personas que tienen atracción por el mismo sexo no son personas que están totalmente bien. Son personas que les ha costado mucho, son personas que muchas veces sufren ¿Y por qué se ha llegado (a eso)? Por un montón de situaciones. Pueden ser familiares, pueden ser traumas, pueden ser cosas que hayan pasado", insistió la profesora.
Respecto al video, que fue publicado desde una cuenta de twitter https://twitter.com/soullessucker/status/921131136616747013 la directora de Educación Sexual Integral de la cartera educativa, Dra. Ana López, indicó: "este hecho nos interpela como sociedad y nos invita a seguir trabajando en el marco de los derechos humanos. En cada institución rigen sus propios códigos de convivencia y esperamos respecto al caso la intervención correspondiente por parte de la institución".
Qué dice la Ley de Educación Sexual Integral
ARTICULO 5º — Las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal garantizarán la realización obligatoria, a lo largo del ciclo lectivo, de acciones educativas sistemáticas en los establecimientos escolares, para el cumplimiento del Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros.
"¿Qué significa que es antinatural? Es que va en contra de la naturaleza de la persona humana desde todos los puntos de vista: biológico, psicológico, espiritual y corporal", dijo la docente ante alumnos del segundo ciclo.
"Es una enfermedad que se puede curar con tratamiento psicológico (…). Las personas que tienen atracción por el mismo sexo no son personas que están totalmente bien. Son personas que les ha costado mucho, son personas que muchas veces sufren ¿Y por qué se ha llegado (a eso)? Por un montón de situaciones. Pueden ser familiares, pueden ser traumas, pueden ser cosas que hayan pasado", insistió la profesora.
Respecto al video, que fue publicado desde una cuenta de twitter https://twitter.com/soullessucker/status/921131136616747013 la directora de Educación Sexual Integral de la cartera educativa, Dra. Ana López, indicó: "este hecho nos interpela como sociedad y nos invita a seguir trabajando en el marco de los derechos humanos. En cada institución rigen sus propios códigos de convivencia y esperamos respecto al caso la intervención correspondiente por parte de la institución".
Qué dice la Ley de Educación Sexual Integral
ARTICULO 5º — Las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal garantizarán la realización obligatoria, a lo largo del ciclo lectivo, de acciones educativas sistemáticas en los establecimientos escolares, para el cumplimiento del Programa Nacional de Educación Sexual Integral. Cada comunidad educativa incluirá en el proceso de elaboración de su proyecto institucional, la adaptación de las propuestas a su realidad sociocultural, en el marco del respeto a su ideario institucional y a las convicciones de sus miembros.
La rectora del Pablo Apóstol, Susana Frías Silva de Stagnetto, se mostró sorprendida por las declaraciones de la educadora y aclaró que esa no es la postura del colegio respecto a la homosexualidad, a pesar de ser un establecimiento católico.
Ahora bien. Expuestos los hechos, los abajo firmantes solicitamos que:
Con la misma urgencia y énfasis con que se exigen respetos y derechos desde instituciones pro LGBT, cese al hostigamiento y la espuria difamación de la Profesora Adriana De Palo de Peralta. Consideramos un atropello a las libertades tan en boga y proclamadas tan grandilocuentemente, hacer uso de la violencia verbal e institucional así como de la exposición pública negativa y arbitrariamente escandalosa para forzar a alguien a negar, avergonzarse o retractarse por el hecho de expresar en el transcurso de una clase atinente al tema y en un establecimiento católico, lo que la doctrina de la Iglesia Católica manifiesta públicamente desde siempre y es, sin ninguna duda, la verdad sobre un asunto donde actualmente priman subjetividades y sentimentalismos por encima de la objetiva evidencia científica y el sentido común.
La docente no ha incurrido en ninguna falta ni ha instigado el odio o discriminación alguna. Constatamos la presencia de un doble discurso desde el cual se considera que toda persona es digna de expresarse libremente, pero sólo si no se posiciona en disidencia con la ideología de género. La biología, la ciencia, no son materias de libre interpretación ni susceptibles a emociones o ideologías, de manera que más allá del aspecto religioso, lo que la mencionada profesora ha declarado en su clase, no es otra cosa que la más contundente verdad: la sexualidad humana es complementaria (Hombre/Mujer) y con fines de la perpetuación de la especie, sin cuya complementariedad la simple continuidad de la vida sería un imposible. Todo lo que no sea hombre o mujer, femenino o masculino, entra en el campo de lo antinatural y de la desviación, le pese a quien le pese, así pongan el grito en el cielo y se inventen miles de letras para justificar las diferentes disforias de género que pululan hoy en día y que parecen salidas de una película de ciencia ficción.
Consideramos además que es lícito, justo y necesario que la profesora Adriana De Palo se exprese en términos acordes a la confesión religiosa del colegio al cual pertenece, pese a que la misma institución vergonzosamente pareciera no avalarla ya que cuestiona e interpela a quien se desempeña en consonancia con el credo que el colegio manifiesta tener. No hay nada que impida que la Iglesia, los padres, o los colegios católicos enseñen lo que es la doctrina cristiana con veracidad y sin ambigüedades. Sin embargo la reacción ridículamente exaltada de ciertas personas y organismos estigmatiza a quien enseña lo que la Fe dicta en éste caso, en un ámbito perfectamente adecuado. El Pablo Apóstol no es una escuela pública. No es un establecimiento laico. Es un colegio religioso, y no de cualquier religión: es CATÓLICO. Y como tal, aunque suene redundante y absurdo señalarlo, DEBE enseñar lo que el Magisterio de la Iglesia Católica indica. De otra manera, que se saque el rótulo de católico.
Por último, si hubiese urticaria entre los alumnos o padres que asisten a dichos colegios católicos, de tratar los temas que siempre se han tratado con la veracidad que merece y procura cualquier persona en sus cabales, deberían ellos evaluar las razones por las que asisten o envían a sus hijos a instituciones que no representan sus pareceres, siendo que existen actualmente numerosas instituciones laicas donde pueden librarse de las influencias de la verdad que tanto les escaldan.
“Llegará el dia en que será preciso desenvainar una espada para afirmar que el pasto es verde” G. K. Chesterton.
Ahora bien. Expuestos los hechos, los abajo firmantes solicitamos que:
Con la misma urgencia y énfasis con que se exigen respetos y derechos desde instituciones pro LGBT, cese al hostigamiento y la espuria difamación de la Profesora Adriana De Palo de Peralta. Consideramos un atropello a las libertades tan en boga y proclamadas tan grandilocuentemente, hacer uso de la violencia verbal e institucional así como de la exposición pública negativa y arbitrariamente escandalosa para forzar a alguien a negar, avergonzarse o retractarse por el hecho de expresar en el transcurso de una clase atinente al tema y en un establecimiento católico, lo que la doctrina de la Iglesia Católica manifiesta públicamente desde siempre y es, sin ninguna duda, la verdad sobre un asunto donde actualmente priman subjetividades y sentimentalismos por encima de la objetiva evidencia científica y el sentido común.
La docente no ha incurrido en ninguna falta ni ha instigado el odio o discriminación alguna. Constatamos la presencia de un doble discurso desde el cual se considera que toda persona es digna de expresarse libremente, pero sólo si no se posiciona en disidencia con la ideología de género. La biología, la ciencia, no son materias de libre interpretación ni susceptibles a emociones o ideologías, de manera que más allá del aspecto religioso, lo que la mencionada profesora ha declarado en su clase, no es otra cosa que la más contundente verdad: la sexualidad humana es complementaria (Hombre/Mujer) y con fines de la perpetuación de la especie, sin cuya complementariedad la simple continuidad de la vida sería un imposible. Todo lo que no sea hombre o mujer, femenino o masculino, entra en el campo de lo antinatural y de la desviación, le pese a quien le pese, así pongan el grito en el cielo y se inventen miles de letras para justificar las diferentes disforias de género que pululan hoy en día y que parecen salidas de una película de ciencia ficción.
Consideramos además que es lícito, justo y necesario que la profesora Adriana De Palo se exprese en términos acordes a la confesión religiosa del colegio al cual pertenece, pese a que la misma institución vergonzosamente pareciera no avalarla ya que cuestiona e interpela a quien se desempeña en consonancia con el credo que el colegio manifiesta tener. No hay nada que impida que la Iglesia, los padres, o los colegios católicos enseñen lo que es la doctrina cristiana con veracidad y sin ambigüedades. Sin embargo la reacción ridículamente exaltada de ciertas personas y organismos estigmatiza a quien enseña lo que la Fe dicta en éste caso, en un ámbito perfectamente adecuado. El Pablo Apóstol no es una escuela pública. No es un establecimiento laico. Es un colegio religioso, y no de cualquier religión: es CATÓLICO. Y como tal, aunque suene redundante y absurdo señalarlo, DEBE enseñar lo que el Magisterio de la Iglesia Católica indica. De otra manera, que se saque el rótulo de católico.
Por último, si hubiese urticaria entre los alumnos o padres que asisten a dichos colegios católicos, de tratar los temas que siempre se han tratado con la veracidad que merece y procura cualquier persona en sus cabales, deberían ellos evaluar las razones por las que asisten o envían a sus hijos a instituciones que no representan sus pareceres, siendo que existen actualmente numerosas instituciones laicas donde pueden librarse de las influencias de la verdad que tanto les escaldan.
“Llegará el dia en que será preciso desenvainar una espada para afirmar que el pasto es verde” G. K. Chesterton.
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Petición a: Sra. Ana López, directora del área de Educación Sexual Integral,Ministerio de Educación de la Provincia de Tucumán.
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