Al final de una semana marcada por la inseguridad y el asesinato de dos jóvenes universitarios, el Gobierno de la Ciudad de México, de la mano de activistas LGTB (NdR.: lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), pintó el 15 de junio calles de la capital mexicana con la bandera característica del colectivo homosexual.
A través de Twitter, la Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno de Ciudad de México señaló que se trató de “un acto simbólico para dar la bienvenida a la Marcha del Orgullo” del 29 de junio, por lo que “nos sumamos colaboradoras/es” de la jefa de Gobierno de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum.
En un acto simbólico para dar la bienvenida a la #MarchaDelOrgullonos sumamos colaboradoras/es de @Claudiashein con @AlcCuauhtemocMx , @elconsejomx y residentes haciendo Tequio en la zona más emblemática LGBTTTI+ de nuestra Ciudad #TequioZonaRosa #MéxicoCiudadDeDerechospic.twitter.com/RXKxapecWv— Subsecretaría de Derechos Humanos (@SSDDHH_CDMX) June 16, 2019
También las flores del sector, conocido como “zona rosa”, fueron colocadas en color y posición para emular la bandera gay.
Sheinbaum, del partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha estado en el centro de la polémica en las últimas semanas luego de que anunciara “uniformes neutros”, alentando a que los niños vistan falda en las escuelas.
Así fue este #SábadoDeTequio en el que participaron el titular de @LaAgenciaCDMX y el presidente de @elconsejomx, junto con miembros de la comunidad LGBTTTI. Pintaron, barrieron y sembraron flores sobre la calle de Liverpool en la Zona Rosa. pic.twitter.com/SdWjMfZwFB— Claudia Sheinbaum (@Claudiashein) June 15, 2019
Pocos días antes de la jornada de pintado de las banderas gay, Norberto Ronquillo Hernández, estudiante de la Universidad del Pedregal, fue secuestrado y asesinado. Al poco tiempo un segundo universitario, Hugo Leonardo Avendaño, de la Universidad Intercontinental, fue encontrado sin vida y con señas de tortura al sur de la capital mexicana.
En declaraciones a la prensa el 15 de junio, Sheinbaum negó que la capital mexicana viva una crisis de seguridad.
Para el sacerdote Hugo Valdemar, que durante 15 años fue vocero de la Arquidiócesis de México durante el gobierno pastoral del Cardenal Norberto Rivera, el pintado de calles de la capital mexicana con banderas gay “se trata de una frivolidad que nos ofende a todos los capitalinos, por la indolencia y el cinismo que representa”.
“Deberían pintar la ciudad de rojo, el rojo de la sangre de los cientos de víctimas a las que no se les hace justicia, quedan en el olvido y sin el más mínimo interés para hacer justicia”, dijo.
El P. Valdemar denunció que “la Ciudad de México se ha convertido en rehén del perverso y represor lobby gay”, y recordó que el Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación (COPRED), del Gobierno de Ciudad de México, remitió una carta a la Universidad La Salle expresando su “preocupación” por la conferencia de los politólogos argentinos Agustín Laje y Nicolás Márquez.
“Es intolerable que una minoría inquisitorial quiera controlar hasta las universidades católicas, como fue el caso de La Salle, donde el rector lejos de mostrar una firmeza cristiana se acobardó y cedió a la imposición gay”, expresó.
El sacerdote, actualmente canónigo penitenciario de la Arquidiócesis de México, señaló que “los ciudadanos debemos unirnos para exigir que el dinero público no se derroche en festivales inmorales, que más que orgullo deberían provocar vergüenza”.
“Urge usar ese dinero para invertirlo en seguridad y educación, no en celebraciones de minorías que no aportan más que confusión a las nuevas generaciones”, dijo.
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