El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

sábado, 25 de mayo de 2019

Farmacia se declara provida y no vende anticonceptivos ni píldora del día después


En la farmacia Paso Ancho usted no podrá comprar pastillas anticonceptivas y tampoco le venderán la píldora del día después.
Este comercio, con 14 años de existencia, se declaró “provida”, pues es del criterio que no deben ofrecer un “arma” que la gente use inadecuadamente y que después se arrepienta.
Mauricio Montenegro, propietario y regente farmacéutico de la farmacia, explicó que no fue una decisión fácil.
“Aquí en Costa Rica muchos de los farmacéuticos hemos experimentado que a cada rato llegan personas a comprar pastillas para abortar.
«Las pastillas Cytotec, que tienen sustancia que se llama Misoprostol, y que son generalmente usadas para proteger el estómago, hace como 20 años eran de venta libre y costaban como ¢7.500, pero se descubrió que tenían un efecto abortivo y entonces aumentaron el precio a ¢125.000 y pasaron a ser de uso controlado, solo con receta de gastroenterólogo.
Mauricio Montenegro, regente en Farmacia Paso Ancho.
«No obstante, la mayoría de las recetas que yo he visto pasar aquí son para muchachas jóvenes, entonces para no juzgar, mejor no las vendo”, aseguró Montenegro, quien es católico.
Agregó que después, en el 2007, se enteró que una organización, ubicada en San Pedro de Montes de Oca, le explicaba a las jóvenes cómo tomar ciertas pastillas anticonceptivas para generar un efecto abortivo, consumiendo algunas en la mañana y otras en la noche. Esa información, que venía en una tarjeta, empezó a llegar a esa farmacia.
«A mí me pareció muy extraño porque los anticonceptivos solo se toman una vez al día. Pregunté porque no era la dosificación adecuada y resultó que era para abortar. Desde ahí decidí no vender más, eso fue hace como cinco años. Si las necesitan pueden conseguirlas en alguna de las 800 farmacias que hay en el país.
“Muchas personas no entienden la concepción desde el primer día, desde ese momento hasta el nacimiento no le llaman bebé sino producto, algo que pueden desechar más fácilmente porque con la palabra bebé sienten cargo de conciencia.
Los seres humanos no somos capaces de enfrentar nuestros problemas, buscamos la vía fácil, pero hay que ponerle el pecho a las balas. Yo no le pido a la gente que se llene de hijos, sino que se abra a la vida; más adelante, cuando sean adultos mayores tendrán quién los cuide y a quién heredar”, aseguró Montenegro.
Sostuvo que la decisión no le ha afectado económicamente porque un pequeño comercio como el suyo no puede competir con los precios de las grandes cadenas y más bien lo trataban de ladrón cuando cobraba dos mil colones más por una caja de anticonceptivos Jazmín.
Con respecto a la píldora del día después, indicó que no la venderá, porque “se sentiría mal al atentar contra una vida”.
«La gente dice que no es abortiva, pero ¿quién garantiza que la concepción no se dio en el momento del acto sexual?”, se cuestionó el farmacéutico.

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