Tras practicar decenas de abortos, Aultman tuvo una conversión religiosa y se convirtió en cristiana. Ahora, es provida y ha defendido a los nacidos ante los legisladores de EE.UU.
La doctora Kathi Aultman pasó años abortando “fetos no deseados” y entregando bebés “buscados” a sus padres. Pero cuando realizó un aborto en una madre cuyo esposo la presionó para abortar, se sintió perturbada.
En una entrevista reciente con CBN News, Aultman describió cómo su experiencia abortista la convenció finalmente a abandonar esta industria y convertirse en una defensora provida.
Comenzó su carrera en Florida con un fuerte deseo de ayudar a las mujeres. Sin embargo, más tarde trabajó para Planned Parenthood, la cadena de abortos más grande de Estados Unidos.
La doctora Aultman estaba fascinada por las “extremidades, intestinos, riñones y otros órganos diminutos pero perfectamente formados” de los bebés abortados
En 2017, Aultman le dijo a un comité del Congreso de los EE. UU. que se refería a bebés por nacer como “fetos” cuando los mataba en abortos, y “bebés” cuando eran buscados; y lamentó la incongruencia. También aseguró que estaba fascinada por las “extremidades, intestinos, riñones y otros órganos diminutos pero perfectamente formados” de los bebés abortados.
Poco a poco, más cosas sobre su práctica en el mundo del aborto comenzaron a molestarla. Según ha informado LifeNews, relató que tuvo problemas cuando trabajaba en la unidad de cuidados intensivos neonatal, cuidando bebés muy prematuros que eran del mismo tamaño que los bebés que abortó.
Casos que marcaron a la doctora Aultman
Aultman realizó tres abortos a una niña. “Fui al gerente de la clínica y le dije que no quería hacer esto más. Ella usaba el aborto como método anticonceptivo”, aseguró . Y le dijeron que “no tenía derecho a tomar esa decisión, que tenía que realizar los abortos”.
También explicó cuidadosamente otros dos escenarios que le hicieron ver las cosas de manera diferente. “La siguiente mujer entró con su pareja y le pregunté: ‘¿quieres ver el pañuelo?’ y ella gritó y dijo, con voz realmente enojada, ‘¡No quiero mirarlo, solo quiero matarlo!’ Y pensé, ¿qué te ha hecho este bebé?”, recuerdó la doctora.
Luego habló de una tercera mujer que tuvo cuatro hijos y su esposo quería que abortara su quinto hijo. “Su esposo creía que no podía mantener a otro niño y lloraba continuamente”, contó Aultman.
“Creo que la insensibilidad y la hostilidad de los dos primeros en comparación con el dolor y la devastación de la tercera mujer, me hizo entender que solo porque no se quiera a un niño, no es justificado abortarlo”, señaló.
Su conversión al cristianismo
Aultman cuenta que tuvo una conversión religiosa en 1993 y se convirtió en cristiana. Más tarde, cuando estaba leyendo un artículo sobre el Holocausto y el aborto, dijo que la realidad del aborto terminó golpeándola.
“Probablemente asesiné a más personas que Ted Bundy o cualquiera de los asesinos en serie, si considero todos los abortos que hice”, espeta la doctora.
“No creo que una mujer deba permanecer indemne después de matar a su hijo”
Buscó ayuda para sanarse por todo lo que había hecho en su pasado y afirmó que finalmente se dio cuenta de que Jesús la perdonó, pero que también necesitó perdonarse a sí misma.
Ahora, es una defensora provida. El año pasado, testificó frente al Congreso a favor de la Ley de Protección del Latido del Corazón, que prohibiría los abortos desde el momento en que se detecta el latido cardíaco de un bebé por nacer.
“No creo que una mujer deba permanecer indemne después de matar a su hijo”, espetó a los legisladores el pasado año.
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