viernes, 23 de agosto de 2013
El domingo de Pascua, en Plaza San Pedro, el Papa Francisco llevó a cabo una oración de liberación a un mexicano originario de Michoacán. Este joven, de nombre Ángel, de 43 años, casado y con hijos, lleva varios años poseído por demonios que lo atormentan continuamente.
En vano ha intentado obtener la liberación de varios sacerdotes, pero sin lograrlo. Desesperado, viajó a Roma para ver si el Papa podía hacerle el milagro. Lo acompañó el Padre Juan Rivas (que aparece abajo en el video).
Estando en San Pedro, Ángel se sintió desvanecer, por lo cual lo sentaron en una silla de ruedas. El P. Juan pensó que era la ocasión ideal para llevarlo a la sección de enfermos y acercarlo al Papa.
Cuando el Papa pasó frente a ellos, el P. Juan se acercó y le dijo al Papa que Ángel era un atormentado y que nadie lo había podido liberar. Entonces el Papa intentó hacerlo. No lo logró, en parte porque fue algo improvisado, mientras que hay requisitos previos para poder hacerlo (pues no realizó un exorcismo formal sino sólo una oración de liberación). Ángel cuenta que él vio que los demonios "se hacían chiquitos", pero siguieron allí.
El hecho es que a los dos días, el P. Juan hizo otro intento, llevándolo con el P. Gabriele Amorth, quien es el exorcista número uno en la Iglesia, autor de varios libros sobre exorcismo.
Ángel perdió el conocimiento durante el ritual y los demonios que trae dentro comenzaron a hablar en latín y en italiano con el Padre Amorth. Por esa conversación, el Padre Amorth logró saber lo que él mismo declaró a la prensa, a saber, que esa persona está poseída por cuatro demonios, y que esa posesión es una consecuencia y un signo.
Padre Juan Rivas |
La liberación de México, señaló el P. Amorth, se obtendrá una vez que los obispos se arrepientan de su grave omisión, y una vez que se haga una gran cruzada en que los mexicanos consagren el sufrimiento que están padeciendo mediante su ofrenda personal. Una mención particular se hizo de la Basílica de Guadalupe, señalando que la Santísima Virgen está muy ofendida porque en la Ciudad donde está la presencia de su imagen grabada milagrosamente, se estén cometiendo miles de abortos. Después de que los obispos hagan ceremonias de reparación y México sea liberado, entonces se podrá derogar la ley del aborto en la Ciudad de México, origen de todos esos males que sufre la nación.
El P. Juan Rivas comentó a diversos medios que es urgente comenzar con una cruzada de reparación y de liberación en todas las diócesis del país, porque ningún esfuerzo del ejército o de la policía federal va a lograr acabar con el flagelo de la violencia hasta que no se vaya a la raíz que ocasionó ese mal. Mientras que los obispos no se arrepientan por su pecado de omisión, insiste, y los mexicanos ofrezcan humildemente su reparación y sufrimiento, el aborto y la violencia del crimen organizado seguirán creciendo.
LETANÍAS EN REPARACIÓN POR EL PECADO DE ABORTO
Señor, ten misericordia de nosotros,
R. Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros,
R. Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros,
R. Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, óyenos,
R. Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos,
R. Cristo, escúchanos.
Dios, Padre celestial,
R. Ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo Redentor del mundo,
R. Ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,
R. Ten misericordia de nosotros.
Santísima Trinidad, un Sólo Dios,
R. Ten misericordia de nosotros.
Señor Jesús, que moraste en el vientre de la Virgen María,
R. Ten misericordia de nosotros.
Señor Jesús, Tú que amas a los pobres y a los débiles,
R. Ten misericordia de nosotros.
Señor Jesús, Defensor de los indefensos,
R. Ten misericordia de nosotros.
Señor Jesús, Pan de Vida,
R. Ten misericordia de nosotros.
Por cada pecado cometido en contra de la vida,
R. Ten misericordia de nosotros.
Por el pecado del aborto,
R. Ten misericordia de nosotros.
Por el asesinato diario de los niños inocentes,
R. Ten misericordia de nosotros.
Por el derramamiento de sangre en toda nuestra nación,
R. Ten misericordia de nosotros.
Por los hermanos y hermanas no-nacidos en peligro de aborto,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Para que las Madres que han tenido abortos se arrepientan,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por las Madres que sufren la tentación de tener un aborto,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por las Madres que sienten la presión de tener un aborto,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los abortistas para que se arrepientan,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los doctores y las enfermeras, que puedan cultivar la vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los líderes de gobierno, que puedan defender la vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por el clero, que puedan hablar a favor de la vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por el movimiento pro-vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los que hablan, escriben y trabajan por eliminar el aborto,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los que ayudan a proveer alternativas al aborto,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por todos los que promueven la adopción,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los grupos pro-vida nacionales y locales,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por la unidad en el movimiento pro-vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por el valor y la perseverancia del trabajo pro-vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que sufren de rechazo y ridiculez por su posición a favor de la vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que han sido detenidos por defender la vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los que han sido maltratados y lastimados por defender la vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los profesionales de leyes,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los jueces y las cortes,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los educadores para que promuevan la vida,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
Por los profesionales de los medios de comunicación,
R. Señor, atiende nuestra súplica.
En acción de gracias por los niños salvados del aborto,
R. Gracias, Señor.
En acción de gracias por las Madres salvadas y sanadas del aborto,
R. Gracias, Señor.
En acción de gracias por los que antes apoyaban el aborto y ahora defienden la vida,
R. Gracias, Señor.
En acción de gracias por todos los que se oponen al aborto,
R. Gracias, Señor.
En acción de gracias por el llamado a ser parte del movimiento pro-vida,
R. Gracias, Señor.
En acción de reparación por todos los pecados contra la vida,
R. Perdón, Señor, Perdón.
En acción de reparación por todos las omisiones de quienes deben defender la vida,
R. Perdón, Señor, Perdón.
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