Por Carlos Esteban | 23 junio, 2019
La Archidiócesis de Indianápolis ha prohibido a un instituto escolar jesuita usar la etiqueta de ‘católico’ por volver a contratar a un profesor ‘casado’ en matrimonio homosexual.
La Escuela Preparatoria Jesuita Brebeuf tendrá que renunciar a su título de ‘católica’, ha decretado Charles Thompson, arzobispo de Indianápolis, por mantener en nómina a un profesor homosexual ‘casado’ con otro varón, lo que se opone explícitamente a la postura de la Iglesia.
La escuela, sin embargo, no está dispuesta a ceder y defiende su postura en un comunicado hecho público esta semana en el que explica que Brebeuf “ha rechazado respetuosamente la insistente directiva de la archidiócesis para que despidamos a un maestro muy capaz y cualificado debido al hecho de que el maestro es cónyuge en un matrimonio civil homosexual”.
Y sigue: “Tras prolongada consideración en oración, decidimos que seguir la directiva de la archidiócesis no solo violaría nuestra consciencia formada sobre esta cuestión particular, sino que sentaría un alarmante
precedente para futuras injerencias en las operaciones de la escuela y en otras cuestiones de gobierno que la dirección de Brebeuf ha tenido históricamente el derecho exclusivo y provilegio de tratar y decidir”.
Como consecuencia, la escuela desafía la prohibición de la archidiócesis y asegura que sigue y seguirá siendo siempre “católica y jesuita”, un desacato que su director, el sacerdote jesuita William Verbryke, ha
repetido en un vídeo publicado en redes sociales.
El mediático padre James Martin, asesor vaticano de comunicación y redactor jefe de la revista jesuita America, se ha manifestado en una interminable serie de comentarios en la red social Twitter para
solidarizarse con la decisión de la escuela. “Estoy con mis hermanos jesuitas que se solidarizan con nuestros colegas LGBT y se oponen al incesante acoso a las personas LGBT”, se lee en su primer tuit al
respecto. “Otros empleados no se ajustan a, ni están de acuerdo con, la doctrina católica: gente que cohabita antes de casarse, que practica el control de natalidad, etcétera”.
El decreto del arzobispo, aunque supone una medida insólita, tiene una sólida justificación en el Canon 803 del Código de Derecho Canónico, que estipula, entre otras cosas, que los profesores de escuelas
católicas “serán irreprochables en correcta doctrina e integridad de vida”, y que “ninguna escuela debe ostentar el título de ‘escuela católica’ sin el consentimiento de la autoridad eclesial competente”.
por Carlos Esteban.
(https://infovaticana.com/2019/06/23/una-escuela-jesuita-pierde-el-titulo-de-catolica-en-ee-uu-por-la-actitud-de-un-profesor-homosexual-casado/?fbclid=IwAR2v8xSuAPV6TA1UjWe2LLqNzj2U6dPoAXo-stZsXeY8VisVABgkzdjFLnk)
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