El cigoto, es decir, el ovocito fecundado por un espermatozoide, es ya una persona humana, con un acto de ser, con un cuerpo y con un alma, y por lo tanto, su primer derecho humano es el derecho a vivir

viernes, 10 de enero de 2014

La Fecundación in Vitro, práctica eugenésica disfrazada de altruismo científico

La fecundación in Vitro no es compatible con el respeto a la vida ( 2012).

En ocasiones, comentaristas de este blog plantean la siguiente cuestión acerca de la licitud de la inseminación artificial: si una pareja desea tener un hijo y el marido o la mujer son estériles, ¿qué tiene de malo recurrir a los avances de la ciencia para poder ser padres? ¿Por qué negar el derecho a ser padres a quienes podrían lograr la paternidad mediante la reproducción in Vitro?

En estas preguntas van implícitas cuestiones aparentemente nobles, pero que obvian lo principal. Primero, no existe el derecho a tener hijos. Un hijo es un ser humano, una persona con un valor y una dignidad infinita que para nada puede depender del ‘deseo’ de nadie, ni siquiera de sus padres. El hijo es un bien en sí mismo, no algo útil que conviene tener en un momento dado.
En segundo lugar, cuando nace un niño, lo importante no es el deseo de los padres, sino el bien del hijo. Por eso mismo, no se puede engendrar un hijo lesionando sus derechos, como sucede cuando se utiliza la fecundación in Vitro.
¿Por qué decimos que la FIV lesiona los derechos del niño? Porque aunque aparentemente es una técnica que está al servicio de la vida, en realidad conlleva prácticas que son verdaderos atentados a la vida humana: se expone a los embriones a un riesgo altísimo de muerte, se les hace pasar por un control de calidad y los no aptos son eliminados, se practica la eugenesia con ellos y se elige quien vive y quien muere, muchos embriones son congelados o utilizados para la investigación, se practica la reducción embrionaria (es decir se abortan algunos embriones o fetos) en caso de embarazos múltiples, etc. 

¿Alguien se atrevería a afirmar que la selección embrionaria preimplantacional es compatible con el respeto a la vida humana? ¿O que la criocongelación es respetuosa con la vida y la dignidad del embrión?

La llamada "cultura de la muerte" tiene la facultad de invertir, tergiversar, manipular, los términos y conceptos, de manera tal de hacer parecer una cosa como su opuesto. Es así como a la Fecundación In Vitro la llama "técnica científica al servicio de la vida", cuando en realidad se trata de una práctica, científica, sí, pero que lejos de estar al servicio de la vida, atenta contra ella, específicamente, atenta contra la vida humana embrionaria.
Podríamos decir que la FIV es la eugenesia elevada a categoría científica y puesta al servicio del capricho humano: por esta técnica, numerosísimos embriones son eliminados si no pasan los "controles de calidad" pertinentes; muchos otros son congelados -y estos, finalmente destruidos, si no se consigue su implantación en un tiempo determinado, o finalizan en otros laboratorios, para ser objeto de experimentos científicos- y, finalmente, un muy bajo porcentaje de ellos, son implantados. 
¿Se puede llamar "técnica científica al servicio de la vida", a una práctica eugenésica que manipula y destruye de forma tan grosera la vida humana embrionaria? 
Otra artimaña de la "cultura de la muerte" es el de utilizar argumentos sensibles y afectivos para justificar el "todo vale". Por ejemplo, el plantear el hecho de que "no tiene nada de malo recurrir a los avances de la ciencia" para proporcionar hijos a parejas estériles". Si alguien se opone, estaría negando el derecho a ser padres a quienes podrían llegar a serlo por medio de la FIV.
A esto, hay que responder que no existe un "derecho al hijo", puesto que es un don de Dios, Creador y Autor de la vida, y que como tal, debe llegar a los esponsos como fruto del amor esponsal -incluido en el acto conyugal- y no como producto de la fría manipulación de un laboratorio. Además, el niño tiene derecho a nacer en un útero materno, de modo natural, y no puede ser violentada su dignidad de persona humana embrionaria, como sucede con la FIV, cuando se somete al embrión a pruebas de calidad. 
Por otra parte, no es de ninguna manera lícito traer un niño al mundo artificialmente, como sucede con la FIV, implantarlo en el útero, cuidarlo en su gestación, hacerlo nacer y educarlo, mientras sus hermanos son descartados, congelados, o convertidos en material de experimentación científica.
Estas son algunas de las principales razones por las cuales la FIV es moralmente ilícita y nunca podrá ser aceptada.

 


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